Experiencia en Crespo, Entre Ríos

El resultado de una gestión integral de los residuos

  • Desde Hábitat y Desarrollo se acompañó un proyecto del municipio de la vecina provincia. La consigna fue mejorar la separación de la basura en origen e involucrar a toda la comunidad en su aprovechamiento.
b.jpg

Conciencia ambiental. Juegos y otras actividades permiten acercar los conceptos a chicos y grandes.

Foto:Gentileza Hábitat y Desarrollo.

 

De la Redacción de El Litoral

area @ellitoral.com

En Santa Fe, la Fundación Hábitat y Desarrollo es bien conocida por su tarea en temas de conservación de la naturaleza, pero también tiene un interesante trabajo vinculado con la gestión integral de residuos, no sólo en esta ciudad sino también, desde hace un año y medio, en Crespo (Entre Ríos). “Por eso, hablamos de conservación de la naturaleza y desarrollo sustentable”, explica la Lic. Julieta Di Filippo, coordinadora de la institución y encargada de asesorar a la vecina ciudad en esta materia.

Crespo, una ciudad de aproximadamente 22 mil habitantes, realiza desde hace más de 15 años la recolección diferenciada de residuos: como en otras localidades, el material orgánico se destina a compostaje y el inorgánico se acopia y se vende.

En nuestra ciudad, si bien el proyecto Santa Fe Recicla culminó y la Municipalidad pasó a hacerse cargo de la recolección domiciliaria de residuos en 2010, continúan tanto la campaña de reducción de bolsas plásticas como el programa Pensando en Verde, de Educación Ambiental, con el apoyo de Mc Donald’s, Cervecería Santa Fe, CAM Construcciones y Jerárquicos Salud: “Este año las acciones se concentran en un 2º grado de la escuela Falucho además de tareas de concientización a través de talleres en la misma Reserva Ecológica de la UNL”, explica.

Al otro lado del río

Volviendo a la ciudad de Crespo, y para revitalizar la separación en origen de los residuos, se comenzó en junio de 2012 un trabajo en conjunto con chicos y chicas en edad escolar, con el apoyo de la Municipalidad. “Hicimos un concurso de logos porque la campaña, si bien tenía varios años de vigencia, no contaba con un ícono significativo”. Así se eligió a “Pipo”, un personaje creado por una alumna de 4º grado que tiene la cualidad de enseñar a separar lo orgánico de lo inorgánico. A esta actividad, que tuvo mucho apoyo de las familias, se sumó la capacitación a los docentes, “que son quienes están al frente del aula”, y a los empleados municipales y administrativos.

“Intentamos conformar equipos de trabajo y establecer que la basura es un sistema que depende de cada uno de los habitantes. La jerarquización que se haga comienza en la separación de origen que ocurre en la casa. Nosotros, como Hábitat y Desarrollo, apuntamos al consumo responsable y a decidir qué basura vamos a dejar. Y una vez que se separa, procuramos que se mejore el tratamiento de orgánico e inorgánico”.

En el marco del programa desarrollado en la ciudad entrerriana, “se hicieron imanes y recordatorios para pegar en la heladera y, a pedido del intendente, una encuesta con varios ítems. Entre otras conclusiones, se obtuvo que la gente piensa, en su enorme mayoría, que separa los residuos, si bien cuando se observa el contenido de los camiones que llegan al relleno sanitario no es así”. También se detectaron algunos reclamos por la forma en que se hacía la recolección.

Por otra parte, en Crespo se realiza la fiesta de la Avicultura de la que participan habitantes de la ciudad pero también de localidades aledañas. “Ahí, también tuvimos presencia, a través de un stand con distintas actividades y le regalamos a la gente una bolsita de compost, que se hace a partir de basura. La buena recepción entre los vecinos, que pudieron ver el resultado de lo que separaban en sus casas, le dio otro impulso al proyecto para seguir trabajando”.

Como resultado de todas estas acciones, “se logró mejorar el sistema de separación y, en consecuencia, la calidad de todo lo que podía ser aprovechado”.

La jerarquización del trabajo de los recolectores, la parquización del área exterior de la planta de tratamiento de residuos y la organización de visitas guiadas terminaron de perfilar la propuesta.

Todos generamos

“El tema de los residuos es un desafío social que no tiene que ver sólo con lo tecnológico”, define Di Filippo quien, desde la Reserva Ecológica incentiva la aplicación de las tres R: reducir, reutilizar y reciclar.

“Como usuarios generamos tres tipos de desechos; los orgánicos, los inorgánicos y la basura propiamente dicha. A modo de ejemplo, la cáscara de frutas y verduras van a lo orgánico, los envases de gaseosa o los sachets -ya enjuagados- a lo inorgánico. Y el tercer grupo está formado por pañales, toallas femeninas y elementos similares, que es menos del 20 % del total pero no se puede reutilizar ni reciclar”. Y apunta que “en todos los lugares donde vamos, generamos residuos, aunque es en la vivienda donde más se producen”. Por eso, es importante una correcta separación.

Para Di Filippo queda en claro que, tanto en una ciudad de mayor escala como Santa Fe, como una localidad más pequeña, la gestión integral de los residuos pasa por una decisión política, no sólo por una cuestión de recursos económicos. Por eso, todo el trabajo que se hizo en Crespo fue acompañado por recursos humanos y el compromiso de los vecinos y del municipio, “que es fundamental para que la propuesta se sostenga en el tiempo”.