NAVEGANTE DE LA LITERATURA

Falleció Álvaro Mutis

  • El reconocido escritor tenía 90 años. El gobierno colombiano lo calificó como “una voz sin par en la poesía iberoamericana”.
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El trabajo de Mutis es ampliamente valorado. El escritor colombiano Santiago Gamboa, lo describió como “una especie de Joseph Conrad latinoamericano”. Foto: Archivo El Litoral

 

De la Redacción de El Litoral

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El mundo de la cultura en español de uno y otro lado del Atlántico destacó la hondura y trascendencia literaria de Álvaro Mutis, creador de Maqroll el Gaviero, “alter ego” de su poético retrato de la desesperanza ante lo humano, pero también de la plenitud y vitalidad de la naturaleza.

Mutis, fallecido este domingo en México D.F. a los 90 años, nació en Santa Fe de Bogotá (Colombia) en 1923, aunque su vida viajera comenzó muy temprano porque, como hijo de diplomático, a los dos años ya estaba el futuro escritor en Bruselas, consignó EFE.

Tenía nueve años cuando murió su padre y la familia regresó a Colombia, al lugar que el escritor acabaría eligiendo como patria: la finca de café y caña de azúcar fundada por su abuelo en Coello (Tolima, Colombia), en las estribaciones de la Cordillera Central Andina.

“He intentado a lo largo de mi obra perpetuar ese rincón, y en mi poesía están los cafetales, los ríos torrentosos, la naturaleza salvaje, los árboles con flores bellísimas, rojas, violetas o blancas. De este sitio decidí ser, y ésta fue mi patria”, dijo Mutis sobre el lugar que marcaría definitivamente su obra.

El gobierno colombiano, por medio de su ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba, situó a Mutis “en el panteón de los clásicos de la literatura universal”, y le calificó como “una voz poética sin par en la poesía iberoamericana”.

El autor chileno Jorge Edwards, actual embajador de Chile en Francia, definió a Mutis como “un escritor de la imaginación” y “un poeta”. “Cuando escribía en prosa, también lo hacía como un poeta”, explicó.

La idas y venidas familiares en Europa y América inculcaron la fascinación por el mar en Mutis, que se estableció en México en 1958, tras viajar por todo el mundo trabajando como relaciones públicas para compañías internacionales y de tener algún problema legal con una de ellas, la multinacional Esso, que le llevó a pasar unos meses en prisión.

Su primer libro fue el poemario “La balanza” (1948) y después conquistó la literatura en español gracias a su “alter ego”, Maqroll el Gaviero, protagonista de siete de sus nueve libros de narrativa.

Este marino que también escribe poesía proporcionó a Mutis los más importantes galardones de la letras en español, como el Premio Cervantes, el Príncipe de Asturias, el Reina Sofía de Poesía o el Nacional de las Letras y el de Poesía en Colombia.

Servidor de la poesía

El gobierno español, a través de su ministro de Cultura, José Ignacio Wert, calificó a Mutis como “uno de los poetas y narradores más importantes de su generación” y recordó que “impregnó de una singular lucidez y desesperanza su visión sobre la historia del ser humano y su efímera existencia”.

“El Gaviero viene de mis lecturas de Conrad, de Melville, sobre todo de ‘Moby Dick’. Es el tipo que está allá arriba, en la gavia, que me parece el trabajo más bello que puede haber en un barco, allá entre las gaviotas, frente a la inmensidad y en la soledad más absoluta”, explicó el autor sobre el personaje que marcó su literatura.

Y el escritor colombiano Santiago Gamboa describió a Mutis como “una especie de Joseph Conrad latinoamericano” y un autor para el cual el mar “era siempre la metáfora de un espacio de personas con grandísimos valores” que aprecian “por encima de todo la amistad”.

Gamboa destacó también que el autor de “Iliona llega con la lluvia” fue uno de los pocos autores que hizo “poesía en prosa” con enorme éxito.

Y es que Mutis se consideraba sobre todo “un servidor de la poesía”, género al que consideraba como “forma privilegiada de la expresión humana” y que estuvo presente en toda su vida literaria -“mi obra es un poema continuo”, dijo-, tal vez en busca de respuestas, porque consideraba que “la poesía tiene la capacidad de revelar la verdad más íntima del hombre sobre sí mismo y sobre su mundo”.