Pedido solidario

Norma Sosa tiene 22 perros y necesita un lugar donde vivir

La mujer alquila una precaria vivienda en Santa Rosa de Lima pero a mediados de septiembre deberá desalojarla. No tiene adónde ir y pide ayuda.

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Los perros ocupan prácticamente toda la casa y el terreno de Pasaje Braille. La mujer está preocupada porque se acerca la fecha de desalojo y no tiene alternativas. Foto: Flavio Raina

 

De la Redacción de El Litoral

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En barrio Santa Rosa de Lima, Norma Sosa convive con 22 perros y está a punto de ser desalojada de la casa que alquila. La mujer pide ayuda para poder mudarse del lugar cuánto antes con los animales que, ante la significativa cantidad, actualmente constituye un problema de salud pública.

Cuando algún desconocido golpea las manos desde la calle, en el extremo del pasillo de acceso a la humilde casa de calle Pasaje Braille, entre J. de Garay y Corrientes, la multitud perruna enloquece y comienza a ladrar rabiosamente. La voz de Norma desaparece, es casi imposible escucharla pero a los gritos, los hace callar. La mujer se define como “proteccionista independiente” y, en su afán de cuidar a perros de la calle, llegó a juntar tamaña cantidad. Si bien recibe colaboraciones de un grupo de personas, la situación se volvió insostenible porque además no tiene trabajo, ni percibe asistencia social del Estado.

Los perros corren por el pasillo y estrellan en dos patas contra una puerta improvisada con restos de otros objetos que, en conjunto, hacen de rejas. El 15 de septiembre vence el contrato de alquiler de la vivienda y se tienen que ir sí o sí. “Lo que pido es que alguna persona generosa, que tenga un terreno o una casita con patio nos la alquile. Creo que hay muchos terrenos desocupados donde podríamos ir, ellos tienen que venir conmigo”, pidió Norma.

Aunque la mujer apela a la buena voluntad y caridad de los santafesinos, la situación resulta compleja. Si bien el grupo la ayuda con el alimento de los animales, los remedios que algunos necesitan y a costear el gasto de veterinarios, la demanda de un lugar donde vivir ya es una cuestión más difícil de solucionar.

Semanalmente, los 22 perros consumen tres bolsas de 20 kilos de alimento balanceado, lo que representa unos 1.000 pesos.

Un problema social y ambiental

Hace tres años, cuando vivía en La Chaqueñada, empezó a rescatar perros de la calle, en mal estado o con distintas patologías. Flacos, lastimados, sarnosos o infectados de pulgas, Norma los levantaba y curaba. Después vivió en San Lorenzo y terminó en Santa Rosa, adonde llegó con 15. Varios de los 22, están en condiciones de ser adoptados pero “como están grandes nadie los quiere”, aclaró la mujer.

Además de adoptantes para los animales y un lugar donde mudarse, Norma solicitó que la Municipalidad refuerce las campañas de castración en el barrio. En Santa Rosa de Lima, hay perros por todos lados. Al contexto delineado por la pobreza y la extrema precariedad, también lo configura una multitud de animales famélicos y enfermos.

“No me acuerdo la ultima vez que se hicieron castraciones gratuitas en el barrio. Acá, hay muchas perras jóvenes, por día nacen muchos más y quedan en la calle y los que tienen dueño no son cuidados. Cada vez hay más”, remarcó Sosa.

El dato

Para ayudar

Quienes puedan colaborar pueden hacerlo a través de la página en Facebook “Norma de la Chaqueñada” o comunicarse al teléfono 342-155-154445.