En la Argentina

La cadena de maíz mueve u$s 21 mil millones por año

En el Congreso Maizar 2014 se expusieron los desafíos de la cadena: comunicar más y mejor, reflejar la belleza de lo que hace el campo y optimizar la bioinstitucionalidad entre el sector público y privado.

4_AP_P1020391.jpg

A mitad de camino. Argentina debería estar produciendo 50 millones de toneladas, pero produce 25.

Foto: Archivo

 

Campolitoral

[email protected]

En el inicio del evento, el especialista de la Bolsa de Cereales de Buenos, Ramiro Costa, expuso este miércoles en el Congreso Maizar 2014. “El maíz es el tercer complejo exportador de la Argentina y el segundo si se lo mide en aporte de divisas”, remarcó.

“El movimiento de la cadena nacional de maíz es de 21 mil millones de dólares al año”, aseguró el técnico de la entidad porteña. “Es interesante ver la demanda del maíz. Pasamos el día entero con el maíz, incluso, sin darnos cuenta. Muchos de los productos que usamos están compuestos con derivados de maíz. El maíz es mucho más importante de lo que habitualmente consideramos”, señaló el disertante.

“Deberíamos pensar a la cadena de maíz desde un lugar distinto: si lo entendemos desde el lugar de producción a campo, es muy difícil comprender el cambio que se está gestando en factores de biotecnología, gerenciamiento y red de contratistas”, concluyó.

Una belleza

El periodista Héctor Huergo, a su turno, explicó que el farmer en EE.UU. está bien visto por la sociedad “y hacia eso debemos apuntar”, señaló. “El campo tiene que mostrar su belleza y debemos reconocer que no hemos podido hacerlo en los últimos años”, señaló Huergo. “En Chicago está lleno de carteles que dicen que los productores de maíz sostienen el crecimiento de ese estado”, contó.

El periodista luego dio su visión de la última década para el sector agropecuario: “A pesar de haber transferido más del 70% de la renta al Estado y que el Estado no haya devuelto nada, fue una década ganada para el agro”.

“Se hicieron un montón de cosas a pesar de haber tenido todo en contra”, agregó Huergo.

Con respecto a la producción de maíz, Huergo dijo que “todos sabemos que este año deberíamos estar en 50 millones de toneladas y estamos en 25, a mitad de camino. Hay que sembrar”.

Por su parte, el ex presidente de la entidad, César Belloso, alertó que “nos están mostrando como monstruos depredadores del medio ambiente para beneficio únicamente nuestro. Hay que mostrar lo que uno hace con orgullo. Hay que hablar de desarrollo sustentable. Es todo un desafío. Yo quiero comunicar a la comunidad lo que hacemos con pasión”, remarcó Belloso al momento de abrir el panel.

¿Qué es la bioinsti- tucionalidad?

El secretario de Agricultura, Gabriel Delgado, sostuvo que “hay que trabajar en lo que respecta a la bioinstitucionalidad entre el sector público y privado. Hay una visión que se está gestando respecto a los agroquímicos y cuestiones de la producción agropecuaria que pueden convertirse en un problema para toda la sociedad argentina”, señaló.

Fue después de tal afirmación cuando el secretario de Agricultura contó una cuestión personal: “Mi hijo tiene 8 años y me habla de cuestiones de ecología en una posición casi extrema. Tienen visiones muy curiosas y si no estamos a la altura de las circunstancias va a haber problemas que no se van a poder solucionar fácilmente”.

“Los transgénicos no generan cáncer, ni nada que se le parezca. Y si los transgénicos generaron algún mal, el Estado debe tener las herramientas para solucionar los problemas que puede generar rápidamente”, explicó Delgado.

“¿Qué mejor que desarrollar empleos genuinos alrededor de los sectores más dinámicos de la economía?”, se preguntó el secretario de Agricultura, y agregó: “La cadena de maíz es un ejemplo de institucionalidad, de coherencia y opinión”.

El funcionario del Ministerio de Agricultura se refirió también a la ganadería: “Tenemos que lograr una revolución agrícola que permita hacer una olla gigante de comida para las vacas. Muchas de las tensiones que existen desaparecerían de esta manera; dependemos del clima para que haya buen pasto. Así no podemos pensar en llevar un animal a 600 kilos”.

Por último, Delgado habló de la alianza con otros países: “Tenemos que ocuparnos que el comercio con China crezca sin riesgos para nuestro país. Nuestra alianza con Brasil es trascendente. También es importante crecer con Paraguay y Uruguay por supuesto”, dijo.

4_ENPAL_10404143_1568139860080071_4775225889200028907_N.jpg

“En Chicago está lleno de carteles que dicen que los productores de maíz sostienen el crecimiento de ese estado”

Héctor Huergo

Periodista Clarín Rural

Martín Fraguío en Santa Fe

Uno de los referentes de MAIZAR estuvo en la capital provincial días pasados. En diálogo con Campolitoral, sostuvo que la ciudad planteó el tema de la construcción de la estrategia para competir en el mundo. “Lo más básico pasa por el rol que cumplen las instituciones en la sociedad. Los países a los que les va bien son capaces de construir instituciones inclusivas, y los que les va mal mantienen las instituciones extractivas. Hay que trabajar primero esa base para luego construir cadenas de valor que son los elementos de la competencia. Hoy en el mundo no compite ni un productor ni un producto aislado, sin que compiten las cadenas de valor”, sostuvo. Para Fraguío, pensadores brillantes como Alberdi ya tenían esa antinomia campo - ciudad resuelta, “y es raro que nosotros sigamos con este debate, aunque países como Brasil no lo resolvieron hace mucho. En los últimos 15 años reforzaron el concepto de cadenas de valor y por eso pasaron de ser un importador de maíz a ser un activo exportador; el primer exportador mundial de pollo o carne vacuna, y eso se logró por superar esa antinomia”.

Todavía hay un tiempo de debate que nos falta en la Argentina, a nivel de las máximas autoridades a nivel público, privado y académico. Esto no será un trabajo de meses ni siquiera en las próximas elecciones, tal vez luego de eso por necesidad. En nuestra sociedad subyace esa idea (que resurge cada tanto) que el país debe cerrarse sobre sí mismo, vivir con lo nuestro y exportar sólo lo que sobra, y eso es la antítesis de lo que hace todo el mundo, cuyo desarrollo estuvo basado en las exportaciones y ser altamente competitivos en productos de alto valor. Las tecnologías y los productos están pero hay un componente humano en le productor que debe comprometerse más en las instituciones”, finalizó.