Consejos para prevenir enfermedades respiratorias

 

Las enfermedades respiratorias son más frecuentes durante el invierno y resultan la principal causa de internación y consulta médica. Afectan a toda la población pero, fundamentalmente, a los menores de 5 años y a las personas de más de 65 años.

FUENTE. MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN (www.msal.gov.ar). FOTO. MAURICIO GARÍN.

Consejos para prevenir  enfermedades respiratorias
 

Las bajas temperaturas del invierno, que comenzó el pasado 21 de junio, deben hacernos reforzar los cuidados que -en lo cotidiano- podemos poner en práctica para evitar contraer enfermedades respiratorias tales como la gripe, la bronquiolitis, la bronquitis y la neumonía.

Según recuerda el Ministerio de Salud, en un apartado especial dedicado a los Cuidados en el Invierno, lo fundamental es lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón después de volver de la calle, antes de cocinar o comer y después de ir al baño o cambiar pañales.

Al toser o estornudar, debemos cubrirnos la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo; tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos; ventilar los ambientes a diario y permitir la entrada de sol; mantener limpios picaportes y objetos de uso común; no compartir cubiertos ni vasos.

Además, sugiere enseñar a los niños a lavarse frecuentemente las manos en la escuela y hogar; sostener la lactancia materna, al menos hasta que el bebé cumpla los 6 meses y ofrecerle el pecho con más frecuencia en caso de que se enferme; no fumar y mantener los ambientes libres de humo; y mantener reposo en la casa mientras continúe el cuadro gripal.

Otro consejo: no automedicarse, ya que el consumo de remedios sin receta puede producir intoxicación y ocultar los síntomas de la enfermedad, dificultando un diagnóstico correcto y empeorando el cuadro clínico.

VACUNAS AL DÍA

También recuerda que es importante tener las vacunas incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación al día. Entre ellas, se cuentan la de la gripe (se tiene que aplicar, una vez al año, dos dosis a los niños entre 6 y 24 meses; y una dosis los adultos mayores de 65 años, embarazadas, madres de niños menores de 6 meses, personas con enfermedades crónicas u obesidad y personal de salud); el neumococo (destinada a todos los niños menores de 2 años, ya que el neumococo es la principal causa de neumonía y meningitis; también debe aplicarse a niños de 2 a 5 años con factores de riesgo); y tos convulsa (se previene esta enfermedad aplicando el esquema adecuado en cada etapa de la vida).

CUIDADOS ESPECIALES

En cuanto a la prevención de estas enfermedades en bebés y niños, recomendó lavarse las manos antes y después de atenderlos y también lavarles las manos a los niños; darle todas las vacunas incluidas en el Calendario Nacional y llevarlos periódicamente al control médico; acostarlos boca arriba siempre; darle la teta al bebé al menos hasta los 6 meses e incrementar la lactancia materna en caso de que el bebé se enferme y tenga pérdida de apetito; no usar repelentes en menores de 2 años; brindarles el abrigo necesario, evitando el abrigo excesivo y el uso de frazadas o mantas que lo puedan sofocar; no darles medicamentos sin receta, ni remedios caseros o tés de ningún tipo. Además, para evitar las intoxicaciones por monóxido de carbono es importante dejar siempre una ventilación en todos los ambientes.

Por último, recordó que un bebé necesita atención cuando respira rápido y con silbidos o ronquidos; se le hunde el pecho al respirar; presenta decaimiento y rechaza el alimento; tiene alta temperatura corporal (+ de 38ºC); el riesgo es mayor si tiene menos de 3 meses, tiene bajo peso o es prematuro.

Monóxido de carbono

El monóxido de carbono es un veneno que no tiene color, olor, sabor y no irrita los ojos ni la nariz, advierte el Ministerio de Salud de la Nación.

Cada año provoca en nuestro país la muerte de unas 200 personas. Al no poder percibirse, es necesario tomar medidas preventivas para evitar que el monóxido contamine nuestra casa.

Todas las intoxicaciones por monóxido de carbono son evitables. Para ello es fundamental:

- Dejar una ventilación permanente en cada ambiente.

- Además de ventilar toda la casa una vez por día, es fundamental mantener siempre abierta una ventana o puerta en los ambientes calefaccionados aunque haga frío.

- Observar que la llama de gas sea siempre de color azul (la llama amarilla es signo de mala combustión y generación de monóxido).

- Si se usa brasero o estufa a querosén, apagarlos siempre afuera de la casa antes de irse a dormir.

- No instalar calefones en el baño, ni en espacios cerrados o mal ventilados.

- En baños, dormitorios y ambientes cerrados solamente instalar artefactos con salida al exterior (de tiro balanceado).

- Controlar anualmente las instalaciones y el buen funcionamiento de los artefactos de la casa. Se recomienda hacerlas revisar por personal autorizado.

Por último, la cartera sanitaria nacional recordó que el principal riesgo de este tipo de intoxicación es que en muchos casos la persona no percibe los síntomas, que pueden ser dolor de cabeza, náuseas o vómitos, mareos, acompañados de cansancio, letargo o confusión, desmayo o pérdida de conocimiento, alteraciones visuales, convulsiones o estado de coma. Ante los primeros síntomas, es necesario ventilar el ambiente y recurrir a un centro de salud u hospital y/o asistir a un servicio de emergencias médicas.