En la Legislatura

Aeroaplicaciones: se abrió la temporada de caza

El autor advierte una sistematización en las avanzadas legislativas contra el uso de aviones agrícolas y critica la responsabilidad política de quienes impulsan intentos prohibicionistas.

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Ausentes. Los diputados que atacan la actividad no asisten a eventos informativos, como el realizado en el Aeropuerto de Sauce Viejo en 2013.

Foto: Flavio Raina

 

Mauricio Fargioni

dni: 14.425.934

Casi todos los años para esta época, como si fuera una temporada de caza, en la legislatura Santafesina empieza el debate por la reforma de la Ley Nº 11.273.

Es sorprendente ver a algunos diputados que lejos de ser altruistas, y sólo por intentar sostener un dogma, quieren imponer proyectos de ley que son impracticables, sin siquiera consultar a organismos e instituciones oficiales que pueden aportar mucha información sobre un tema que para ellos es altamente desconocido. Ellos son los responsables de que nunca se pueda avanzar hacia una instancia en la que se proponga una reforma viable.

En mi opinión, es una nueva forma de hacer política: a través de grupos ecólatras ir sugestionando a la sociedad utilizando la salud como estandarte y, sin ningún sustento científico, dicen que la agricultura es el único causante. Para peor, no se habla, o bien se hace caso omiso, a una gran cantidad de factores que se han comprobado que sí son nocivos para la salud y con los que nos toca convivir diariamente en el hogar: la industria, la alimentación deficiente, la mala calidad del agua potable, gases de todo tipo, ondas electromagnéticas, el estrés derivado de la rutina de una vida moderna acelerada, el sedentarismo, etc.

Estos grupos van por los pueblos organizando disertaciones que son una mezcla de una parodia de celebración religiosa y discursos de política anti-neoliberal, mostrando imágenes escatológicas y teorías absurdas que alguien publicó en internet, con un más que dudoso apoyo en la ciencia que ellos consideran útil para su causa. Muchos medios de comunicación les abren sus puertas en forma gratuita para crear sensacionalismo, no obrando de igual manera para difundir otras voces. Nunca estos legisladores tuvieron la voluntad de asistir a congresos agropecuarios, muestras dinámicas o jornadas de capacitación... es obvio, existe el riesgo de que se caiga un mito.

Tampoco fueron capaces de echar una mirada a los países más desarrollados y ver qué políticas aplicaron en cuanto a distancias de aplicación o tareas de fiscalización, aunque hayan viajado a estos. Pero estoy seguro de que si lo supieran no tendrían explicación racional para sostener sus posturas; y mucho menos para tomarlas.

Me sorprende de sobremanera que se banalice el uso de fitosanitarios dentro de los establecimientos educativos, hospitales, municipios etc. para erradicación de ratas, cucarachas u hormigas, sin ningún tipo de control sobre estos, así como la posibilidad de que cualquier persona pueda comprar en una veterinaria o mercado sustancias que usadas en pequeñas dosis puedan matar a un perro o un gato y poner en el mismo riesgo a niños. Las mismas se venden en frascos que en una gran cantidad de casos carecen de todo tipo de identificación, mucho menos detalles de composición. Todos estos químicos son de banda roja y nunca utilizados en prácticas agrícolas.

¿Será parte del desconocimiento? ¿Habrá desconocimiento? O será sólo animosidad hacia el sector que mejora día a día, produciendo para que nuestra provincia siga siendo el engranaje primario de la economía regional y del plan agroalimalimentario nacional que promueve el gobierno de turno, con los mismos lineamientos políticos que estos diputados.

Como ciudadano, hago un llamado de atención por la forma de legislar de estos funcionarios, para que lo hagan con conciencia y racionalidad.

 

Van por los pueblos organizando disertaciones que son una mezcla de una parodia de celebración religiosa y discursos de política anti-neoliberal, mostrando imágenes escatológicas y teorías absurdas que alguien publicó en internet