Mirada desde el sur
Mirada desde el sur
Rehenes del confort
por Raúl Emilio Acosta
Rehenes del confort, esclavos del confort. El tema, como se imagina es, originalmente, el de Litoral Gas. En la ciudad de Rosario el tema es muy grave. De agudo y mortal pasó a crónico y desesperante. Grave. No hay solución administrativa en la ciudad y en la provincia. Aumenta la desesperación. Desconectan por seguridad y tardan meses en reconectar. Miles en esa condición.
No se puede sin embargo, centrar el eje en la empresa. El Estado es nuestro papá. Allí la queja. Y nosotros, dueños de nuestras acciones para controlar al papá, exigirle comportamientos, relevarlo y cambiar por otro más eficiente. De eso se trata. La eficiencia alivia, permite el mañana. Libera.
Nosotros somos rehenes. Si lo quiere y para que sea más perfecto; somos rehenes de la civilización, porque bien pueden decir los de Litoral Gas: “Ponete una garrafa y salí de nuestro sistema”. De hecho hay sitios de la ciudad donde esto es así, sitios de la República Argentina donde esto es solamente así. Sin tendido de gas corriente. Garrafa de gas. También es súper cierto que la garrafa es carísima.
Entre las mentiras que tiene la República Argentina está la de la garrafa popular, la garrafa solidaria. Una mentira como tantas de las que dijeron Néstor Kirchner y su señora esposa, actual presidente. Final: hay sitios en la Argentina donde ni gas corriente ni garrafa. Nada de energía. Sólo miserabilidad y abandono. Atraso.
Quien ha conocido las tranquilidades de un botón y la luz que se enciende, una chispa y el gas que se convierte en llama y una canilla y el agua que aplaca la sed, una maniobra y las aguas servidas lejos, y el pavimento y el vecino y el transporte en la puerta no advierte que esos beneficios del siglo pasado son indispensables, menos puede imaginarse que hay territorios enteros donde nada de eso sucedió. En el siglo XXI viven peor que en el siglo XIX. Ejemplos: Chaco, Formosa, Tucumán, Santiago del Estero. Uf. Gobernantes charlatanes, tramposos, coimeros.
Somos rehenes del confort. Claro que somos rehenes del confort. Lo tengo definido hace mucho. El confort ambiental es tener un poquito de calor en invierno y un poquito de frío en verano. Pero además somos rehenes del confort para bañarnos cuando tengamos ganas, para comer, para tomar un plato de sopa caliente cuando querramos o cuando podamos. Para prender o apagar televisores, hornallas y luces del palier. Vacuna. Hospital. Escuela. Almacén. Vecino.
Vendrá, en el verano, como todos los años: el clásico corte de luz. Un clásico. Y se irán a las nubes los precios de los aparatos generadores, que fabrican electricidad.
El centro de Rosario, el peatonal, con esos aparatos -algunos del tamaño de una habitación- haciendo ruido en la calle fueron/serán una cuestión, no sólo ruidosa, antiestética, tóxica, sino de privados resolviendo funciones del Estado.
Cuando usted escucha que lleva más de 100 años la planta potabilizadora de agua y que recién el año que viene o el otro, cuando la terminen, habrá una segunda, usted advierte que lo de Litoral Gas y ser rehenes de un monopolio -los monopolios son pensados para tener rehenes, sino no son monopolios- son parte de una proyección de país. Un país que a la vera del Paraná no tiene resuelto los acueductos hasta San Francisco, hasta Ceres, hasta Tostado. Están anunciándolo y lo van a resolver -Dios quiera- ahora. El río Paraná viene fluyendo hace mucho y hacer los acueductos era, si usted me permite, una cuestión de un tubo y un motor. No mucho más. Error. Claro que mucho más, porque es agua: indispensable para vivir.
El gas hay que pagarlo, el agua hay que pagarla, la electricidad hay que pagarla. Todo hay que pagarlo. Pero si lo pagamos, ¿por qué no está todo bien? No está bien porque nuestros gobiernos -no éste, de éste para atrás todos- nunca han pensado en el futuro. Algunos sí, algunos sí. El que hizo la primera cloaca pensó en el futuro. El que hizo el primer tendido eléctrico pensó en el futuro.
Hay zonas de la provincia de Santa Fe donde al tendido eléctrico hay que resolverlo todavía; hay otras donde la electricidad es una cooperativa, el agua es una cooperativa. Hay sitios de la provincia de Santa Fe donde dicen “logramos la planta que por ósmosis inversa nos da el agua potable”. ¿De qué estamos hablando? Estamos hablando de un procedimiento carísimo en mitad de la pampa chata, la pampa húmeda. Húmeda por el agua ¿se entiende?
El gas hay que pagarlo, el agua hay que pagarla, la electricidad hay que pagarla. Todo hay que pagarlo. Pero si lo pagamos, ¿por qué no está todo bien?