al margen de la crónica

La ruta del insomnio

Al contrario de lo que mucha gente cree, el insomnio no es un trastorno únicamente nocturno. También deja huellas durante el día, tal como explica una investigación estadounidense.

Sus datos demuestran que el cerebro de quienes sufren este problema es diferente del de aquellos que duermen a pierna suelta. Y que esas divergencias también son patentes en los periodos de vigilia.

“Es una condición que está presente 24 horas al día, como un interruptor que está siempre encendido”, señala Rachel E. Salas, principal firmante del estudio.

Su equipo ha podido comprobar que las personas con insomnio muestran una mayor actividad y plasticidad en la zona del cerebro que controla el movimiento.

Las neuronas de la corteza motora, explican los investigadores, muestran una mejor adaptación a los cambios y una mayor actividad. Esto supondría, según su tesis, que las personas con insomnio están en un estado constante de procesado de información en esta área, lo que podría explicar por qué tienen una peor calidad del sueño.

Aunque aún es pronto para sacar conclusiones, Salas y su equipo sugieren que sus resultados podrían servir para mejorar el diagnóstico y la indicación de tratamientos en este trastorno del sueño. Por el momento, no hay ninguna prueba objetiva para medir su incidencia, sino que se valora en función de la experiencia de cada paciente.

Para llevar a cabo su investigación, usaron una técnica llamada estimulación magnética transcraneal en 28 personas con insomnio y en otras 18 sin problemas para dormir.

Los investigadores descubrieron entonces que los cerebros de los insomnes tenían más plasticidad que el resto.

Aunque no han podido dilucidar el porqué de esta circunstancia, los investigadores sugieren que la estimulación magnética transcraneal podría usarse para el tratamiento del insomnio para reducir el exceso de actividad de las neuronas implicadas.