El “yuyo maldito” sigue aportando

Llueve soja y entrarían otros U$S 2 mil millones

La cotización de la oleaginosa encontró un techo en los mercados internacionales. Y el gobierno, que devaluó y subió las tasas, contiene expectativas internas demorando paritarias. Ortodoxia y campo al rescate del modelo en crisis.

 

De la redacción de El Litoral

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El economista Miguel Bein (hoy allegado a Daniel Scioli) estimó que el mercado “ya asimiló” las nuevas medidas económicas y comenzó a bajar la corrida hacia el dólar. El billete cotizaba hoy a $ 7,75 el oficial para finales de febrero y a $ 7,9 para marzo en el mercado de futuros de Rosario.

El Banco Central (BCRA) compró ayer 435 millones de dólares en el mercado electrónico. Juan Carlos Fábrega utilizó para eso los depósitos de los bancos en esa institución y llevó el dólar oficial a 7,89 pesos en el segmento mayorista.

La autoridad monetaria intervino en el mercado electrónico (MEP) comprando 415 millones de dólares y 20 millones de dólares en el mercado mayorista. Busca despejar especulaciones “planchando” la tasa de devaluación para que las exportadoras de cereales liquiden soja.

El gobierno estima que quedan 7,6 millones de toneladas de granos como saldo de la vieja campaña. Las exportadoras habrían comunicado que comenzarían a liquidar posiciones hasta completar este mes unos U$S 2 mil millones.

El precio de la tonelada de soja disponible tocó $ 2.693 (descontadas las retenciones) en Rosario y según los analistas de Chicago (487,40 a marzo en el nocturno de hoy) ya enfrenta su “techo” después de varias jornadas en alza. Con precios que no seguirían trepando y un dólar “planchado” tras la devaluación, sumado a la alta tasa de interés impulsada por el Banco Central, la cadena agroexportadora que mantenía “embolsada” parte de la vieja cosecha terminó de ofrecer los dólares por los que tanto “trabajaron” Axel Kicillof y Jorge Capitanich.

Los que no están contentos con la forma en que el Banco Central frenó el dólar futuro son los bancos. “El Central secó el circuito y con este nivel de tasas dejó sin crédito al sistema. Esto no le va a salir gratis al gobierno”, admitió un corredor de cambios.

Pero para el gobierno ese será un problema a futuro. Por ahora despeja un poco el complicado horizonte del dólar, aunque queda la madre de las batallas contra la inflación. Si los precios no paran, los costos internos volverán a subir y los números de hoy serán hambre para mañana, aún cuando empieza a confirmarse el pronóstico récord de soja con 53 millones de toneladas para la próxima campaña.

Tiempo

  • El Banco Central saca pesos del mercado con altas tasas de interés. Pero volverá a inyectar pesos cuando los exportadores liquiden granos. Crecerá el circulante pero seguirá restringido el financiamiento productivo para expandir la oferta económica.

Las amenazas con afiches a empresarios de las grandes cadenas sirven más para oscurecer el clima de negocios que para mejorar la economía.

Los “precios cuidados” son un parche sobre un puñado de productos de consumo masivo y los aumentos convalidados tiene enfrente salarios atrasados que volverán a presionar, paritarias mediante.

Los subsidios hacen presión sobre las cuentas públicas en rojo; pero si se eliminan -como sugirió el último discurso presidencial- la inflación se resentiría con tarifas más caras en los bolsillos masivos.

El precio de los combustibles retiene parcialmente por ahora los efectos de la devaluación. El gobierno gana tiempo recaudando con los efectos de la “devalueta”, que se diluirán si no logra contener a la inflación.