Reunión de la CoProSa

La garrapata, un problema de todos

  • Con la participación de las fundaciones de vacunación de la provincia, los referentes de SENASA anticiparon las líneas del plan nacional que pretenden homologar en Santa Fe para controlar un problema creciente.
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¿Quién pone la plata? Ese fue uno de los temas centrales del debate de la Coprosa. Desde SENASA pidieron primero ajustar los detalles del plan, y luego buscar la financiación del mismo. Foto:Archivo

 

Campolitoral

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En el inicio de la reunión, el secretario de Agricultura Luis Contigiani recibió a los presentes, expresando la “preocupación” del Gobierno provincial por un tema que “está creciendo en Santa Fe”.

Paso seguido, el titular de la delegación local de SENASA, Ernesto Ferrarese, manifestó que desde la entidad están “preocupados y ocupados” en este problema. “Venimos trabajando desde hace años en este tema para el cual se debe trabajar de manera conjunta manifestando la sinergia necesaria para lograrlo” junto a la provincia de Santa Fe. Y dijo que el éxito de cualquier plan sanitario radica en la “participación de todos”.

Los ejes del programa

A continuación, el Méd. Vet. Nicolás Winter, Responsable del Programa de Garrapatas que a su vez depende de la Dirección de Programas Sanitarios y de la Dirección Nacional de Sanidad Animal de SENASA, anticipó los detalles de la estrategia que piensan implementar.

“Estamos ante un nuevo paradigma”, sostuvo le joven profesional, para quien el problema de la garrapata no es un problema de las vacas, sino del hombre. “Es el hombre el que genera las distorsiones al mover la hacienda de lugar”, expresó.

Como factores positivos de este escenario, puntualizó a que la plaga radica en un solo huésped (el bovino), aunque puede permanecer latente en alojamientos provisorio de otros animales. Además, se encuentra limitado por el factor climático a zonas cálidas y húmedas, aunque los cambios globales han incidido en su comportamiento y su aparición cada vez más al sur de nuestra geografía.

A su vez, la plaga presenta factores negativos, tales como su plasticidad genética, expresada en su adaptabilidad y resistencia; la sobrevida ambiental; la cantidad variada de huéspedes ocasionales (caballos, búfalos, etc.); y el acotado control con productos veterinarios, los que expresan un universo limitado y un gradual caso de resistencia químicas por la aplicación de subdosis. Son las mismas drogas que hace 20 años.

Se trata de una plaga difícil aunque no imposible de controlar, pero lo peor que se puede hacer es negar su existencia. “Que no la veamos no significa que no pueda aparecer en cualquier momento”, manifestó.

Hay un plan

Paso seguido, Winter delineó los puntos más salientes del plan nacional que piensan coordinar también en Santa Fe. El mismo se compone de los siguientes elementos:

1) Salvaguardar la inocuidad de los alimentos. Sabida es la persistencia de la Ivermectina en la carne bovina y las consecuencias nefastas que podría acarrear. De allí se desprende que el primer paso es el buen uso de los productos veterinarios.

2) Preservar la zona libre de garrapatas en esa condición. La clave en esto es el control de las tropas que brinda el sistema SICSA en tiempo real.

3) Un plan provincial para desarrollar estrategias locales de gestión territorial, ya sea para el control o la erradicación.

Según el funcionario, Santa Fe debe ponerle una barrera a la plaga para evitar que entre a la cuenca lechera. “Cuando bajamos los brazos, la garrapata se vuelve a venir”, sostuvo convencido.

Además, expresó que entre los factores de mayor preocupación, resalta la baja responsabilidad de los productores en el despacho de tropas limpias a zonas sin garrapata; además del impacto zootécnico del parásito en rodeos sin inmunidad. “Garrapata e inocuidad en leche son incompatibles”, sentenció.

Finalmente, Winter deslizó algunas sugerencias respecto de los aspectos a tener en cuenta para las zonas de erradicación. Los mismos pasan por un relevamiento sanitario de todos los establecimientos; un control en los establecimientos con garrapata de tratamiento obligatorio; un estricto control de ingreso y egreso de tropas; el control en los remates feria; y establecer un programa de control epidemiológico. “Se trata, en definitiva, de discutir sobre intereses comunes, no individuales”, remarcó.

Lo cierto es que a partir de ahora, el compromiso de la lucha contra este flagelo es compartido. Tanto el SENASA como el gobierno provincial, las Fundaciones y los productores deben acordar los detalles de la estrategia a desarrollar para mantener a raya a una plaga que crece y se propaga.

"Relevamiento sanitario de todos los establecimientos; un control en los campos con garrapata de tratamiento obligatorio; estricto control de ingreso y egreso de tropas; control en los remates feria; y un programa de control epidemiológico. Se trata de discutir sobre intereses comunes, no individuales”

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Nicolás Winter, SENASA

Debate de las ideas y las pasiones

  • Para cerrar la reunión, se generó un rico debate, donde los presentes expusieron sus puntos de vista sobre temas sanitarios y financieros del plan. Para los representantes de la FAA, es necesario incluir el plan en un debate de fondo que defina los parámetros de la ganadería nacional. “A un sector rentable se le facilita más cumplir con un plan sanitario”, remarcó, aunque Winter se encargó de aclarar su perspectiva: “el productor es el primer responsable del control primario”. A su vez, la responsable de la Fundación de Romang se mostró gratamente sorprendida de la mayor actitud de compromiso de SENASA hacia el tema, aunque pidió a partir de ahora un mayor acompañamiento, “ya que la figura del corresponsable sanitario no alcanza”.

Finalmente, productores del departamento San Cristóbal destacaron que fue justamente el organismo nacional quien falló a la hora de controlar.