Proyecto escolar

San Javier: escuela rural solicita elementos para la huerta orgánica

Se trata del establecimiento educativo Nº 108, Cabo Ramón Anadón, ubicado a 20 kilómetros al norte de la ciudad de San Javier. Es una escuela de 4a. categoría y asisten 32 alumnos de los niveles inicial y primario.

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Los alumnos se ven involucrados en una actividad, a través de la cual se ponen en juego muchos valores, entre ellos el esfuerzo, el trabajo mancomunado y cooperativo. Foto: Luis Verón

 

Luis Verón

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El Litoral recorrió los 20 kilómetros que separan la ciudad para encontrarse con una pequeña institución escolar en la zona rural del Paraje Colonia San José, del distrito San Javier. Al ingresar pudimos observar, contiguo a la escuela, un amplio sitio con tierra removida y la plantación de los primeros plantines que nos muestran un proyecto en marcha. Allí fuimos recibidos por el personal directivo y docentes.

Durante la charla, la directora de la escuela, Mónica Bode, contó que hace cuatro años llegaron a esa colonia, junto a las docentes María Rosa Chelini y Marisa Bavera, quienes comenzaron a trabajar para desarrollar una huerta escolar. Con gran esfuerzo y con unos pocos recursos a préstamo lograron dar inicio a este objetivo.

“La huerta como proyecto escolar es de gran importancia para los niños porque además de obtener los frutos que da la tierra, los alumnos se ven involucrados en una actividad de sensibilización y conocimiento de la agricultura, a través de la cual se ponen en juego muchos valores entre ellos el esfuerzo, el trabajo mancomunado y cooperativo”, sostuvo.

Por otra parte, las hortalizas son utilizadas para el consumo de la comunidad escolar, ya sea en el comedor o en actividades escolares. “Este es el propósito a seguir cumpliendo desde la entidad”, agregó.

Para que los niños puedan ingresar a la huerta deben contar con el calzado y las herramientas adecuadas, elementos que en la actualidad no tienen. “La mayoría de los alumnos, de muy escasos recursos económicos, dispone de un solo par de zapatillas usadas para asistir a clases. De allí la necesidad de contar fundamentalmente con botas de goma para poder desarrollar las actividades en la huerta. Otras de las carencias a superar, para ver cristalizado este proyecto, son las herramientas necesarias para llevar a cabo una huerta, como por ejemplo palas de punta, azadas, azadines, rastrillos, entre otros, de tamaño adecuado y en la cantidad suficiente para el uso de todo el alumnado”, puntualizaron las docentes.

En la actualidad, un vecino de la escuela es quien los ayuda a mantener la huerta y les facilita unas pocas herramientas para sostener esta iniciativa. Pero muchos colaboran con la entidad. Un ex alumno que vive cerca del establecimiento es el encargado de cortar el césped, ya que el predio donde se encuentra emplazada tiene grandes dimensiones.

Satisfacción

Entre las experiencias positivas que lleva a cabo este grupo de docentes y alumnos la directora del establecimiento, Mónica Bode, recordó uno de ellos con mucha emotividad en estas palabras. “Hace dos años realizamos una feria de platos con los productos de la huerta y tuvimos mucho éxito. Hicimos dulce de batata y de toronjas, para lo cual la supervisora de aquel entonces nos envió la receta”.

El dictado de clase se realiza en horas de la mañana, dada la matrícula con que cuenta. Directivos y docentes son los encargados de realizar la limpieza, ya que no disponen de asistentes escolares, porque la reglamentación así lo expresa por ser de cuarta categoría. El nivel inicial actualmente funciona en la casa habitación de la escuela, espacio que fue readecuado para su funcionamiento. El apoyo de los padres de los niños es muy bueno según relataron los integrantes de la comunidad educativa.

También su directora contó con gran alegría que desde hace dos años la escuela cuenta con quince netbook conectadas a Internet. Por este motivo, la mayoría de los niños llegan media hora antes y mientras la directora y docentes realizan la limpieza, los más pequeños se entretienen con juegos educativos, mientras otros buscan material de estudio para el posterior desarrollo de sus actividades en el aula.

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Las docentes están a la espera del apoyo de empresas y particulares que puedan facilitarles los elementos que harán más fácil su tan abnegada labor y realidad su proyecto. Foto: Luis Verón

El dato

Apoyo

El trabajo y esfuerzo puesto de manifiesto es digno de destacar. Ellos están a la espera del apoyo de empresas, particulares y de todo aquel que quiera hacerse eco de sus necesidades y puedan facilitarles los elementos que harán más fácil su tan abnegada labor y su proyecto realidad. Los interesados en colaborar comunicarse al teléfono 03405 15 430 676 o al mail: [email protected].

Pedido

En la visita al establecimiento se pudo observar también una importante cantidad de libros y material didáctico recibido, que se guardan en cajas. Ante la consulta, la directora expresó que falta mobiliario y espacio para que el mismo sea de fácil acceso a los niños. Por esa razón solicita, a quienes puedan colaborar, la donación de estantes o armarios para tal fin, los que serán bienvenidos en la institución.

La escuela cuenta con la asociación cooperadora, integrada por padres y vecinos de Colonia San José. Este grupo también realiza un apoyo importante a la entidad educativa, y con gran esfuerzo se ha propuesto para este año cambiar el cerco perimetral de la escuela, para lo cual realizaron beneficios. Afortunadamente, ya se ha adquirido el material necesario. Actualmente dicha comisión continúa realizando diferentes actividades para obtener fondos y así costear los gastos que ocasionará la mano de obra.

Esta visita generó un grato recuerdo y la certeza de que la escuela rural es el centro alrededor del cual gira el desarrollo personal de cada uno de esos niños, en contacto inseparable con su comunidad.