El DT que “juega” los partidos a la par de sus jugadores

“¿Quién es ese Osella?”

  • Le está transmitiendo orden táctico y fervor a un equipo que no tiene muchas luces individuales que desequilibren.
1_MG-DSC_2054.jpg

Así lo vivió en los 90 minutos...

Gesticulando, dando indicaciones, moviéndose por el corralito y más allá del corralito también y gritando junto al Huevo Toresani. Vivió el partido como cualquiera de sus jugadores. Fotos: Mauricio Garín

 

Enrique Cruz (h)

El de los entrenadores ha sido siempre “todo un tema” en Colón. La mayoría de los que llegaron a dirigir, con diversa suerte —casi siempre esquiva—, acabaron triunfando en otros lados. De esa mayoría, casi todos consiguieron ganar algo apenas se fueron de la institución. Los nombres de Martino, Pizzi, Bauza, Fossati, Basile, Mohamed son algunos de esos ejemplos. Claro que también quedaron en el camino algunos casos nefastos, como el de Fernando Gamboa.

Cuando estalló la crisis en Colón, había tres elementos que podían provocar un vuelco favorable para cambiar la historia. El primero de ellos, la llegada de una nueva dirigencia que tenga las ideas en claro para modificar un estado de cosas muy crítico desde lo político, económico y deportivo; el segundo, la elección de un nuevo técnico que pueda torcer un rumbo futbolístico que se ensombrecía a cada momento; y el tercero, la posibilidad de incorporar tres refuerzos que le puedan cambiar la cara al equipo y que recuperen algo de la jerarquía que se venía perdiendo desde hacía tiempo.

Es prematuro lo de la dirigencia porque apenas lleve dos meses de trabajo; la Afa le negó a Colón la posibilidad de incorporar dos refuerzos (Videla, uno de los mejores anoche, llegó como consecuencia de la lesión de Caire) y queda lo del técnico. Muchos pensaron en nombres rutilantes, algunos de ellos de dudosa probabilidad de llegada (Fossati y Bauza, por ejemplo). Vega eligió a alguien que conoció hace poquito más de dos años, cuando Sciacqua —que venía de salir segundo— lo convocó para formar parte de su cuerpo técnico.

¿Quién es ese Osella?, se preguntaron muchos en aquél momento. Y primero con Sciacqua —que se fue al segundo partido— y luego con Sensini —que lo conocía de los tiempos de Newell’s— fue ganándose un lugar como el “estudioso”, el encargado de analizar al rival y de aportar esas cuestiones tácticas que supo aprender viendo trabajar a técnicos como Marcelo Bielsa.

Después le llegó la posibilidad de dirigir a Patronato. Ya por ese entonces, Osella debe haber sentido que esa chance que había esperado durante tantos años le estaba llegando. Y quizás pudo haber sido uno de los grandes sorprendidos cuando fue convocado por el hombre que conoció como médico y que lo llamó a trabajar siendo ya presidente.

Pasaron 180 minutos apenas y uno no sabe cuál será la suerte que correrá este Colón y también su técnico, máxime en un fútbol histérico, furioso y sin tiempos como el argentino. Pero esa tan mentada “mano del técnico” se empieza a ver de a poco, con algunas cuestiones simples (como el mejoramiento de las individualidades, caso Mansilla o Graciani) y otras un poco más complejas, como la de inculcarle un espíritu combativo, intenso y de absoluta concentración, como hacía bastante tiempo no se veía en planteles de Colón que se dedicaron a consumir técnicos tras técnicos.

Para lo que el equipo venía mostrando, para lo que es este momento plagado de urgencias y necesidades y para lo que tiene como potencial este Colón, lo de anoche fue revitalizante. Se defendió bien —hubo muy pocos partidos en lo que va de la temporada en los que a Colón no le marcaron goles—, hicieron un interesantísimo trabajo Meli y Videla para cortar el circuito futbolero de Pisculichi y el santafesino Gómez, anduvieron muy bien los dos volantes laterales y le está faltando lo que le faltó siempre a este equipo: que los delanteros empiecen a meterla. Anoche tuvieron chances muy claras y las desperdiciaron.

Si Osella logra transmitir y mantener ese fervor de anoche y sabe marcarles el límite entre jugar “con todo” pero sin que la ansiedad o la desesperación los carcoma, se habrá ganado un buen “poroto” en este fútbol argentino en el que casi todos los equipos corren más de lo que juegan y piensan.

3_IMG_1227.jpg

... Y así lo festejó emocionado

Abrazándose con sus hijos Tiago y Alejo, que vieron el partido en la platea y lo gritaron como cualquiera de los miles de hinchas que fueron al Brigadier López. Foto: Mauricio Garín

2_mg_DSC_2081.jpg

El dato

Cuestionado.

  • Luego de la derrota en Mendoza, la dirigencia de Quilmes se reunió con el entrenador Blas Giunta luego del mal arranque en el torneo Final. El encuentro se llevó a cabo ayer y luego del mismo quedó ratificada la continuidad del DT, aunque el partido con Colón será clave para su futuro.