Satisfacción de la comunidad educativa

De la Redacción de El Litoral

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El edificio propio del Instituto Nº 12 Gastón Gori comienza a cobrar forma luego de casi dos décadas de reclamos. El gobierno de la provincia adjudicó la semana pasada la ejecución de la primera etapa del proyecto arquitectónico que se erigirá en 9 de Julio 1756.

En la propiedad donde se construirá la nueva sede educativa funcionó hasta los primeros meses de este año, el Instituto de Seguridad Pública (Isep), que fue trasladada a dependencias del Nodo Santa Fe, en el ex Liceo Militar de la ciudad de Recreo.

“Nos sentimos realmente satisfechos. Este fue un planteo histórico de estudiantes, docentes y de toda la comunidad del instituto”, sostuvo el ministro de Obras Públicas de la provincia, Julio Schneider.

El funcionario remarcó que “avanzar con esta obra es uno de los objetivos prioritarios de la gestión”, y admitió que la misma representa “un verdadero desafío” para todas las áreas involucradas.

“Somos conscientes -continúo Schneider- de los contratiempos que existieron en los últimos 17 años, y de la necesidad de esa institución de contar con sus propias instalaciones. Personalmente agradezco y reconozco públicamente a toda la comunidad educativa, porque a pesar de tantos años de malas experiencias y de conflictos, siempre, sin dejar de lado sus demandas, aceptaron y dieron prioridad al diálogo constructivo”.

Con respecto a los plazos, el funcionario estimó que “en 30 días estará todo dispuesto para rubricar el contrato con la empresa adjudicataria”, la firma EFE Construcciones. Y añadió que “a partir de entonces la constructora definirá el inicio de los trabajos, para lo cual cuenta con un plazo máximo de 20 días”.

Para el director del Instituto 12, Alejandro Damianovich, la adjudicación de los trabajos es un logro importante. “Estamos conformes”, dijo a El Litoral, tras aclarar que “estábamos preocupados por el tiempo transcurrido desde la apertura de sobres, que fue en febrero”.

“Sabemos que hubo demoras porque hubo que zanjar dificultades que tenían que ver con las ofertas que excedían el presupuesto oficial. El gobierno puso todo su empeño en solucionar estos problemas y creemos que en breve se estaría empezando la primera etapa. A fines de 2016 se adjudicaría la segunda parte, si todo marcha bien”, indicó.

Por etapas

La ejecución de esta etapa de la obra, que cuenta con un aplazo de 14 meses a partir del inicio de los trabajos, demandará una inversión de 6.603.600 pesos. Además de tareas preliminares, se realizarán demoliciones y la edificación de la estructura de hormigón de la parte nueva.

El proyecto fue desarrollado por la Dirección Provincial de Arquitectura e Ingeniería (Dipai) y comprenderá la remodelación integral y puesta en valor del inmueble antiguo existente, como así también la construcción de un edificio de 5 pisos -incluida la planta baja-, en el terreno posterior. El último piso se destinará a funciones de set de TV, radio y apoyos técnicos.

En “el 12” estudian 800 alumnos en cinco carreras: Comunicación Social, Locución, Ambientación y Decoración de Interiores, Bibliotecología y Archivística. “El edificio propio nos va a permitir crecer, y ya tenemos proyectadas nuevas carreras”, destacó Damianovich.

análisis

por Mariela Goy

¡Al fin!

En un instituto de periodismo con orientación técnica se aprende a narrar, a modular la voz para radio, a producir para televisión. También se lee a Foucault, Gramsci, Marx. Se estudian las grandes teorías de la comunicación, se adquieren herramientas para el manejo de fuentes de investigación, se aprende a contestar las cinco W, se lee a Verón, se padece a Saussure, se discute -y mucho- sobre eso de que “El medio es el mensaje”. Y todo se hace con la pasión intrínseca de la juventud que sueña con emular un Watergate a escala local.

Formar comunicadores de fuste requiere de recursos e infraestructura: una cabina de radio y algún mínimo set televisivo con consolas y cámaras. En la época en que estudié en el Instituto 12 -allá por el 1995/96-, a duras penas teníamos una “piecita” donde entrábamos apretados para hacer los trabajos prácticos radiales y había una sola cámara con la que aprendíamos nociones básicas de televisión. No me olvido de que debatíamos de Semiología rodeados de carteles de “Mi mamá me mima” que colgaban de las aulas de primaria.

Los recursos técnicos pueden haber mejorado, pero las condiciones edilicias no. El 12 funciona históricamente en un inmueble prestado -el de la escuela primaria Beleno- y sus alumnos deben transitar casi fantasmalmente por esos muros bajo el contrato tácito de no dejar rastros de la actividad intelectual que sucede de noche.

Por eso, la importancia de un edificio propio: porque se lo merece, porque se luchó, porque simbólicamente el “medio es el mensaje”. Y si queremos profesionales bien formados en un instituto gratuito del Estado provincial, lo primero es habilitar un espacio físico acorde y las herramientas tecnológicas adecuadas a los tiempos que corren. Como ex alumna del 12, celebro que directivos, docentes y centros de estudiantes, cada uno en su época, no hayan desistido nunca de luchar por el edificio propio. De todos ellos es este logro que, en breve, comenzará a cobrar forma.

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Imagen digital del proyecto arquitectónico.

Foto: Archivo