Se despidió un emblema de Duendes RC

El retiro de un guerrero

• Simón Boffelli decidió culminar su magnífica carrera deportiva en la definición del Torneo del Interior 2013, en la que su querido club se consagró por cuarta vez en el historial.

César Miño

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En ocasión de la reciente consagración de Duendes Rugby Club como campeón del XII Torneo del Interior, al vencer a Tala de Córdoba, se produjo el retiro de uno de sus jugadores emblemas de estos tiempos: Simón Boffelli.

El multifuncional forward tomó esta determinación a los 34 años, luego de militar durante 16 temporadas en la división superior de la ejemplar institución rosarina, en la que debutó ante Universitario de Tucumán.

El inicio de la entrevista con El Litoral, se ubica en su nexo inicial con la institución, que a su vez también marca el contacto primigenio con este deporte.

* “Llegué al rugby infantil de Duendes junto a mis hermanos, en lo que fue nuestro primer contacto con el rugby, cuando mi padre se radicó en la ciudad de Rosario por motivos laborales. Desde entonces, jamás abandonamos que lo se transformó en una pasión familiar ineludible: nuestro querido club...”.

Inmediatamente, alude a que “efectivamente, el durísimo partido ante Tala Rugby Club fue mi último oficial. Es algo que hace tiempo venía pensando; considero que cumplí una etapa muy linda de mi vida y tuve la suerte de cerrarla con la conquista de un nuevo título, lo que me hace muy feliz”.

Con serenidad, pero con rasgos inequívocos de la convicción que distinguió su excelente trayectoria deportiva, Simón señala: “La manera en que se vive el rugby en el club, hace que el desgaste sea tremendo; tal vez si hubiese jugado en otro, podría seguir un poco más...”, agrega con una sonrisa cómplice.

Inmediatamente aclara: “Por supuesto que cada uno de nosotros nos enorgullecemos de que en Duendes no haya espacio para las medias tintas. Esa convicción que distingue al club, es la que nos ha permitido a acceder a tantas satisfacciones en los últimos años”.

Toda una vida

En otro tramo del diálogo, el destacadísimo forward que pasó por los Seleccionados de Rosario Juvenil, Superior y de Seven; que fue Pumita, Colt (Seleccionado Argentino M21) y fue convocado para Los Pumas y para diversos seleccionados nacionales alternativos de diferentes épocas, además del de Seven, habló con la emoción a flor de piel.

* “Cuando te ponés a analizar retrospectivamente lo vivenciado, surge inmediatamente el reconocimiento de una forma de sentir este deporte. La que por ejemplo me generó inmensas satisfacciones en el momento de la despedida: como la gran cantidad de salutaciones recibidas, hasta de parte de personas con las cuales no poseo afinidad. Esto me lleva a pensar que es posible que no haya hecho tan mal las cosas durante tanto tiempo disfrutando del rugby. Te aseguro que fueron sensaciones muy agradables, que sirven para contrarrestar la tristeza que genera la despedida...”.

* “Otra de las grandes satisfacciones que pude disfrutar fue haber jugado mucho tiempo junto a mis hermanos en la Primera de Duendes. Primero con Camilo (actualmente forma parte del staff) y Máximo; después junto a Máximo y finalmente, este año con la posibilidad de haber jugado con Emiliano, al que le llevo 17 años y que por sus compromisos con Los Pumitas, jugó pocos partidos en el Regional...”.

Antes de la despedida, Simón Boffelli reafirma lo que en una institución de semejante valía, se erige en una realidad irrefutable: “Duendes genera una responsabilidad hacia este deporte, que es como si no te dejaran abandonarlo. Todos y cada uno de nosotros nos sentimos esclavos de nuestras propias palabras, cuando expresamos todo lo que le debemos a nuestro querido club... Pues bien, tras haber decidido dejar de jugar, llega el tiempo de comenzar a devolver todo lo que Duendes Rugby Club me ha dado en tantos años de mi vida...”.

Duendes, versión 2010. Simón, tercero en cuclillas, compartió el título con su hermano Máximo Boffelli, octavo de pie. Foto: Luis Cetraro

En cifras

15 títulos

conquistó Simón Boffelli con la camiseta a cuadros verdes y negros. De ese modo, hasta el momento es el único rugbier de Duendes que alcanzó semejante halago.