Malos hábitos = diabetes

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La actividad física debe ser una cuestión central en el tratamiento

El 14 de noviembre se conmemoró en todo el mundo el Día Mundial de la Diabetes, un evento que se lleva a cabo anualmente para concientizar sobre el alcance de la enfermedad y la importancia de su prevención.

TEXTO. LIC. JORGELINA JORDA (CENTRO DE NUTRICIÓN INTEGRAL DR. CRISTIAN MEYER). FOTO. luis cetraro.

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica en la que se produce una alteración en el aprovechamiento de los azúcares debido a una carencia parcial o total de la hormona insulina, o a que ésta no cumple su función.

Existen diferentes tipos de diabetes (diabetes tipo 1, diabetes tipo 2, diabetes gestacional). La diabetes tipo 2 es la forma más frecuente. Está causada por factores genéticos (herencia), la obesidad (80% de los diabéticos tipo 2 sufren sobrepeso u obesidad), las dietas desequilibradas (muy energéticas y ricas en azúcares sencillos) y el sedentarismo.

PARA PREVENIR Y TRATAR

Sin duda, adoptar hábitos de vida saludable es la manera más fácil de prevenir y mantenerse alejado de la enfermedad. Pero esto no solo queda ahí, sino que la adopción de estilos de vida saludables es, también, el primer y más efectivo tratamiento para la diabetes.

La actividad física debe ser una cuestión central en el tratamiento, y la alimentación no debe ser por unos pocos días o hasta nivelar los valores de glucosa en sangre, sino que se trata de un cambio para siempre. El reto de los profesionales será que los pacientes entiendan que el ejercicio físico y la alimentación adecuada son un aspecto clave del tratamiento. Solo adoptando estas medidas, una gran mayoría consigue controlarla, puede llevar una vida normal y no necesita de terapia farmacológica.

EL ALIMENTO DE CADA DÍA

A la hora de alimentarse, lejos quedo eso de solo cuidarse con los alimentos ricos en azúcares, o evitar las 4 “P” (papa, pastas, pan y postres). Sí es cierto que hay pautas que el diabético deberá cumplir sin excepción, si su idea es mantener sus glucosas dentro de los paramentos normales.

En primera medida, es importante organizar los horarios de comidas, de acuerdo al tratamiento médico indicado. Esto lo trabaja el paciente y su nutricionista, de acuerdo con los hábitos, gustos y actividades diarias. Siempre es recomendable realizar entre 5 a 6 comidas diarias. El fraccionamiento, ayudará a equilibrar las cantidades de hidratos de carbono consumidos.

Hay que consumir alimentos ricos en fibra como verduras, frutas, panes integrales, salvados, y semillas, dado que la fibra retrasa la absorción de los hidratos de carbono y disminuye la absorción de las grasas.

Se deben evitar los hidratos de carbono de absorción rápida, que son aquellos que elevan rápidamente la glucosa en sangre, como el azúcar, la miel, los jugos de fruta, los helados, productos de confitería, golosinas y bebidas azucaradas. Pero el diabético si puede consumir hidratos de carbono, siempre que estos sean de absorción lenta (elevan lentamente la glucosa en sangre) como los panes integrales, legumbres, pastas o arroz, siempre ajustando las cantidades y acompañados de una fuente de fibra como son los vegetales.

Es importante también cuidar el consumo de grasas poco saludables (coleterol y grasas saturadas), por lo que se recomienda consumir carnes magras, lácteos descremados o aceites crudos para prevenir la aparición a largo plazo de enfermedades cardiovasculares.

Asímismo recuerde que para completar un estilo de vida saludable es necesario acompañar estas pautas alimenticias con la práctica regular de ejercicio físico que aumenta el llamado colesterol bueno en sangre, mejora la circulación periférica y el aprovechamiento de los hidratos de carbono por parte del músculo, y permite reducir las dosis de insulina, lo que no sólo es beneficioso para las personas que tienen diabetes, sino para toda la población en general.