Unión perdió con un gran desorden en el segundo tiempo...

El técnico cambia o cambian el técnico

Van siete partidos sin victorias en las que se sumaron apenas 5 puntos sobre 21 posibles. El equipo quedó a 8 puntos del tercero y a 10 de los punteros. Pero lo preocupante es el flojo nivel futbolístico.

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Pelean los extremos

Martín Gómez le gana de cabeza a Danilo Gerlo. Mientras el delantero del equipo mendocino fue el mejor de la cancha, el defensor tatengue, que volvía a la titularidad, tuvo un primer tiempo regular, pero en el segundo hizo todo mal: se equivocó en el segundo gol y después dejó a Unión con uno menos.

Foto: Télam

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Mendoza)

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El resultado es una lógica consecuencia del juego. No siempre se da con una rigurosidad matemática o científica. Pero viene al caso para explicar qué pasa con Unión, por qué este equipo no gana y está sumergido en una crisis futbolística. Unión viene jugando mal desde hace un tiempo y el técnico, lejos de encontrarle alguna solución, se confunde en sus propios errores y acaba por confundir a sus propios dirigidos.

Cuando este equipo había alcanzado un nivel medianamente competitivo, con una idea futbolística clara y con una vocación ofensiva que nunca estuvo en discusión y que siempre se usó como estandarte del elogio, se hablaba de las fallas defensivas, de la falta de solidez y de la vulnerabilidad que acusaba. Era el aspecto a mejorar y a trabajar por parte de Sava. Lo otro aparecía como algo bien ordenado. Era la imagen de un equipo vertical, agresivo y buscador incesante del arco rival.

No sólo que Unión nunca le encontró la vuelta para mejorar lo defensivo, sino que fue perdiendo atributos en lo que mejor hacía. Dejó de crear situaciones, dejó de ser punzante y peligroso, perdió variantes y se olvidó de lo más importante que tiene el fútbol: saber jugar con la pelota.

Le taparon la subida de los marcadores de punta y empezaron a aprovecharse de sus espaldas para atacarlo; empezaron a encimar a jugadores que se constituían en piezas clave, como Bertocchi y Alemán; se lesionó Zapata, jugador que muchos consideran clave por su capacidad para manejar los tiempos e imponer la pausa, olvidándose de que Zapata —por una cuestión de edad— es un jugador que posiblemente tenga estos vaivenes que viene teniendo desde que llegó a Santa Fe en el sentido de no poder jugar siempre. A esto se le suman los bajones individuales del que ni siquiera pudo escaparse Palacios, que entró en las generales de la ley a la hora de hablar de caídas futbolísticas. Y así, Unión se empezó a desnivelar y a caer en profundos pozos como equipo.

Poco le quedó de aquella capacidad para imponerse sobre el rival. Apenas la idea, que no se negocia y se elogia; pero a la idea hay que saber llevarla a cabo. Y Unión, que supo hacerlo en un pasaje del torneo, entró en bajones tan profundos que ya no sorprende a nadie. Más todavía, se ha transformado en un equipo que adolece de variantes, que termina tirando pelotazos desde el fondo, que no tiene un patrón de juego ni individualidades que sorprendan. Hoy no se sabe si Unión ataca por obligación o por convicción, si lo mejor es que el partido se plantee en el campo rival o en el propio y si las armas futbolísticas son las adecuadas.

Es muy difícil que con Sava se juegue de contragolpe porque no se concibió este equipo para jugar de esa manera, más allá de que dispone de un delantero muy peligroso en el mano a mano y con espacios , como Sebastián Palacios. Pero jugar de contra no es la única manera de explotar las condiciones de un delantero. Hay que tener ideas y convicción para jugar como se pretende. Cosa que este equipo no tiene.

¿De qué le sirve a Sava poner a un jugador como Soto Torres si lo va a hacer jugar de extremo?, ¿qué es lo que le muestra Jara para que lo mantenga como titular?, ¿por qué no existe una mejor manera de tratar la pelota si esta es una necesidad para un equipo que pretenda tener protagonismo?

Con Soto Torres debió cambiar el esquema y jugar, al menos, con un enganche. Lo paró primero de wing izquierdo y luego por derecha, cuando lo mandó a Palacios (esa fue una buena decisión) a pararse como puntero por izquierda, obligando al rival a armar línea de cuatro y a no quedarse marcando con tres atrás, con toda la peligrosidad que eso insinuaba. Palacios metió un par de desbordes, pero la falta de agresividad de Unión se hizo muy notoria a medida que fueron pasando los minutos. Como ante Aldosivi, muy pocas situaciones de peligro: apenas un par de remates desde afuera bien conjurados por Ayala. Conclusión: esto es un fiel reflejo de un equipo carente de variantes ofensivas, situación inadmisible tratándose de un Unión con aspecto y ansias de protagonismo.

El técnico cambia o cambian el técnico

Un regreso muy frío

Matías Soto Torres volvió a la titularidad luego de nada menos que dos años pero su rendimiento fue similar al que mostró casi siempre con la rojiblanca: poca incidencia en el juego y sin desnivel para generar jugadas en ofensiva. Foto: Gentileza Diario Los Andes

El segundo tiempo fue un compendio de errores. Arrancó con dos situaciones defensivas mal resueltas que les dieron la posibilidad de marcar dos goles en sólo 6 minutos al rival. Ya allí el partido estaba definido por lo poco que mostraba Unión, pero se acentuó hasta límites insospechados cuando, en un breve período, Beligoy expulsó a Gerlo y a Magnín. Ahí se acabó definitivamente el partido para Unión.

Ese desconcierto ha ganado la intimidad tatengue. No hay nada que despierte confianza en la gente. La relación del técnico con los jugadores es excelente. Y si bien hay algunos lesionados, el plantel es el mismo que llegó a jugar buenos partidos (recuérdese ante Instituto, el primer tiempo con Defensa, etcétera). Ese Unión ha desaparecido y le dio paso a este Unión de las incógnitas y de la desconfianza. Sava tiene el consenso de la dirigencia, pero él es el primero que debe saber que la urgencia no es la misma que cuando agarró a un equipo que estaba descendido en Primera. Ahora armó un plantel sabiendo que el objetivo es terminar entre los tres primeros. De eso está lejos, pero no solamente por los resultados, sino también por lo que muestra en la cancha. Esto último, lo mal que juega, es lo que a Sava más debiera preocuparle. Tiene que cambiar, debe cambiar, antes de que el cambio sea el de él mismo.

150

Partidos

Son los que tiene el Coto Correa con la camiseta de Unión desde aquella llegada a Santa Fe de la mano de Pumpido y Alí, debutando en la victoria tatengue ante Tiro Federal en Rosario.

38

Por ciento

Es la eficacia de Sava como técnico de Unión. Dirigió al equipo en 39 partidos, de los cuales ganó 9, empató 18 y perdió 12. En el torneo de la B Nacional, su porcentaje se eleva a 47 por ciento.

El técnico cambia o cambian el técnico

El capitán se queda sin resto

Nicolás Correa cumplió 150 partidos con la camiseta de Unión y no pudo festejarlo por la pobre actuación del equipo y la dolorosa caída en Mendoza. Puso garra como siempre, pero sin dudas que la defensa es una zona con muchas debilidades que necesita ajustes importantes de funcionamiento colectivo.

Foto: Gentileza Diario Los Andes

síntesis

Indep. Rivadavia 2

Unión 0

Cancha: Independiente Rivadavia.

Arbitro: Federico Beligoy.

Independiente Rivadavia: Ayala; Caballero, Walter García y Parisi; Peralta, Emiliano Fernández, Guerra y Toneto; Ezequiel Pérez; Martín Gómez y González Vega. D.T.: Roberto Trotta.

Unión: Castro; Vella, Gerlo, Correa y Maidana; Bertocchi, Bruna, Moreno y Soto Torres; Palacios y Jara. D.T.: Facundo Sava.

Goles: en el segundo tiempo, al minuto Martín Gómez (IR) y a los 6 m González Vega (IR).

Cambios: en el primer tiempo, a los 8 m Diego Cardozo (IR) por Peralta. En el segundo tiempo: a los 12 m Magnín (U) por Jara; a los 34 m Capurro (U) por Bertocchi; a los 36 m Gutiérrez (IR) por Martín Gómez y a los 39 m Salinas (U) por Palacios.

Incidencias: en el segundo tiempo, a los 18 m expulsado Gerlo (U) por “planchazo” a González Vega; a los 24 m expulsado Magnín (U) a instancias del asistente 1 por codazo a Guerra.

Bajo la lupa

CASTRO (6).- Una excelente doble atajada en el primer tiempo, alguna que otra pelota descolgada con seguridad y un par de salidas con los pies que dieron confianza. Bien.

VELLA (4).- Sigue lejos de aquel buen nivel en el arranque. Escaso aporte en la salida y proyecciones.

GERLO (4).- Sobrio en el primer tiempo y descontrolado luego. De un rechazo suyo arrancó la jugada del segundo gol y se le “fue la mano” en su expulsión.

CORREA (5).- La vergüenza de siempre pero sin poder cambiar nada.

MAIDANA (4).- Complicado cuando Gómez se tiró por su costado. Fue un punto defensivo problemático.

BERTOCCHI (4).- Otro que no puede recuperar aquella gravitación para manejar la pelota de hace algunos partidos. Estuvo al límite.

BRUNA (4).- Se equivocó en algunos pases y terminó jugando de marcador central. Confundido como el resto.

MORENO (5).- El que más quiso jugar de los volantes. De todos modos, no logró sobresalir en ningún momento.

PALACIOS (5).- Un par de desbordes en el primer tiempo, por izquierda, y un remate que tapó Ayala en dos tiempos. Fue el más peligroso de Unión, pero bien marcado.

JARA (3).- El puesto de centrodelantero ha pasado a convertirse en una pesadilla para Sava, que siempre jugó de “9”. Mal.

SOTO TORRES (4).- Vertical y apurado como el resto, merodeando por los laterales y sin gravitar.

MAGNÍN.- Estuvo sólo 12 minutos en la cancha. Tremendo codazo a Guerra que terminó con su expulsión.

CAPURRO y SALINAS.- Entraron con el partido definido.