Tomás Bulat

“En enero habrá anuncios económicos importantes”

“Si tuvieras que tomar una decisión importante, ¿lo harías antes o después de las fiestas?”, le pregunta Tomás Bulat a este cronista. Y continúa: “Van a dejar pasar las fiestas, para tener un fin de año lo más tranquilo posible y luego, en enero, se van a hacer anuncios económicos importantes”.

La clave para Bulat está en desarrollar un plan antiinflacionario: “Hasta que no haya un proyecto contra la inflación, todas las medidas que se tomen son efímeras”, desafía.

—Cuando el gobierno expropió YPF, Axel Kicillof trató de “tarados” a aquellos que querían pagarle a Repsol. Un año después, debieron negociar con la empresa española, ¿qué cambió?

—Que a Kicillof se le vino la realidad encima y necesita dólares. Esto no es una cuestión ideológica, sino pragmática. Este año vamos a tener cerca de 8.000 millones de dólares de déficit energético, seis millones más que en 2012. Eso explica buena parte de la caída de las reservas. Entonces, para que vengan inversores importantes, hay que arreglar YPF.

—Pero había un discurso nacionalista armado.

—Y bueno, pero los relatos se terminan. Cuando se estatizó YPF, todo el mundo estaba contento. El problema es que para hacer petróleo no se necesitan banderas sino dinero. Este año YPF va a invertir 8 mil millones de pesos, el doble que en 2012. El presidente Galuccio había dicho que este año iba a invertir 37 mil millones más. Necesitamos cerrar con Repsol, no por amor ni por ideología, sino por necesidad.

—Los cambios en el gabinete, ¿implican un cambio de rumbo?

—No hay un cambio de rumbo, sino de estilos. Y eso es porque no hay cambio de gabinete, sino un enroque. Se van Abal Medina y el muy confrontativo Moreno. Pero Capitanich y Kicillof no vienen de estar afuera del gobierno; el enroque implica un cambio de estilo, pero no de política.

“La sociedad argentina menosprecia la inflación, pero no la castiga políticamente. Si los alemanes llegaran a tener un gobierno con una inflación de más del 5% anual, fuera éste de izquierda o derecha, no lo votan más. Aquí no se animaron a enfriar la economía en 2011 y hoy el problema creció”, asevera el autor de Economía descubierta.

En cuanto a los inconvenientes con el dólar, el economista los atribuye al mismo factor: las malas decisiones. Por eso, explica: “La presidenta no quiso devaluar cuando debía, en 2010, como lo haría cualquier país, pero aquí es mala palabra. En vez de eso prohibió la compra. Hoy tenemos cepo y devaluación. Sólo se podrá levantar el cepo cuando el valor del dólar oficial tenga el del blue. Pero antes de devaluar necesitamos que el gobierno deje de emitir tantos billetes y lograr un menor déficit fiscal. La emisión monetaria de septiembre es de 30 mil millones de pesos.

“No entiendo esta ley de impuestos a los autos de lujo, no sólo a los importados, sino a todos aquellos que pasen de los 170 mil pesos sin impuestos (232 mil a la calle). Entonces, un fabricante argentino, con semejante impuesto, su auto pasaría de valer 232 mil a 355 mil pesos y dejaría de producirlo. Se comenta que podrían producir ‘el base’ y cobrar los accesorios aparte”.

—¿Existe el riesgo de que también aumenten los autos más baratos?

—Por supuesto. Porque aumenta la demanda del base. El margen de rentabilidad de los fabricantes reside en sus vehículos más caros; si se les prohíbe la rentabilidad en los más caros, trasladarán esa ganancia a los más baratos.

Sobre las reservas explica: “Éstas son importantes porque indican cuándo una economía se estanca. En este momento tenemos 31.300 millones de dólares. Si se pierden 12 mil millones de dólares más, te estrellás”.

—Y en este año, ¿cuánto bajaron?

—Sólo en este año, 13 mil millones. Y eso que no pagamos deuda. En 2014 hay que sumarle 4 mil millones del cupón PBI. No estamos nada lejos. Esto es como un tanque de nafta, va bajando. Vos podés ir a 140 pero sabés que se te acaba más rápido. Y de 140, pasas a 0.

—¿Cuáles deberían ser las principales medidas para mejorar la economía?

—Anunciar un plan antiinflacionario. Eso implica reducir el déficit fiscal, eliminar los subsidios a la electricidad, subir el precio del transporte en Capital Federal; no es justo que un santafesino o un cordobés paguen el colectivo mucho más que un porteño, es un delirio. Se necesita un ajuste, pero la sociedad no se lo banca, miramos a corto plazo. Siempre los ajustes son después de las crisis, no antes. Así que aún quedan algunos meses para ir chocando el auto.