El agua trajo alivio

La lluvia define la campaña

Los eventos registrados en la semana permitieron cambios y un continuo un proceso de recarga de los perfiles de suelos en profundidad, los cuales ya muestran saturación, con encharcamientos y anegamientos. Radiografía del impacto de las lluvias en la campaña agrícola provincial.

La lluvia define la campaña
 

Campolitoral

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Finalmente, el agua llegó. Y trajo consigo el vértigo de máquinas que van y vienen a la vera de las rutas, apurando las labores que juntan la finalización de una pobre campaña de trigo, con el inicio de una auspiciosa campaña de granos gruesos.

“El avance de trilla de cultivares de trigo fue muy importante llegando de un 75 a 78 %. Sucedió lo mismo con el avance del proceso de siembra de soja llegando el mismo aproximadamente de un 45 a 48 %, los cuales se vieron interrumpidos por las precipitaciones ocurridas días atrás”, sostiene el último Informe del Sistema de Estimaciones Agrícolas que elabora la Facultad de la Ciencias de la tierra y el Ambiente dela UCSF y difunden la Bolsa de Comercio y el Ministerio de la Producción de Santa Fe.

Para el olvido

El trigo tuvo días de gran actividad y alto ritmo de cosecha. “En todo el área de estudio un porcentaje importante del parque de equipos y máquinas de cosechar estuvo a pleno, en particular en los departamentos donde el cereal ocupó las mayores hectáreas de siembra. Dicha actividad estuvo favorecida por varios días con buenas condiciones climáticas”, agrega el parte. Los rindes promedio mínimos oscilan entre 5 a 8 qq/ha y los máximos entre 18 21 a 22 qq/ha, con máximos en lotes puntuales de 30 - 31 qq/ha y lotes excepcionales de 35 qq/ha (en Castellanos y Las Colonias). Para el área centro norte de la provincia de Santa Fe, se estima y ajusta a un rendimiento promedio final de ciclo aproximado entre 17 a 18 qq/ha, y se mantiene la incertidumbre sobre la calidad de la producción.

La superficie sembrada con girasol en esta campaña es de 86.200 hectáreas (un 23 % menos de lo que presentaba el cultivo en un principio). Se mantiene el muy buen desarrollo de los cultivares con buenas estructuras y stand de plantas; consolidando el mejoramiento y uniformidad.

Una picardía

Para el SEA, el maíz de primera presenta un estado de excelente a muy bueno, con un desarrollo óptimo, condición de humedad y disponibilidad de agua en los perfiles de los suelos. Una verdadera picardía, ya que la superficie sembrada de maíz de primera es de 51.000 has. (unas 3.500 menos que la campaña anterior). Sin embargo, se afianzan las perspectivas para los cultivares a implantar en diciembre. Aquí se estima un incremento del 10 a 12% de intención de siembra sobre lo que se sembró la campaña anterior, revirtiendo la situación que ocurrió con el maíz de primera en esta campaña.

Re sojización

Para la presente campaña, en el centro norte de la provincia, se estima un aumento del 20 % con respecto a la superficie sembrada de 805.000 hectáreas en la campaña anterior; proyectando una intención de siembra, para este cultivo, de una superficie algo superior al 1.000.000 de hectáreas.

Las condiciones lo permitieron y por ello el proceso de siembra a gran ritmo y sostenido incrementaron el área sembrada, el cual se vio impidió por las lluvias que se registraron en fecha 25 de noviembre. Se presenta un grado de avance del mismo del 46 a 48 %, hasta la fecha. “Seguramente tras los eventos registrados se deberán realizar nuevas tareas de resiembra en sectores de lotes que están bajo consecuencias de las lluvias, áreas encharcadas anegadas, en particular en los departamentos del centro sur del área de estudio”, finaliza el informe.

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De recorrida

En el departamento Las Colonias, las contingencias climáticas han producido contratiempos, aunque sin convertirse en un problema serio. Edith Weder, asesora de AFA Humboldt, puso énfasis en el efecto psicológico que las reiteradas lluvias -y la imposibilidad de trabajar en el lote- han generado en algunos productores que sucumbieron ante la desesperación y pagaron caro por ello. “Hay mucha alteración anímica porque se les juntó todo: la cosecha de trigo, la siembra de verdeos y reservas, además de la soja”.

En ese sentido, citó problemas de “planchado” en lotes sembrados con soja durante los primeros días de noviembre, cuando cayeron 150 milímetros en la zona. “Se apresuraron y sembraron con la tormenta encima”, evaluó la ingeniera agrónoma, y agregó que -además- el 100% de los lotes que no usaron curasemilla sufrieron pérdida de plántulas por damping off (ataque de hongos que mata el brote apenas germinado) y debieron ser resembrados.

De todas maneras consideró que las lluvias, que en Humboldt acumularon 59 milímetros en octubre y más 320 en lo que va de noviembre, son muy buenas para la siembra de soja, que en la zona largó el 8 de noviembre.

Lo que sí reportó Weder fueron complicaciones por el viento en los trigos de la región. Tras un invierno cálido que apresuró el desarrollo del cultivo, debilitó las cañas y recortó la cantidad de macollos por planta a la mitad, las últimas tormentas desprendieron granos de las espigas que -al perderse la espiguilla del medio por el calor- se mostraban flojas. “Se perdieron entre 1 y 2 quintales”, indicó la ingeniera. Aún así comentó que los rendimientos superaron las expectativas: “calculábamos 20 a 22 quintales y están dando 25 a 28 con buena calidad, ya que la falta de lluvias durante el desarrollo impidió el desarrollo de enfermedades”. Excepcionalmente -agregó- en zonas bajas que mantuvieron mejores reservas de humedad, como entre Santa María Centro y San Jerónimo, se trillaron lotes de hasta 45 quintales.

Finalmente, Weder precisó que en los tambos no pudieron sembrarse pasturas de primavera pero las precipitaciones beneficiarán la refertilización de las viejas. También comentó que “resurge el mijo” por falta de semillas de moha para hacer reservas de pasto. Y que sólo pudo sembrarse “un 40 a 50%” del maíz de primera para silo o grano húmedo, que “no se va a suplantar totalmente con maíces de segunda porque es mucho más riesgoso por los calores de enero; lo que ya se nota es una tendencia a hacer más sorgo”.

Desbordados

“Las alfalfas y pasturas están espectaculares”, manifiesta el Ing. Federico Alonso, asesor y productor de la zona de Cululú. REspecto de la cantidad de agua caída, manifiesta que en algunas zonas ya son perjudiciales en el corto plazo, aunque “se acomoda enseguida. La costa del arroyo Cululú está desbordada y eso trae algunas complicaciones en las zonas más bajas”. Consultado sobre los cultivos, expresó que el trigo fue una sorpresa. “Falta trillar muy poco, con un balance global que ha muestra que ha rendido más de lo que pensábamos: se hizo con falta de agua, enfermedades, heladas, que apuntan a la heterogeneidad del cultivo, sobre todo entre las Rutas 70 y la 4”, dice.

Para Alonso, en la zona la mayoría de la soja de primera está sembrada “en un 80 % aproximadamente, con algunos lotes que deberán resembrar (entre un 5 a un 10%). Estamos sembrando una soja con expectativas optimistas desde lo productivo. Esta recarga de humedad de suelo aporta reserva para llegar a la floración. Y las de segunda no tendrán la limitante de la humedad que se lleva el trigo”, dice.

En la zona de San Justo, la resiembra de soja parece haber sido la constante. Para Lisandro Angeloni, miembro del equipo técnico de la agencia INTA San Justo, hay un dato demoledor: cayeron 400 mm. en los últimos 20 días. “Esto beneficia mucho al maíz de primera y al girasol, que ya están implantados, y con muy buen estado, más allá de algún problema de anegamiento en algún lote puntual”, destaca. En la zona, el agua retrasó la cosecha de trigo y “esto afectará la calidad, ya que hay lotes donde no se puede entrar todavía”.

Para Angeloni, en la soja sembrada a principios de noviembre se generaron problemas de planchado y esto obligó a resembrar casi toda la superficie implantada en ese momento. “Este problema se va a mantener por las últimas lluvias muy intensas. Probablemente se deberá resembrar por tercera vez. Hay un incremento del área destinada a soja y al maíz de segunda. Hay muy poco sorgo, que ha caído notablemente en la zona”, expresó.

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El norte seco

9 de Julio se vio beneficiado con importantes registros, aunque muy desparejos. “En Tostado, por ejemplo, viene muy bien, y siempre hace falta. Aun que con estos registros recién estamos alcanzando los 580 mm. en lo que va del año”, se lamenta Jerónimo Senn, presidente de la Sociedad Rural local. “El agua vino bien aunque tarde, ya que debería haber llegado en septiembre. Todos los cultivos están atrasados, el trigo fue un desastre y el resto va todo a segunda”. En ganadería también se corrieron un mes los servicios. “El impacto de la sequía lo seguimos sufriendo. En alguno lugares llenaron represas que durarán unos días, pero los pozos (las napas) no se han recuperado. Está todo verde, pero cuando apriete el calor se va a complicar. En Santiago sigue cortado el Salado y eso nos preocupa”.

Por su parte, Inés Parodi, Jefa de la Agencia de Extensión Rural de INTA Tostado, destacó la buena actualidad de un cultivo como el algodón en el departamento. “Más de 100 mil has. sembradas hablan de un crecimiento del cultivo en la zona. Mucha gente del norte que le escapa al picudo está sembrando en el norte santafesino. En la zona, casi nada de el maíz de primera, nada de sorgo y un girasol muy heterogéneo. “El sembrado más temprano está más sufrido. Va a haber más maíz de segunda en zonas como Cuatro Bocas, Pozo Borrado, y en general más soja que la campaña pasada”.

¿Y en el sur?

Según la Bolsa rosarina, con un 87% sembrado en soja de primera, se consolida un aumento del 20% en superficie sojera en el área núcleo. Importantísimas lluvias siguen alentando a los cultivos de verano. “Hubo entre 60 y 120 mm. en toda la región que descuentan al déficit pluvial anual de 250 a 300 mm. Si se mantiene el flujo de humedad, los cultivos van en muy buen camino para que entren sin miedo en el verano del 2014”, anticipa la entidad.

Más lluvias significativas se presentaron al sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires, donde los acumulados fueron superiores a 130 mm. Las precipitaciones fueron pausadas y bien aprovechadas por los perfiles del suelo, dejando reservas entre óptimas y adecuadas. Ya no quedan zonas con reservas escasas y se presentan algunos excesos muy puntuales, especialmente sobre el norte de Buenos Aires. Las lluvias darán ahora un respiro y seguirán las labores de siembra, ya que entre el jueves 28 de noviembre y el miércoles 4 de diciembre se presentan condiciones de tiempo estable. Sólo después volverían las condiciones inestables en la región pero en forma aislada, y con acumulados poco significativos.

Según la Guía Estratégica del Agro, las lluvias han sido “importantísimas” para terminar las labores y apuntalar el estado de los lotes sembrados. Aunque han estado próximas a los 100 mm. en algunas zonas, superando en determinadas áreas esa marca, se desarrollaron con baja intensidad y no causarían problemas en los lotes de reciente siembra. Un alto porcentaje de los lotes están desplegando de la cuarta a la sexta hoja. Ahora bien, no todas son “flores”, ya que la “batalla sigue firme contra las malezas y es encarnizada contra rama negra, que, por la falla de los controles en el invierno, mantiene una fuerte presencia en la región”. La soja de segunda tiene un avance de siembra del 20% en la región y se espera una reducción de área respecto del año pasado.

El estado de los maíces de primera es muy bueno.

“El avance de la cosecha de trigo es de un 45%, pero hay zonas donde ya se terminó y otras donde recién está comenzando. En general se está notando en los rindes algunos quintales más respecto a lo que se esperaba al momento de espigazón. Los máximos y mínimos de la región se ubican en 45 y 8 qq/ha, tendiendo el promedio en los 25 qq/ha, hasta el momento. La mala nota es que, con estas últimas lluvias, los cuadros que han quedado en pie podrían tener una merma en el peso de los granos”, finaliza el informe.


La superficie sembrada con girasol en esta campaña es de 86.200 hectáreas (un 23 % menos de lo que presentaba el cultivo en un principio).



Finalmente, el agua llegó. Y trajo consigo el vértigo de máquinas que van y vienen a la vera de las rutas, apurando las labores que juntan la finalización de una pobre campaña de trigo, con el inicio de una auspiciosa campaña de granos gruesos.


El arroz ya se sembró

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  • La intención de siembra para esta campaña es de unas 45.000 hectáreas. La fecha óptima de siembra concluyó el 25 de noviembre, de aquí en adelante los cuadros que se siembren manifestarán o acusarán una disminución de rendimiento por atraso de siembra. El área presenta un avance de implantación del 80 % de lo proyectado, y la emergencia alcanza al 75 %. Continúan las tareas en los controles de malezas, incorporación de urea preriego y riego, las cuales alcanzan un 25 %. Ya se observan los primeros síntomas de enfermedades en hojas especialmente en la variedad Gurí INTA.