La alta costura sigue viva

La alta costura sigue viva

Desfile del diseñador belga Raf Simons, para Christian Dior.


Vestidos de noche con una única pernera, amplios volúmenes, estampados de fauna urbana con palomas, ratas o ardillas, abrigos clásicos y largos de principios de siglo, y pantalones de fuertes colores; todo cabe en el imaginario de la alta costura que se ha visto en París.

 

TEXTO. MILA TRENAS. FOTOS. EFE REPORTAJES.

La gran revolución que sufrió la moda a nivel internacional en la década de los ‘50 estuvo protagonizada por la llegada del ‘prêt a porter‘, que supuso un periodo de democratización a nivel social.

Las prendas comenzaron a fabricarse en serie, con patrones que se repetían y que llegaban a un público mucho más amplio. La alta costura fue desplazada por esta nueva forma de creación, ‘listo para llevar‘, a la que se sumaron grandes nombres de la costura.

Desde entonces han pasado muchos años en los que la alta costura ha sufrido diferentes vaivenes, pero siempre ha estado ahí. Esta presencia es cada vez más importante, como se ha podido apreciar en la Semana de la Alta Costura de París.

Que Karl Lagerfeld en su desfile para Chanel Alta Costura saque una novia embarazada, la modelo neozelandesa Ashleigh Good, o que Jean Paul Gaultier opte por una novia vestida de negro y con barba, la de la cantante austríaca ganadora de Eurovisión Conchita Wurst, son meras anécdotas en unos desfiles en los que los destacados diseñadores del panorama internacional han trabajado duramente.

Y este trabajo ha dado sus resultados, como es el caso de Karl Lagerfeld, que ha creado para la temporada otoño-invierno una colección impecable tanto en su diseño como en su ejecución.

Sus propuestas van dirigidas a unas prendas barrocas, con ricos bordados y telas pesadas, pero a la vez ligeras, en pantalones bermuda de ‘tweed‘, que el diseñador describe como ‘shorts‘ ciclistas reinterpretados, bajo faldas a juego, chaquetas sin costuras laterales y vestidos armados con detalles de pedrería. Eso si, todos estos ‘looks‘ hay que llevarlos con sandalias planas.

Al contrario de lo que ocurre con el ‘prêt a porter‘, en la alta costura no existen tendencias claras cada temporada, ya que cada diseñador marca la impronta de su firma. Así ocurre con la colección de alta costura imaginada por Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli para la emblemática firma italiana Valentino.

Las siluetas griegas oscilaron entre fluidos vestidos recogidos en el hombro. Tiras de cuero envolvieron bustos y finas cinturas mientras que los filamentos de las sencillas sandalias planas escalaban por la pierna hasta la rodilla.

Enormes lámparas que se encendían y apagaban al ritmo de la música marcaron el desfile en el que Elie Saab mostró una colección en diluidos azules, platas, rosas o ‘nude‘, además de blanco y negro.

La pedrería y las perlas de los vestidos sonaban a cada paso de las modelos y los escotes en ‘V‘ dejaron al descubierto alternativamente el frente o la espalda.

Los vuelos sólidos del tul de los vestidos de cóctel contrastaron con las fluidas muselinas de los diseños de noche, en un recital que se apoyó en los arabescos vegetales y las líneas horizontales de seda y lentejuelas.

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LATINOAMÉRICA

El dominio textil de las comunidades amerindias asimilado por el mexicano Antonio Ortega y los detalles de naturaleza del diseñador originario de Perú, Alexandre Delima, imprimieron un toque latinoamericano a los desfiles en la semana de la moda de París.