Acuerdo con el Club de París

Las inversiones no serán “inmediatas”

La refinanciación de la deuda con el Club de París originó previsibles jubileos oficialistas y reparos opositores. La ministra de Industria, Débora Giorgi celebró la apertura de “una puerta enorme” para que lleguen “más y mejores inversiones extranjeras”.

El titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y de la CGT, Antonio Caló, destacó que el acuerdo que “abre las puertas para que vengan los capitales de afuera” y que “toda inversión que venga a la Argentina beneficia a los trabajadores”

En la perspectiva económica, la consultora Abceb advirtió que la llegada de inversiones y créditos “no será inmediata” en tanto no se modifique el escenario de recesión.

El economista Juan Pablo Ronderos explicó que “las condiciones actuales de incertidumbre para invertir en nuestro país seguirán vigentes, lo que representa una traba para nada menor”.

La consultora Finsoport explicó que los Estados miembro del Club de París eran garantes de empresas que prestaron o invirtieron en la Argentina, y que el incumplimiento prolongado del país impidió renovar ese respaldo. Por eso, no llegaron nuevas inversiones.

“Estas compañías tenían garantía estatal, de modo que sus pagos fueron afrontados por los respectivos gobiernos que se constituyeron, por lo tanto, en acreedores principales. La situación de default con el Club de París hacía no elegible a la Argentina como destino de nuevos seguros de crédito a las exportaciones o inversiones desde el exterior; el arreglo levanta esta restricción, según se deduce del último párrafo del Comunicado (oficial)”, señaló la consultora de Jorge Todesca.

Hubo evaluaciones positivas de Sergio Massa o de Mauricio Macri, pero entre las voces políticas, la de Hermes Binner destacó -más allá del acuerdo “necesario para la inserción de la Argentina en el mercado de capitales”- que el gobierno “no explica” la lógica de haber dejado que la deuda crezca en los últimos años.

La Asociación Empresaria Argentina (AEA) dijo que el gobierno dio “un paso importante hacia la integración de la Argentina con el mundo”. La entidad recordó su prédica a favor de “una plena integración al mundo, y en particular el acceso normal a fuentes externas de financiamiento”.

En el otro extremo del abanico empresario, la Came -con la firma de Osvaldo Cornide- apuntó que “las Pymes necesitan confianza para producir, crédito para invertir, y un clima de negocios amigable para empresarios e inversores. La normalización de las relaciones financieras internacionales del país es el inicio para recomponer esas variables”.

Dudas y reproches

  • El senador puntano Adolfo Rodríguez Saá pidió que el gobierno detalle “a cuánto asciende el nivel de deuda de nuestro país mantiene con el Club de París” y que se disgregue “el capital, interés devengado e impago, e interés no devengado a pagar”. Reclamó que se cumpla el mandato constitucional de remitir al Congreso un proyecto de ley para solicitar autorización a renegociar la deuda (artículo 75, inciso 7 de la Constitución).

El titular de la CGT opositora, Hugo Moyano, afirmó que “si le van a pagar al Club de París, que primero le paguen a los jubilados lo que les corresponde”.

Elisa Carrió pidió que el pago de la deuda se haga “con reserva de auditoría de lo que se debe” y Pino Solanas rechazó de plano el acuerdo que “viola la Constitución” mientras “el Código Civil prohíbe negociar acuerdos que surjan de actos ilícitos”.

El dato

Advertencia

  • La consultora Finsoport afirmó que “es positivo” el acuerdo pero advirtió que “las condiciones son sumamente gravosas para el próximo gobierno”. La consultora precisó que de una deuda de 9.700 millones de dólares a cancelarse en cinco años, “se prevén pagos de 1.150 millones de dólares hasta mayo de 2015 y otro en mayo de 2016”, pero “quedarían 7.400 millones para cancelar en tres años (2017, 2018 y 2019)”.