Ganados y carnes

Se adelantó la recomposición

  • Valores retrasados, lluvias y supermercados desabastecidos explican la suba de precios que, con el correr de los días, se estabilizará. Actualizado por el índice de precios al consumidor, el novillo muestra aún un atraso de 28 por ciento respecto de tres años atrás.
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De a poco. Actualizado por el índice de precios al consumidor, el novillo muestra aún un atraso de 28 por ciento respecto de tres años atrás. Foto:Archivo

 

Ignacio Iriarte

La marcada recuperación en el precio de la hacienda registrada en los últimos días, que se esperaba para más adelante, llama la atención tanto por su magnitud como por el hecho que se da en el momento de más alta oferta ganadera de los últimos 46 meses.

Si bien en las últimas semanas ya era evidente que la demanda tenía una “reserva de poder de compra” que no trasladaba a los precios del ganado porque la oferta era abundante, nada hacía prever este aumento, que en el corto plazo se explica por la siguiente combinación: por un lado de fuertes lluvias en la mayor parte de la provincia de Buenos Aires, que generar 80 por ciento de la entrada de Liniers; y por el otro, de una expectativa generalizada de aumentos en el valor del gordo.

Oferta ganadera

En circunstancias como estas, tanto el ganadero pastoril como el feedlotero, ante subas instantáneas tan fuertes del ganado, interrumpe sus ventas, y refuerza el efecto hacia la suba, temerosos de vender mal. La demanda, especialmente los supermercados, no logra comprar en directo (no quieren convalidar semejante suba), y converge sobre Liniers con necesidad y sin margen de maniobra, haciendo subir los precios. Así, valores muy retrasados, lluvias, expectativa de alzas y supermercados desabastecidos explican una suba en un mercado que, con el paso de los días, irá buscando un piso y un techo hasta estabilizarse.

La oferta ganadera de octubre, con algo menos de 1,2 millones de cabezas la más alta desde diciembre de 2009 marca que la retención es cosa del pasado y que hoy estamos más cerca de la liquidación que de una recomposición de rodeos. El 44 por ciento de hembras en la faena de octubre ratificaría esta hipótesis.

Si en octubre la oferta de carne fue cercana a 260 mil toneladas, y estimamos las exportaciones en unas 20 mil toneladas, el consumo se habría acercado a 70 kilos per cápita , más 38 kilos de pollo y 12 de cerdo, lo que daría un consumo total de 120 kilos, todo un récord. Un mercado sobreabastecido.

¿Por qué la suba?

Primero. El precio del ganado y de la carne se retrasaron fuertemente en estos últimos tres años, frente a la inflación, los salarios y el resto de los alimentos. Si actualizamos por IPC el precio del novillo de noviembre de 2010, era 15,30 pesos de hoy; el de noviembre de 2011 daría unos 13,50 y el de igual mes del año pasado unos 10,40 de hoy. O sea, aún después de esta fuerte recuperación, el valor actual del novillo a moneda constante seguiría estando un 28 por ciento por debajo del que teníamos hace tres años. En épocas inflacionarias, como la actual, el precio de un bien no se rezaga indefinidamente; a menudo su actualización parcial sucede sin aviso. Se esperaba, pero para dentro de unas semanas.

También contribuyen a explicar esta suba, aunque parcialmente, el alza espectacular del precio del cuero y la suba del precio del pollo al público.

Así, valores muy retrasados, lluvias, expectativa de alzas y supermercados desabastecidos explican una suba en un mercado que, con el paso de los días, irá buscando un piso y un techo hasta estabilizarse

El dato

Sacando el cuero

  • En cuanto al cuero, ha seguido subiendo en las últimas semanas, acumulando desde fines de agosto un incremento (en pesos) del orden del 65 por ciento. A nivel internacional, el cuero salado muestra una mejora de 45 por ciento en el último año. Es evidente que a gran parte de esa mejora la industria frigorífica ya la está volcando al precio del ganado.