Más de 2.200 en lo que va del año

Por día, el Cullen atiende 10 motociclistas accidentados

  • Dos de ellos son de gravedad y quedan en terapia intensiva. Los usuarios de estos vehículos protagonizan más del 60 % de los siniestros viales. Desde enero, murieron en la ciudad 16 personas sobre dos ruedas.
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Sin casco. Los accidentes se repiten a diario en distintos puntos de la ciudad. Muchas veces los motociclistas no llevan protección.

Foto: José Vittori / Archivo El Litoral

 

Agustina Mai

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En lo que va del año, la Guardia del Hospital Cullen atendió 3.410 accidentados, de los cuales el 64 % es motociclista. En promedio, ingresan al nosocomio 10 motociclistas por día, de los cuales dos son pacientes de gravedad y son internados en terapia intensiva. “De enero a agosto tuvimos 3.410 accidentados en total. El 64 % se trata de motos, lo que da un promedio de 10 atenciones de motociclistas por día. Los que ingresan verdaderamente graves son dos por día”, detalló el jefe de guardia, Horacio Locatelli.

Un paciente con politraumatismos graves implica un gasto de entre 8.000 y 10.000 dólares -entre recursos humanos y tecnológicos- en su primera hora de atención para salvar su vida. “Cuando ingresa a terapia es un gasto mucho mayor: el mantenimiento y las reintervenciones implican costos altísimos. Un politraumatizado pasa, como mínimo, 30 días internados”, detalló el profesional.

En su mayoría, son jóvenes, aunque el médico advirtió que “hoy se ve gente de más edad, que es la que utiliza la moto como medio de traslado, porque el transporte público en la ciudad es caro y deficitario, y eso obliga a comprar una moto”. Si bien Locatelli reconoce la clara incidencia de los factores socio-económicos en el uso de los motovehículos, aseguró que “no se puede justificar la pérdida de una vida en función de la variable económica o el ahorro”.

inseguridad vial

Los accidentes suelen producirse en los horarios pico: a la entrada y salida del trabajo y los fines de semana, cuando “los accidentes son más violentos porque la moto se usa en las picadas”. Además, los sábados y domingos se suma una mayor afluencia de pacientes derivados del centro-norte de la provincia.

Otro de los factores que ponen en riesgo a los usuarios de motovehículos es la cantidad de gente que va arriba de un mismo rodado. “La moto se usa como transporte familiar, con tres, cuatro y hasta cinco personas arriba, muchas veces sin casco. Esto es un riesgo”, describió Locatelli con referencia a las postales que suelen verse en la ciudad, sobre todo en las zonas más alejadas de los bulevares.

Además, la facilidad para obtener una moto y la falta de experiencia por parte de los conductores también repercuten en la seguridad vial. “Con un recibo de sueldo es suficiente para sacar una moto, ni siquiera se necesita patentamiento. Además, el que la compra quizás nunca antes ha manejado, ni siquiera una bicicleta, y se encuentra con un vehículo liviano que alcanza gran velocidad. Para frenar una moto a 40 km por hora, se necesitan 60 metros, y eso nadie lo sabe. Además, hay motociclistas que no conocen los puntos ciegos de los autos, como los parantes, y se arriman tanto al vehículo que el conductor no los ve o pasan por el lado indebido”, detalló Locatelli con la precisión de un estudioso de la seguridad vial.

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Las conductas más peligrosas

  • “La motocicleta es un vehículo de riesgo por su inestabilidad, que depende del equilibrio del conductor y sus movimientos, no ofrece carrocería protectora a sus usuarios y tiene poco volumen, por lo que resulta poco visible para el resto de los conductores. A pesar de ello, muchos de sus conductores ponen en riesgo sus vidas y las de los demás”, plantea la asociación Luchemos por la Vida en un relevamiento de la conducta de 1.822 motociclistas, realizado en la Ciudad de Buenos Aires entre marzo y mayo de este año.

Según este estudio, uno de cuatro motociclistas no respeta el semáforo en rojo y tres de cuatro no anuncia sus maniobras de giro (guiño). Además, uno de cada tres no disminuye la velocidad en las esquinas, en las que pueden encontrarse con otros vehículos o peatones. En este sentido, el informe sostiene que “los motociclistas también ponen en riesgo la vida de los peatones: el 75 % no cede el paso en las sendas peatonales y la mitad las invade cuando se detienen a la espera del cambio de semáforo”.

“Éstos constituyen solamente una muestra de muchos otros comportamientos riesgosos que explican los altos índices de siniestralidad de este grupo cada vez más numeroso, por el cual al menos 2.500 personas murieron en 2012. El 34 % de las víctimas mortales en Argentina fueron ocupantes de motocicletas y ciclomotores, la mayoría jóvenes menores de 25 años”, concluye el informe.