Ante los reclamos de estudiantes y docentes

Profesorados: más plazo para discutir los planes de estudio

  • Un borrador de la reforma incluía un “achique” de materias específicas de algunos institutos de formación docente. Se prorrogó hasta fin de año el mecanismo de consulta y debate para aflojar la tensión.
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La escuela Mantovani fue una de las tantas que se movilizó por la reforma curricular. Foto: Archivo

 

Mariela Goy

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Estas últimas dos semanas, se estuvieron realizando en varios institutos de profesorado, asambleas, plenarias y clases públicas de estudiantes y docentes para expresar su malestar ante el proceso de reforma de los planes de estudio. En mayo, el Ministerio de Educación de la provincia bajó a los institutos el Borrador 2014 con una grilla tentativa que pone un “techo” a la cantidad de horas de las carreras, lo que se traduce en un achique de cátedras específicas en la formación de los futuros docentes.

Ante esta situación, el gremio de la docencia pública, Amsafe, pidió una reunión con autoridades ministeriales para plantear las inquietudes en torno de la reforma. La reunión se llevó a cabo ayer y terminó resolviendo la prórroga de los plazos de entrega de los planes de estudio de los profesorados, que la provincia de Santa Fe debía elevar el 31 de julio al Ministerio de Educación de la Nación.

“Desde Nación, se nos permitió una extensión de los plazos para entregar cada plan de estudio hasta fin de año. En consecuencia, cada nuevo diseño curricular se irá remitiendo para su evaluación una vez que haya logrado los mayores consensos entre todos los actores”, explicó a El Litoral, la directora provincial de Educación Superior de la provincia, Irene López.

Contar con mayor tiempo para debatir la reforma curricular por parte de las comunidades de los profesorados aflojará la tensión existente. “También se acordó la formación de una mesa permanente para la discusión colectiva de docentes y estudiantes, y nos aseguraron que no se pondrá un techo a las cargas horarias que tienen los actuales diseños”, indicó Sonia Alesso, secretaria general de Amsafe Provincial.

Achique

El punto de mayor conflictividad, aunque no el único, es la reducción horaria. Los profesorados de arte, por ejemplo, se verían obligados a achicar las horas de los talleres de escultura, cerámica y pintura, lo que ocasionó la preocupación de los estudiantes del profesorado de Artes Visuales de la Escuela Mantovani.

“La formación en arte requiere de muchas horas porque no es fácil capacitar a un docente en plástica, por ejemplo. Se requiere de un acercamiento intenso con el objeto de estudio. Por eso, lo ideal sería no reducir la cantidad de horas sino quizá redistribuirlas”, dijo Teresa Serralunga, regente de la Escuela Mantovani.

En el Instituto Superior de Formación Docente Almirante Brown sucede lo mismo con los profesorados de Historia, Biología, Inglés y Francés, y las tres carreras de Educación Especial. “Hay una resolución del Consejo Federal de Educación que plantea un piso y un techo de horas, pero la provincia pone el piso -de 2.600 horas reloj- como techo y eso implica una reducción. Que los docentes puedan llegar a perder horas no es el reclamo de base, porque nos garantizan que nadie se quedará sin trabajo”, adujo María Eugenia Stringhini, regente del Brown.

Sin embargo, consideró que de fondo hay una discusión pedagógica sobre los nuevos planes de estudio. “La complejidad de la escuela secundaria es cada vez mayor, y lo mismo sucede con la modalidad de educación especial y su política inclusiva. Eso supone apostar a una formación más sólida desde lo científico-disciplinar hasta atender las problemáticas, y lo que vemos es que estos borradores de diseño curricular no están acompasados con esa necesidad”.

Quejas similares presentan otras instituciones alcanzadas por la reforma curricular que se aplicará en los profesorados de Educación Secundaria, Educación Física, Educación Artística y Educación Especial.

Consenso

Por el lado del Ministerio de Educación sostienen que los cambios propuestos en el borrador se vienen discutiendo desde agosto de 2013 con las instituciones de nivel superior que eligieron un “referente” por cada una de ellas. Esos docentes participan de la comisión de escritura de la reforma curricular y hacían de nexo con el plantel de sus profesorados.

“Cuando aparece el borrador con una probable grilla, se genera un involucramiento mayor de las comunidades de los institutos, que quizá no vieron todo el proceso”, dijo Irene López.

Con relación a la reducción de horas, argumentó que los acuerdos federales hechos por los ministros de Educación de todo el país en 2007 y 2009, prevén un piso de 2.600 horas reloj para la duración de los profesorados de secundario (4 años de cursado) y unas 2.800 horas para las carreras docentes de nivel superior (5 años). “Lo que planteamos es que la formación de un profesor de secundario no puede durar más que la de un docente de nivel superior”, esgrimió.

De todas formas, llevó tranquilidad. “En caso de que no pueda destrabarse ese punto en algunas instituciones, elevaremos el plan de estudio con mayor carga horaria para su consideración por parte del Infod y del Cosev, que son los organismos nacionales que evalúan y dan validez a los diseños curriculares”, aseguró.


El dato

Debate integral

  • Sonia Alesso, de Amsafe, pidió ayer a los funcionarios del Ministerio de Educación que tanto los futuros diseños curriculares de los profesorados, como las normativas del Reglamento Orgánico y de la Práctica Docente (que también serán modificados), se discutan de forma paralela e integral. “No pueden ser debatidos por separado porque son cuestiones que avanzan juntas”, advirtió.