Señal de ajuste

Llamalo a “Cacho”

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Roberto Maurer

Revolviendo en los trastos viejos del altillo televisivo, al lado de “Odol Pregunta”, “La Feria de la Alegría” y otros entretenimientos de preguntas y respuestas, o quiz-show, el Canal América desenterró “Pulsaciones”. Ahora denominado “Pulsaciones, el complot” (lunes a las 20.30), es un formato de Endemol que se vio hace unos diez años, y cuyo nombre se inspira en el ritmo cardíaco de los participantes.

La expresión “cultura general” sobrevuela un género que tuvo algunos ciclos donde respondían participantes que se habían especializado en alguna rama del conocimiento. Pero desde hace tiempo, se impuso la noción de “cultura general” que es tan general que deja de ser cultura, ya que se asocia a un saber que, por la amplitud de la exigencia, resulta difícil de distinguir de la ignorancia: gran parte del concurso está basado en el batacazo.

SIN FAMOSOS, NO

En la primera emisión, los tópicos se relacionaron con los Aliados en la Segunda Guerra, los idiomas de raíces latinas, series de los años ‘70, ciudades australianas, las canciones de María Elena Walsh, herramientas de carpintería, los apóstoles de Jesús, cantantes que usaron playback, países que tuvieron colonias en África, ciudades con más de mil años, misiones espaciales fracasadas, juegos olímpicos, lugares donde se usan 110 volts y ganadores de la Copa Libertadores.

Con esos temas fueron atosigados los participantes encerrados en un recinto hermético donde no ven las cámaras y sólo oyen la voz del conductor. En esta versión, el público lo tiene de cuerpo presente y se trata de Jorge Rial, de fuerte pisada en América.

De acuerdo con los tiempos, los dos participantes ahora son acompañados por un par de famosas o famosos. Ileana Calabró llevó a Sebastián, un compañerito de banco que necesita la plata porque salió de garantía de un amigo que resultó un garca. Silvina Escudero concurrió con Florencia, una amiga que necesita dinero para reunirse con su familia en España.

Cada participante dispone de un tiempo total limitado para responder, y el hallazgo del formato consiste en el uso del teléfono con el cual pueden pedir ayuda a distintas personas de su confianza, entre familiares, vecinos, compañeros de trabajo y novios a quienes ellos consideran inteligentes. En la emergencia, contrarreloj, se oyen frases como “llamalo a ‘Cacho’, que es un bocho”. A veces sucede que no lo es. O que lo es, pero no sabe de memoria los ganadores de la Libertadores.

Parar enfriar el clima del juego, Rial saca a relucir viejas fotos de las dos celebridades que participan, y en un caso con la perfidia que, en realidad, la farándula digiere rápidamente porque conoce las reglas y se beneficia con ellas. Ileana Calabró viene golpeada por la muerte de su padre y las andanzas de Rosi, su ex marido, actualmente comprometido con ilícitos del lavado de dinero de Lázaro Báez. No obstante, agradece sus años de felicidad con Rosi.

Las respuestas acertadas son premiadas con dos mil pesos, algo más que cuatro paquetes de yerba de un kilo. No lograron llegar demasiado lejos: Florencia sumó $ 6.000 y Sebastián ganó 4.000, o sea que no les alcanzaba para viajar a España ni pagar la garantía. Pero al final perdieron lo que habían ganado y se retiraron como habían llegado, con los bolsillos vacíos, porque al juego se le agregó un procedimiento perverso que lo permite.

COSAS FEAS

Era imposible sustraerse a otro tipo de pulsación. Ese día, Jorge Rial ya había anticipado en el programa de Polino la ruptura definitiva con Mariana Antoniale, también conocida cariñosamente como La Niña Loly, en tanto que los indiferentes a su encanto prefieren llamarla Cara de Sartén. Ahora, Rial usa la expresión “lobo disfrazado de cordero”.

Según declaró, se fue “enterando de cosas más que no importan porque son feas, pasó algo que lastimó a una de mis hijas y no quiero entrar en detalles pero hubo un hecho que tuvo como protagonista a mi hija”.

Luego se extendió en “Intrusos”, aunque en sus confesiones mantuvo jeroglíficos aún por descifrar. “Yo guardaba silencio por cariño. Claro, antes no me había enterado de nada. Siempre le voy a creer a mi hija. Después ya se dan cuenta lo que pasa, empiezan a aparecer cosas. Yo no sé cómo se vuelve de esto. Me guardo los detalles, pero sé que hay colegas que saben. Yo me callo porque es mi hija. Repito, no es nada físico, yo no lo voy a contar”.

Fueron un romance y una separación que mantuvieron en vilo a la opinión pública, cuyas alternativas se filtraron en todos los programas de la tele, pero ahora ha nacido un misterio, o sea que seguimos conviviendo con las pulsaciones de Rial.