Noche de horror en Santa Rosa de Lima

Joven asesinado a tiros

La víctima tenía 25 años y recibió dos disparos en el pecho. Los policías que acudieron al lugar fueron “recibidos” con balazos y lanzamiento de proyectiles. Debieron retirarse para evitar males mayores.

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El herido fue llevado en un auto particular hasta el hospital Cullen donde arribó ya fallecido.

Foto: El Litoral

 

Danilo Chiapello

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Fue una noche de furia en Santa Rosa de Lima.

Todo comenzó poco antes de las 21 cuando varios llamados telefónicos a la central de emergencias del 911 dieron cuenta de un enfrentamiento armado que se estaba produciendo en la zona de Mendoza y Arenales, en el corazón de Santa Rosa de Lima.

Con la premura del caso, un móvil de la seccional 4ª partió hacia el lugar. Apenas arribado, los uniformados tomaron conocimiento de que un joven había sido trasladado gravemente herido desde el sector hasta el hospital Cullen.

Ya en el citado nosocomio, los agentes contactaron a un hombre quien relató que momentos antes circulaba con su vehículo particular por la zona cuando fue interceptado por un grupo de sujetos, los que le ordenaron que lleve urgente a un muchacho que había sido herido de bala.

Sin otra opción, el automovilista partió rumbo al efector público llevando además a una joven mujer que acompañaba al herido.

Pese a los esfuerzos realizados, luego se supo que el infortunado arribó al hospital ya sin vida.

La víctima fatal resultó ser Daniel Esteban Álvarez, de 25 años. Examinado por el médico de guardia se diagnosticó como causa de muerte dos impactos de bala en la región del tórax, lado izquierdo.

En simultáneo, y como es de práctica, una comisión de la sección Homicidios ingresó al barrio junto a otros móviles que fueron en su apoyo.

Pero el trabajo de estos últimos se vio frustrado cuando varias personas descargaron una verdadera “lluvia” de proyectiles contra los vehículos policiales.

Pero lo peor sobrevino cuando, en medio de la revuelta, los actuantes escucharon el “silbido” de algunos balazos, los que eran efectuados desde la oscuridad.

Ante tal estado de cosas, los jefes decidieron retirarse del lugar “para evitar males mayores”, según reveló hoy uno de los policías que estuvo en el asunto.

El mismo oficial explicó que “si nosotros contestábamos la agresión eso habría sido una masacre”. “Entonces preferimos retirarnos en resguardo de nuestro personal y de los vecinos que nada tenían que ver con el problema”, agregó.

No obstante, cerca de las 22.30, la policía reingresó al barrio y, ahora sí, pudieron cumplimentar sus labores sin las interferencias no deseadas.

Se investiga

Sin embargo, cerca de la medianoche, los agentes debieron volver a acudir al barrio cuando se supo que una vivienda estaba siendo incendiada.

Fue una comisión de los Bomberos Zapadores la que arribó luego y controló el foco ígneo desatado en un inmueble de Mendoza al 4700.

En concreto, autores desconocidos fueron los que prendieron fuego el portón de madera del garaje de la citada finca, en un hecho que fue considerado intencional.

Es de hacer notar que en la requisa del lugar, la policía se incautó de varias vainas servidas, calibre 9 mm como así también cartuchos intactos con punta hueca del mismo calibre.

Voceros consultados indicaron que todavía no se pudo establecer si el ataque a esta vivienda guarda relación, o no, con los hechos antes mencionados.

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Un rato después del crimen, y en la misma cuadra donde se produjeron los incidentes, un incendio intencional se desató en el frente de una vivienda. Foto: El Litoral