Argentina sorprende al mundo ganando la Copa de las Naciones...

¿Y si se repite la historia?

¿Y si se repite la historia?

De izquierda a derecha: Antonio Rattín, Amadeo Carrizo, Alfredo Hugo Rojas, José Manuel Ramos Delgado, Roberto Telch, Vieitez, Prospitti, Ermindo Onega, Vidal, Carmelo Simeone, José Rendo. Foto: Gentileza Revista El Gráfico

 

Tomás Rodríguez

(Especial para El Litoral)

Hace medio siglo, el 6 de junio de 1964 la selección de la Argentina —que había sido invitada a último momento por deserción de la Unión Soviética— al vencer 1 a 0 a Inglaterra, con tanto de Alfredo “Tanque” Rojas, obtuvo la Copa de las Naciones, en su momento denominada “Mini Mundial”, organizada por la Confederación Brasileña de Fútbol, al conmemorar el cincuentenario de su fundación.

La sorpresa fue la ausencia de los rusos que tenían en sus filas a Lev Ivanovich Yashin, “La Araña Negra”, campeón olímpico en Melbourne 1956 y de la Eurocopa cuatro años después y de Valentín Ivanov, goleador de la URSS en el Mundial de 1962 en Chile. Ante ello, nuestro país aceptó la propuesta de la Fifa y reemplazó a la URSS.

En forma impensada, el equipo dirigido por José María Minella, se presentó diezmado (la mayoría de los futbolistas se negaba a integrar la selección, tras la humillante actuación en Suecia 1958 y el fracaso en Chile dos años antes) y venía de cumplir una floja actuación en la Copa América 1963, conquistando en forma increíble la competencia en forma invicta y brillante ante Portugal, Brasil y los inventores del fútbol..

En la jornada de apertura, el 30 de mayo, en el estadio Maracaná, Brasil goleó a Inglaterra 5 a 1, con dos de Rinaldo, Pelé, Julinho y Días Branco para el local y Jimmi Greaves para la formación británica.

Primer éxito

En su debut, al día siguiente, la Argentina superó en Río de Janeiro a Portugal, por 2 a 0, con anotaciones de Alfredo Rojas (56') y Alberto Rendo (89'), en encuentro dirigido por el holandés Leo Horns.

Lamentablemente, en el conjunto argentino se lesionó el centrodelantero y goleador Luis Artime, siendo una baja importante, sustituido por Prospitti.

En el conjunto europeo, jugó Eusebio da Silva Ferreira, más conocido como Eusebio, considerado por la FIFA como uno de los delanteros más grande del siglo XX, a quien llamaba la “Perla Negra” o “La Pantera de Mozambique”, una leyenda del fútbol portugués, dos años más tarde su país fue tercero en el Mundial de Inglaterra, siendo el máximo artillero con nueve anotaciones en seis partidos.

Goleada histórica

Por la segunda fecha, el 3 de junio, la formación blanquiceleste derrotó a Brasil, en un hito histórico hasta entonces, por 3 a 0.

La notable labor de los argentinos hizo trizas los sueños brasileños de conquistar un campeonato internacional importante en su tierra. En la media hora inicial se pudo observar el fútbol de Brasil engalanado con la belleza de su juego, a pesar de no contar con Manoel Francisco dos Santos “Garrincha” (el “Mago de la gambeta”), el mejor regateador de la historia del balompié mundial.

José María Minella el adiestrador argentino planificó el partido pensando primero en evitar la goleada; luego en tratar de salvar el empate y finalmente, si todo se daba favorablemente, en buscar el triunfo mediante algún contraataque afortunado.

El “Chino” Mesiano salió a la cancha con un engañoso Nº 11 en la espalda y con la única tarea de acosar a Pelé en todo momento y circunstancia. Además, el mediocampista Alberto “Toscano” Rendo, en una función insólita, nunca lo había hecho en su vida, se encargó de seguir por todos lados a Gerson, convirtiéndose en una “estampilla”; además cuando podía lo “cargaba” verbalmente; entonces a Brasil solo le quedaron los desbordes de Carlos Alberto.

Rattín se transformó en el técnico del equipo dentro de la cancha; erigiéndose en el alma del equipo, con temperamento y fe ganadora, derribó a Pelé sin el balón en juego, le dio la mano para levantarse a O Rei, quien fastidiado le espetó: “Eu Rata, nos conocemos bien, este es el cuarto partido que nos enfrentamos, no pegar sin bola”, respondiéndole el ídolo boquense: “Mira Negro, tropezaste y te caíste sólo; si llegas a tomar la pelota sin marca y te tengo que enfrentar, te mato...”.

“Amadeo, no arrugués”

La noche anterior, Rattín había mantenido un polémico encuentro en la habitación de Carrizo, quien decía que padecía una lesión y no podía actuar, explicándole el emblema boquense que se olvide de lo ocurrido en Suecia. “Amadeo, no arrugués, en la cancha se ven los pingos, vos tenés la valla invicta; estamos bien defensivamente; a Pelé no le otorgaremos ni un centímetro de ventaja, entre el ‘Cholo' (Simeone) y yo lo vamos a acariciar en el medio y atrás Ramos Delgado siempre va a salir jugando con pelota dominada”.

A los 28' Pelé ofuscado por la marca de Mesiano le aplicó un cabezazo y le fracturó la mandíbula, en la que se estima la única mancha en toda la carrera del considerado por la FIFA mejor futbolista de esa época; ingresando Telch por el futbolista de Argentinos Juniors, quien se ubicó en zona defensiva. Rattín lo tomó del cuello y le dijo: “Pibe, qué hacés acá, andá adelante; tenés que ayudarlo al ‘Ronco' Onega y al ‘Tanque' Rojas, porque le tenemos que ganar a Brasil”.

Este histórico partido fue la consagración de Telch, con 20 años, en el seleccionado argentino. La defensa mostró firmeza y seguridad en todo el certamen finalizando con la valla invicta, sirviendo como reivindicación para Carrizo de una desacertada actuación en el Mundial de Suecia (1958).

Inglaterra y Portugal empataron en uno en el otro partido de esa segunda fecha: Peres (P) y Roger Hunt (I) anotaron los tantos de sus equipos.

La consagración

La consagración de Argentina fue el 6 de junio de 1964 cuando en el estadio Maracaná se impuso a Inglaterra por 1 a 0, anotando el “Tanque” Rojas el único gol cuando restaban 16 minutos para finalizar el cotejo. Sir Alf Ramsey, el famoso técnico de Inglaterra, elogió la actitud, el temperamento y las variantes del equipo argentino.

Geoffrey Hurst el héroe de la polémica final del Mundial de 1966 anotando tres goles frente a Alemania Federal, fue absorbido por Simeone, en un equipo británico en formación, teniendo en cuenta que también actuaron, entre otros, el arquero Gordon Banks; el defensor Raymond Wilson; los hermanos Jackie y Bobby Charlston (este fue considerado el mejor futbolista en el partido decisivo disputado en el estadio de Wembley (30 de julio e 1966); los medios Ron Flower y Gerry Byme y los delanteros Bobby Moore, George Eastham y Terry Paine.

Cabe consignar finalmente que Brasil concluyó su actuación venciendo a Portugal, 4 a 1, en Río de Janeiro, Pelé, Jairzinho y dos veces Gerson conquistaron los goles del bicampeón del mundo que finalizó segundo en la Copa de las Naciones. El mediocampista Mario Columa fue autor del tanto de honor de los portugueses.

síntesis

Brasil 0

Argentina 3

Estadio: Pacaembú (San Pablo).

Arbitro: Gootfried Dienst (Suiza).

Público: 70 mil personas.

Brasil: Gilmar dos Santos Neve; Carlos Alberto Torres, Hercules Brito, Joel Antonio Martins y Rildo da Costa Menezes; Gerson de Oliveira Nunes y Roberto Días Branco; Julio César de Andrade Moura “Julinho”, Edvaldo Izidio Neto “Vavá”, Edson Arantes do Nascimento “Pelé” (capitán) y Jose Reinaldo de Lima “Rinaldo”.

Argentina: Amadeo Raúl Carrizo; Carmelo Simeone, José Manuel Ramos Delgado (capitán), José Varacka y Abel Omar Vieytez; Alberto Rendo, Antonio Ubaldo Rattín, José Mesiano y Pedro Prospitti (Independiente); Ermindo Angel Onega y Alfredo Hugo Rojas. DT: José María Minella.

Goles: en el primer tiempo: 41' Onega (A); en el segundo tiempo, a los 18' y a los 44' Telch (A).

Cambios: en el primer tiempo, a los 27' Telch por Mesiano (A), lesionado. En el segundo periodo, antes de comenzar, Jair Ventura Filho “Jairzinho” por Julinho (B) y Luis Carlos Nunes da Silva “Carlinho” por Brito (B).

Incidencia: a los 71' Gerson (B) ejecutó un penal, se desvió en Carrizo, estrellándose la pelota en un poste.

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