Tratativas

Cristina en Paraguay

La presidente Cristina Fernández aseguró estar “muy contenta” por su visita a Paraguay, donde hoy devolverá formalmente el mobiliario del mariscal guaraní Francisco Solano López, confiscado durante la guerra de la Triple Alianza hace 150 años, además de tratar temas bilaterales con su colega vecino Horacio Cartes.

Fuentes calificadas de la diplomacia argentina y paraguaya, citadas hoy por el diario La Nación, coincidieron en que “las relaciones entre ambos países están bien, pero son frías”, ante una serie de inconvenientes todavía no resueltos. De hecho, la Argentina no designó aún un embajador luego del distanciamiento que tuvo la presidente con el anterior gobierno tras la destitución de Fernando Lugo.

En la agenda bilateral hay temas complejos. Uno de los más ríspidos es la deuda que le reclama Buenos Aires a Asunción por la construcción de la represa Yacyretá. Hace un año se conformó una comisión binacional para negociar la deuda, de unos 15.840 millones, que Paraguay pidió revisar. Pero hasta ahora, no hay acuerdo siquiera del monto real que se debería saldar. La falta de acuerdo de los técnicos de ambos países hace que sólo los presidentes puedan destrabar este conflicto. En forma paralela a las negociaciones por esa deuda, también hay gestiones para modificar el tratado firmado hace 40 años sobre la operación y administración de la hidroeléctrica Yacyretá.

El canciller paraguayo, Eladio Loizaga, se mostró optimista hace unos días respecto de la resolución de este tema. Aunque hay otro eje de la relación bilateral que tampoco cierra: las reiteradas trabas al comercio paraguayo en la hidrovía Paraguay-Paraná, por ejemplo y las medidas proteccionistas que impone la Argentina y que afectan el comercio de los productos agrícolas de Paraguay. A su vez, desde la Argentina se quejan por el malestar que despertó en la oposición paraguaya la inminente construcción de una planta nuclear en Formosa, cerca de la frontera.