Crece la preocupación

Sin novedades de Fernando Marengo

El paradero del joven sigue siendo un misterio. Los investigadores analizan las filmaciones de las cámaras de la peatonal San Martín, de la terminal de ómnibus y del casino, entre otras.

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“Esto es una pesadilla... estoy desconcertada en todos los sentidos”, dijo hoy Virginia Taborda, la novia del joven.

Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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A poco más de 48 horas de su desaparición, el paradero de Fernando Pablo Marengo sigue siendo un misterio.

Tanto sus familiares como su novia, Virginia Taborda (con la que se iba a casar la noche del sábado), permanecen desconcertados.

El último rastro de “Nano”, como le decían sus íntimos, se perdió poco antes del mediodía del sábado cuando subió a un taxi supuestamente para ir a pagar una mesa dulce para su fiesta de casamiento.

Justamente el chofer de dicho vehículo fue la última persona que vio a Fernando. “Durante el viaje no charlamos ni observé nada que me llame la atención”,narró a familiares que lo interrogaron.

“Primero pidió ir hasta Maipú y Pedro Vittori, pero cuando llegamos dijo que se había confundido y entonces solicitó que lo lleve hasta Calchines y Las Heras. Una vez que bajó salió caminando en dirección a la zona céntrica”, dijo el chofer.

No sospeché nada

“Él llevaba una vida normal, como cualquier muchacho. No tuvo cambios de conducta ni nada que pueda hacerme despertar alguna sospecha”, dijo esta mañana Virginia en diálogo con El Litoral.

Visiblemente angustiada, la joven relató que “hace tres años que vivimos juntos. Él trabaja en su negocio que es un almacén con quiniela, que era de sus padres y ahora quedó para él y su hermano. Queda en San Luis e Irigoyen Freyre. Él está siempre allí. Del trabajo siempre viene para mi casa o alguna vez puede verse con amigos, como hace todo el mundo.

Un día a la semana juega al fútbol y otro día tiene peña. Como cualquier muchacho. Yo también voy a mi trabajo, que es a pocas cuadras de mi casa. Tenemos una nena y somos una familia”.

Más adelante agregó: “Yo no noté nada que pueda llamarme la atención. No hubo ningún cambio de conducta, ninguna actitud extraña que pueda moverme a sospechar algo. Él estaba contento, con muy bien ánimo. Estábamos en los preparativos de la boda, cada uno con lo que le correspondía hacer, porque nos habíamos dividido las tareas”.

El último día

“Mi último contacto con él fue el sábado a las 11 de la mañana cuando se tomó el taxi. Nos habíamos levantado temprano, cerca de las 9, que fuimos a buscar el vestido. También buscamos el cotillón que nos faltaba.

Cuando llegamos acá yo tenía que ir a la peluquería y él tenía que ir a pagar una mesa dulce.

Él salió a pagar la mesa dulce que queda en Sarmiento y Balcarce y después tenía que regresar ya que ese día no trabajaba.

Como a las 11.15 tomó el taxi. A las 11.30 lo quiero llamar porque la chica de la mesa dulce me había mandado un mensaje avisando que antes del mediodía se tenía que ir.

Lo llamo y su teléfono me pasa al contestador. Lo primero que pensé es que estaba hablando con ese teléfono. Entonces agarro y lo llamo al otro celular y tampoco me contestó. Entonces me pareció como muy raro. Seguí llamando y no me contestaba. Hasta pensé que podía ser una broma de los amigos.

Cuando pasó cerca de media hora pensé que le pudo haber pasado algo. Llamo a la casa de la madre, pregunté si estaba allí y no sabían nada. No estaba.

Después que pasó una hora ya la preocupación nos había ganado a todos.

Llamé a la empresa de taxis que había tomado y pregunté si me podían dar los datos del móvil, pero me dijeron que no. Entonces me fui personalmente. Hablé con el encargado y me dijeron que iban a localizar al chofer que lo había llevado.

El chofer me contó algo que me llamó la atención. Me dijo que cuando se subió al taxi pidió ir a Maipú y Pedro Vittori. Nosotros no tenemos a nadie allí, conocidos ni amigos. Jamás frecuentamos allí. Pero cuando estaban llegando le dijo: ‘Me confundí, llevame a Calchines y Las Heras’. Tampoco en ese lugar conocemos a nadie. Ahí el se baja y camina en dirección al centro.

El taxista lo conoce del negocio. El chofer me contó que durante el viaje no habló nada. Sólo lo de las direcciones y nada más.

La última persona que lo vio fue el taxista, que trabaja en la parada de 1º de Mayo al 2600”.

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Fernando Marengo, en tiempos felices. Foto: El Litoral

El misterio

Más adelante Virginia explicó que “después de eso no tenemos ningún dato. Nadie lo vio... no sé. Ayer me llamó una señora diciendo que había visto alguien con sus características por la playa de Santo Tomé, pero no sé que pasó con eso. La policía ya tiene ese dato”.

—¿Qué crees que le pasó?

—Estoy desconcertada... en todos los sentidos. Hablé con sus amigos para ver si alguien sabía si le pasaba algo, si estaba arrepentido, pero nadie sabe nada.

A mí no me importan los motivos. Lo único que me interesa es que esté bien. Cada uno puede tomar decisiones, pero me parece que debió haber sido más razonable, porque hay muchas personas sufriendo por él. Estoy yo, está la nena, sus padres, en fin... todos esperando que él nos pueda dar un mensaje. Nunca se comunicó con nosotros.

Por último, la mujer reveló que en la relación “no había antecedentes de fuga de hogar. Teníamos discusiones como todo el mundo pero jamás se fue. Nunca apagó los teléfonos”, culminó.

El dato

Investigación fiscal.

El fiscal Estanislao Giavedoni, a cargo de la búsqueda del joven Fernando Marengo, indicó hoy que el Ministerio Público de la Acusación se encuentra trabajando junto a la Dirección General de Policía de Investigaciones, cuyo jefe regional para Santa Fe es el comisario Mario Monzón. “Se está pidiendo información en las terminales de colectivos, no sólo de Santa Fe, sino de ciudades vecinas” ante posibles versiones de que “se pudiera hallar en otro lado”. Asimismo el personal de investigaciones se encuentra “revisando cámaras de seguridad de la terminal y las de la Municipalidad que están instaladas en la zona”, así como “el rastreo de sus teléfonos celulares”. Por contactos llamar a las oficinas de MPA, de 1º de Mayo 2830 al 4572687 y Obispo Gelabert 2837 al 4574749 ó 4577131.

Lo importante

Filmaciones

Los investigadores que tienen a su cargo este delicado asunto dedican varias horas a la observación de distintas filmaciones.

Los pesquisas ya tienen en sus manos los registros de las cámaras de la peatonal San Martín, como así también de la terminal de ómnibus local y del casino; lugares donde dicen haber visto al desaparecido.

No obstante los trabajos de búsqueda no limitan a nuestro medio sino que también hay inspectores realizando su labor en ciudades vecinas, tales como Paraná y Santo Tomé.