Durante la ceremonia de nacionalización

Obama se comprometió con la reforma migratoria

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Obama presidió la ceremonia de nacionalización de militares en activo, veteranos y reservistas, con motivo del Día de la Independencia en la Casa Blanca. Foto: Agencia EFE

 

Agencia EFE

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presidió en la jornada de ayer una ceremonia de nacionalización de militares en activo, veteranos y reservistas, en la Casa Blanca, con motivo del Día de la Independencia, en la que destacó la aportación de los inmigrantes al país y se comprometió con una reforma migratoria.

Obama destacó el “sacrificio” de estos inmigrantes dispuestos a dar la vida por un país incluso antes de que fuera “totalmente el suyo”, durante una ceremonia en la que también fue reconocido el chef español José Andrés por su aporte al país como inmigrante.

“Todos ustedes han hecho un largo camino hasta este momento”, señaló el presidente, “porque sus padres les trajeron de niños o porque lo decidieron de adultos muchos de ustedes hicieron algo extraordinario” al alistarse.

El presidente reconoció la contribución de los inmigrantes a las Fuerzas Armadas, que se han ganado la ciudadanía sirviendo al país y que a lo largo de la historia han aportado esta comunidad a Estados Unidos, que celebra 238 años de su independencia.

Obama afirmó que Estados Unidos es una ‘nación de inmigrantes‘ y se comprometió a seguir trabajando para “arreglar” el actual sistema de inmigración, motivo de disputa entre demócratas y republicanos en el Congreso, donde está estancado el proyecto de ley aprobado el año pasado por el Senado.

“Voy a seguir haciendo todo lo que pueda para continuar haciendo nuestro sistema de inmigración mejor y más eficiente”, dijo.

“Vamos a tener que arreglar nuestro sistema de inmigración, que está roto, y aprobar una reforma migratoria de sentido común”, dijo y señaló que la reforma ayudaría crecimiento de la economía.

Obama, que presidió anteriormente ceremonias de naturalización en la Casa Blanca en 2009, 2010, 2012 y 2013, destacó que estos nuevos ciudadanos con su incorporación contribuyen a que Estados Unidos sea un país “más completo”.

Los “elegidos”

Quince militares en activo del Ejército, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional, dos veteranos, un reservista y siete cónyuges de militares, que en conjunto representaban a 15 países, recibieron la ciudadanía.

El subsecretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, Alejandro Mayorkas dirigió el juramento de ciudadanía de los 25 nuevos estadounidenses que dieron su palabra de fidelidad al país con mano derecha levantada.

Entre los elegidos para participar en esta ceremonia estuvieron Oscar Vanegas Gonzalez, de 27 años, miembro de la infantería de Marina, nacido en Guatemala y que emigró con 19 años.

También el sargento retirado Rogelio Augustin Fisher, de 59 años, nacido en Panamá, que emigró a Estados Unidos en 1976 y se alistó en la Marina ese mismo año, con la que ha estuvo destacado en Okinawa (Japón), Camp Lejune (Carolina del Norte) y Quantico (Virginia).

En la ceremonia también fue reconocido el chef español José Andrés por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, con la mención de estadounidense destacado, al que el presidente Obama entregó un diploma.

Se trata de una iniciativa que destaca los logros de ciudadanos naturalizados que han demostrado su compromiso con el país a través de su participación cívica, su éxito profesional y su contribución.

El subsecretario Mayorkas señaló que desde que llegó a Estados Unidos el chef español ha sido “un miembro activo de la comunidad” y agradeció su aportación al país, que deseó continúe.

José Andrés, que recibió la ciudadanía estadounidense en noviembre de 2013, se estableció en los años 90 en Washington, donde es presidente emérito de la ONG DC Central Kitchen y además fundó World Central Kitchen con la que desarrolla proyectos en Haití.

El cocinero español, que se ha convertido en un habitual en la vida social y cultural de la capital estadounidense, tiene restaurantes en California, Nevada, Florida, Puerto Rico y Washington DC.

En el medio, los niños

  • Esta semana gobierno de Estados Unidos anunció el lanzamiento de una agresiva campaña de difusión en español para pedir a los padres centroamericanos que no envíen a sus hijos solos a cruzar la frontera de Estados Unidos y advertirles del peligro de este largo viaje para los menores.

Es que Washington se encuentra desbordado ante la llegada en los últimos ocho meses de 52.000 niños indocumentados no acompañados a la frontera entre México y Estados Unidos, procedentes principalmente de Centroamérica. Según cálculos oficiales, su número podría a llegar a 90.000 al final de este año fiscal.

“Es importante que las familias sepan que hacer el viaje hacia el norte se ha vuelto mucho más peligroso y que no hay ‘permisos’ para aquellos que cruzan la frontera ilegalmente”, dijo R. Gil Kerlikowske, responsable de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

Con esta campaña, el gobierno de Estados Unidos trata de contrarrestar los rumores infundados diseminados por los “coyotes” de que los menores que cruzan solos la frontera no serán deportados y que obtendrán permisos para quedarse en el país.

El documento que se emite a nombre del niño detenido por la patrulla fronteriza no es un permiso, sino un aviso de comparecencia en un proceso de deportación ante un juez de inmigración, han advertido en numerables ocasiones la administración Obama desde que estalló esta crisis humanitaria en la frontera.

El gobierno estadounidense ha dejado claro que estos niños que cruzan la frontera serán deportados y no tendrán ningún beneficio migratorio. No sólo no tendrán papeles, sino que pueden morir o ser víctimas de la violencia en el camino.

En la vereda de enfrente, la organización Niños en Necesidad de Defensa (KIND, en sus siglas inglés), fundada por la actriz Angelina Jolie y Microsoft, ofreció asistencia legal gratuita a los niños indocumentados no acompañados que no tienen un abogado que les representa en sus casos de deportación en Estados Unidos.

KIND, fundada en 2008 con capital privado y público, ayuda a niños indocumentados solos a encontrar a un abogado que les represente sin cobrar ante un juez de inmigración.

“Antes de la ola de niños no acompañados que empezó en octubre de 2011, la mitad de esos niños no tenía un abogado” que le ayudara durante el proceso de deportación, explicó Megan McKenna, directora de comunicación e incidencias de KIND. “Ahora calculamos que entre el 70 y 85 por ciento no lo tienen”.

A diferencia de lo que ocurre en un proceso criminal, en el que si el acusado no tiene dinero para pagar un abogado se le garantiza un abogado de oficio para que le defienda, en los procesos de inmigración no está garantizado la asistencia legal de un abogado, indepedientemente de la edad del inmigrante indocumentado.