Más de 200.000 damnificados

El clima no da tregua a México

Los ciclones “Manuel” e “Ingrid” crearon una tenaza mortal, el primero desde el Pacífico y el segundo desde el Atlántico, en una confluencia meteorológica que no se veía en medio siglo. A estos fenómenos se sumó un alud que sepultó viviendas y dejó decenas de víctimas fatales.

El clima no da tregua a México

Colapso. Gran parte de las carreteras de México se encuentran dañadas en diferentes tramos por los ciclones. Foto: Agencia EFE

 

Redacción de El Litoral

Agencias EFE/DPA

Los ciclones tropicales no están dando tregua a México, con nuevas amenazas y un reguero de tragedia que ha causado hasta hoy 80 muertos confirmados, al menos 58 desaparecidos y muchas comunidades aisladas.

“No esperábamos esta magnitud de tormentas”, afirmó hoy en una rueda de prensa Luis Walton, alcalde de Acapulco, una ciudad en la que se han sentido especialmente los efectos de las fuertes lluvias registradas desde el pasado fin de semana.

Los ciclones tropicales “Manuel” e “Ingrid” crearon una tenaza mortal a partir del viernes, el primero desde el Pacífico y el segundo desde el Atlántico, en una confluencia de fenómenos meteorológicos graves que no se veía en medio siglo.

“Ingrid” dejó de existir el martes, pero desde el Atlántico se está formando una baja presión que puede convertirse en las próximas horas en ciclón, con vientos sostenidos de 40 kilómetros por hora y rachas de 55 km/h.

“Manuel”, en cambio, que se formó el pasado viernes por la tarde como tormenta tropical, perdió fuerza el domingo, pero hoy resucitó y se convirtió en huracán frente a las costas del estado de Sinaloa, en el Mar de Cortés.

El último saldo de víctimas provisional dado a conocer hoy en una rueda de prensa de ministros y altos funcionarios en Acapulco da cuenta de 80 muertos confirmados, la mayoría de ellos, 48, en el estado sureño de Guerrero, uno de los más pobres del país.

Una comunidad castigada

Pero la cifra puede aumentar si se confirman la posibilidad de que haya decenas de víctimas en una comunidad de Guerrero, La Pintada, donde 58 personas fueron dadas por desaparecidas hoy a causa de un alud que sepultó decenas de viviendas.

“Se reportan 58 personas desaparecidas, sin que se pueda precisar si estas personas pudieran estar bajo el lodo provocado por el deslave”, afirmó el presidente Enrique Peña Nieto en una rueda de prensa que ofreció en la ciudad nororiental de Tampico.

Hasta anoche, 334 personas que vivían en La Pintada habían sido rescatadas por helicópteros, pero aún están allí 45 más, en su mayoría varones, que serán evacuadas mañana por vía aérea, la única forma de llegar a esa remota comunidad.

El alud se produjo al caer un cerro a la mitad y cubrir un número no determinado de casas, algunas de dos pisos. Hay problemas para las labores de rescate porque la zona es inestable y todavía está corriendo el agua por ese sector.

De los 80 muertos confirmados, según el saldo provisional, sólo en Acapulco, uno de los principales centros turísticos del país y el favorito de los habitantes de la capital mexicana, han perecido 18 personas por los efectos de “Manuel”, que han dejado aislada por carretera a esa ciudad.

Efectivos de las Fuerzas Armadas, los diversos cuerpos policiales y miembros de Protección Civil están volcados en atender a los miles de damnificados, que superan los 200.000, según datos oficiales, aunque otras cifras indican que pueden ser aún más.

Un centenar de carreteras han sufrido daños, así como numerosos caminos rurales, y decenas de ríos y arroyos están desbordados.

A muchas comunidades no han podido llegar aún los equipos de rescate. En ciudades como Acapulco, los víveres están llegando por barco y por avión, mientras sigan las vías terrestres cerradas.

“Caminaron tres días para pedir auxilio”

El agua arrasó con todo. Como pueden, muchos pobladores de comunidades del sur de México intentan abrirse paso entre derrumbes e inundaciones que los dejaron aislados. Las lluvias de la tormenta “Manuel”, que llegó el fin de semana desde el Pacífico, han dejado desolación.

“Hay un municipio de aquí cerca de Chilpancingo, rumbo a la sierra, que tiene agua por todos lados. Se vinieron caminando tres días con los niños y las mujeres”, contó Elvira Cortés, de 61 años, que vive en esa ciudad situada 270 kilómetros al sur de Ciudad de México.

“A los enfermos y a los ancianos allá los dejaron porque no pueden cargar con ellos. Vinieron a pedir auxilio para que fueran. Quién sabe si irían”, relató Cortés.

Y es que las autoridades, que intentan abrir los caminos bloqueados para llevar ayuda humanitaria, no se dan abasto para atender la catástrofe, que ha dejado 1,2 millones de damnificados y unos 60 muertos, aunque las cifras oficiales parecen quedarse cortas ante los relatos.

Consuelo Alonso tiene 27 años y una niña. Ha perdido su casita de madera en la colonia Ampliación Lázaro Cárdenas, ubicada cerca de la presa Cerrito Rico, al norte de Chilpancingo.

“Desgraciadamente la presa estuvo muy llena desde el viernes y hubo muchas inundaciones. Muchas pérdidas humanas. No se sabe cuántos. Están reportando las autoridades cinco, pero son más de 35 personas que se llevó la presa, que se está desbordando”, aseguró.

“Se los llevó el agua. Se llevó las casitas de madera, de material, carros. Hubo demasiado daño. Allá se están pidiendo víveres porque la verdad hay demasiada gente que lo está necesitando. La casita de nosotros de madera también se cayó”, relató.

Alonso, que es trabajadora doméstica, fue acogida por unos vecinos, a los que también se les inundó una parte de la casa. Tiene problemas para ir a trabajar. Dice que es muy difícil salir de la zona donde vive.

“No hay paso casi para salir de las casas. No hay cómo. Sólo caminando. Ayer andaban volando los aviones para sacar a la gente porque no se puede pasar. No hay paso ahora, entre los vecinos y todo estamos ayudando a descombrar. Es derrumbe y es agua”.

Aunque buena parte de la atención se ha centrado en la ciudad de Acapulco, principal centro económico y turístico del estado de Guerrero que también ha quedado bajo el agua, desde comunidades serranas llegan noticias de aludes y gente que pide auxilio.

En la población de La Pintada, en el municipio de Atoyac de Álvarez, un alud sepultó a varias personas en sus casas.

Se habla de 18 muertos y decenas de desaparecidos bajo la tierra. Las esperanzas de encontrarlos con vida son casi ‘nulas‘, porque el derrumbe ocurrió el domingo, dijo hoy el alcalde Ediberto Tabarez.

Con puentes colapsados y carreteras partidas en dos, la magnitud total de la catástrofe ocurrida en México aún se desconoce.


La furia de “Manuel”

El ciclón tropical “Manuel” se convirtió en huracán cerca de la costa del noroccidental estado mexicano de Sinaloa, con un índice de peligrosidad “fuerte”, anunció el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Tiene vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora y rachas de 150 km/h.

“Manuel” se formó como tormenta tropical el pasado viernes, bajó a depresión tropical después, regresó a tormenta tropical y por la tarde de este miércoles se intensificó a huracán categoría 1 en la escala Saffir-Simpson.

En informes previos, el SMN ya anunciaba la posibilidad de que “Manuel” se convirtiera en huracán por los fuertes vientos que desarrollaba y, aunque en un principio se dirigía a la Península de Baja California, cambió la trayectoria y se fue al otro lado del Mar de Cortés.

El organismo estableció un índice de peligrosidad fuerte, que se aplica a huracanes de categoría 1 y 2.

Hay potencial de lluvias torrenciales en Sinaloa y lluvias intensas en Nayarit y el sur de la Península de Baja California.

El pronóstico del SMN es que “Manuel” se mantenga como huracán categoría 1 hasta el viernes, que reduzca su potencia a tormenta tropical a partir de entonces y que comience a debilitarse el próximo domingo.

El huracán se está desplazando ahora hacia el norte a una velocidad de 7 kilómetros por hora.

Ayuda de países vecinos

  • El Gobierno de Ecuador ofreció hoy a México ayuda humanitaria para apoyar las acciones de mitigación ante los ciclones que han asolado algunas zonas del territorio de ese país latinoamericano.

“Hemos ofrecido ayuda humanitaria inmediata al hermano país”, escribió hoy en su cuenta de Twitter el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño. “Expresamos solidaridad por graves estragos de las inundaciones en México”, agregó Patiño. Por su parte, el Gobierno colombiano activó hoy un plan de contingencia para ayudar a sus ciudadanos afectados por los huracanes “Manuel” e “Ingrid”. “Los representantes de la misión diplomática continúan adelantando gestiones para apoyar con la movilización de todos los (colombianos) que así lo requieran”, afirmó el Gobierno a través de un comunicado. También“ha dispuesto de sus redes sociales y sus líneas telefónicas para aquellos que necesiten pedir algún tipo de asistencia”, estos medios también están a disposición de “las personas que no hayan podido contactar con sus seres queridos en las zonas afectadas”.