QUINTA TEMPORADA DE CURADORA

Experiencia de producción en Residencia para artistas

Anahí Ojeda, Mariano Combi, Isabel Peña de Buenos Aires y Alejandra Mizrahí de Tucumán participaron de la experiencia en la residencia de trabajo.

Experiencia de producción en Residencia para artistas

Alejandra Mizrahí trabajó en las artesanías textiles locales, aquellas que dan cuenta de la identidad de cada lugar. Foto: GENTILEZA CURADORA

 

De la redacción de El Litoral

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Del 2 al 16 de marzo, se desarrolló la quinta temporada de Curadora - Residencia para artistas, organizada con el apoyo de Ediciones UNL. El jurado integrado por Eugenia Calvo (coordinadora del Área de Residencias del Museo Castagnino+Macro), José Luis Volpogni (director de Ediciones UNL) y un representante de Curadora seleccionó a los artistas que resultaron becados para participar de la experiencia.

Durante este período, trabajaron en el desarrollo de las propuestas presentadas oportunamente en la convocatoria involucrando en las mismas al contexto físico y social.

TRABAJOS

Anahí Ojeda (de Buenos Aires) buscó la continuación de un proceso de trabajo en desarrollo que intenta indagar sobre la relación entre imaginación, contemplación y entorno. ¿Qué pasa cuando las puertas de nuestra morada primera se abren? ¿Podemos las personas entender a la naturaleza y a las ciudades como una casa, como un hogar? ¿Qué sucede cuando nos mudamos de ciudad y el entorno cambia?

“Trabajé sobre estas preguntas a través del relevamiento de imágenes, el gesto y la experimentación con los materiales; utilizando principalmente la acuarela como medio expresivo y de investigación. Realicé acuarelas en cantidad y de pequeño formato, de manera que el entorno comience a filtrarse en las mismas”.

Mariano Combi (de Buenos Aires) y su “Cuaderno de viaje”, un trabajo en proceso, iniciado entre junio y julio del 2013. “Mi cuaderno de viaje no es un cuaderno propiamente dicho, sino apuntes de hojas sueltas; tampoco está basado en experiencias directas de ningún viaje, sino que se detiene en ciertos hitos o hechos históricamente significativos de determinado lugar, para avanzar trazando asociaciones con otros hechos y figuras históricas de distintos lugares y épocas. Estas asociaciones son en su mayoría subjetivas, cada tema dispara inevitablemente otros tantos y así se va formando una constelación histórica singular. Este cuaderno de viaje pretende contar la historia entera de ciudades, pueblos, naciones, siglos, viajeros y expediciones... Obviamente nunca lo logrará, pero esa seguirá siendo su premisa: contar la Historia en unas hojitas de papel”.

Alejandra Mizrahí (de Tucumán) trabajó en las artesanías textiles locales, aquellas que dan cuenta de la identidad de cada lugar. “Aprenderlas y mezclarlas unas con otras para generar un entramado híbrido de técnicas artesanales que conviven en un mismo paño. La artesanía es un modo de producir que está estrechamente ligado con muchas ideas que se relacionan con la habilidad de la producción, el compromiso con la calidad en términos modernos, etc. El trabajo desde y con la artesanía tiene que ver con la superación de las divisiones entre práctica y teoría, técnica y expresión, artesano y artista, productor y usuario. Este proyecto aún no tiene una forma definida. Estoy juntando tapetes viejos, rotos, manchados, aquellos que están en muchas casas, que se guardan por su alto valor afectivo, los cuales generalmente pertenecieron a las abuelas o bisabuelas. Tesoros blandos que se amontonan en algún viejo baúl o junto a nuevos manteles de tejidos sintéticos. La operación parte de la idea de restauración; restaurarlos con una nueva lógica. Traerlos al presente con técnicas y textiles producidos en la actualidad”.

Isabel Peña (Buenos Aires) vivió plenamente el intercambio. “Hice fotos de mis compañeros en acción, escribí, dibujé y pinté con un espíritu bastante abierto y más paciente que el habitual.

Recopilé diálogos que me llamaron la atención y escribí fragmentos de lo que tiene potencial de ser un texto narrativo o un poema sobre la experiencia en residencia. También hice pinturas sobre la base de fotos que fui tomando y a lecturas.

“...Tener más tiempo disponible me sirvió también para escribir (que en última instancia es pensar mejor) sobre la relación de la fotografía y la pintura en mi cuerpo de obra. Y reactivó mi deseo para hacer más de estas experiencias de viaje en residencia”, explicó.

“... Me había propuesto priorizar procesos confiando en que la experiencia y esta oportunidad de intercambio decantará integrada en obra concreta a su debido tiempo. No esperaba lograr hacer una producción determinada ni cerrada en esos 15 días”, destacó.

En el marco de esta temporada, se realizó una presentación de la obra de cada uno en el MAC.

 

HORIZONTE

  • Desde comienzos del 2013, Curadora recibió a de 22 artistas provenientes de diferentes provincias argentinas, y muchos otros de la región fueron parte de las charlas, talleres y clínicas organizadas.

Durante los días que dura cada temporada, se comparten la casa, las comidas y los procesos de trabajo, proponiendo una comunión entre la práctica artística, las tareas cotidianas del hogar y el entorno natural.

Contemplan especialmente a artistas cuyos trabajos estén orientados a ampliar el horizonte del arte, la reflexión sobre sus alcances y relaciones con el paisaje (físico y social), haciendo hincapié en la experimentación, el pensamiento crítico y el cruce con otros campos del conocimiento como medios posibles para lograr este objetivo.

El programa está gestado a partir de una modalidad mixta que combina la consolidación de apoyos institucionales, patrocinios eventuales y autofinanciamiento para el desarrollo de sus formatos.

+ información

www.curadoraresidencia.com.ar / www.lacuradora.blogspot.com