Tenía siete meses

Murió la beba que era golpeada ferozmente por sus progenitores

DyN

La niña de siete meses que había sido sometida a castigos físicos brutales por sus padres murió hoy en el Hospital Regional de Río Gallegos, donde ingresó hace una semana con signos de ahorcamiento, traumatismo de cráneo, fracturas en la clavícula y una pierna, hematomas y quemaduras en el cuerpo.

El deceso de la beba se produjo alrededor de la 1 de la madrugada en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica, tras hacer un paro cardiorrespiratorio y una complicación general de su cuadro de salud que los médicos no pudieron revertir.

Fuentes judiciales informaron que los padres de la niña, Carlos Tortelo de 22 años y Karla Orellano 23, fueron detenidos y acusados en principio por lesiones, aunque ahora deberán afrontar cargos por homicidio agravado por el vínculo.

Tortelo llevó a la niña al hospital el miércoles y dijo que se le cayó mientras intentaba bañarla.

Los médicos no creyeron la versión del hombre a raíz de que la niña había ingresado en otras tres oportunidades con golpes al hospital, una de ellas con fractura en una pierna cuando tenía apenas dos meses, por lo que radicaron la denuncia y quedó inmediatamente detenido.

En tanto, Orellano fue apresada el viernes en su domicilio bajo la acusación de complicidad y por permitir los golpes y maltratos de su hija.

Repudios

Apenas conocida la noticia de la muerte de la niña numerosas personas se acercaron hasta el hospital para repudiar el crimen brutal y cuestionar el accionar de la Justicia que, según dijeron, desoyó las denuncias por violencia presentadas por familiares directos de la pareja.

La jueza de instrucción Marcela del Valle Quintana, a cargo de la investigación, ordenó allanar ayer las oficinas de la Dirección de Niñez y Adolescencia de la Municipalidad de Río Gallegos, a cargo de María Lozano. La magistrada pidió secuestrar toda la documentación relacionada al caso de la niña, ya que esa dependencia comunal estableció las operadoras familiares y asistentes sociales que debían monitorear la conducta de Tortelo y Orellano, ante la existencia de denuncias anteriores por lesiones.

Fuentes judiciales confirmaron que la jueza Valle Quintana intentaba establecer por qué al momento en que fueron perpetrados los golpes, que provocaron hoy la muerte de la menor de edad, no se encontraba en la vivienda de la pareja la operadora familiar designada.

Tortelo, acusado de ser el autor material del ataque, está detenido en un lugar no consignado para evitar protestas, mientras Orellano fue alojada en la comisaría cuarta de la ciudad, adonde se movilizaron vecinos para repudiar su presencia.

Orellano estaba al frente de al Juventud Radical local, pero al conocerse el hecho el partido difundió un comunicado de adhesión al repudio popular y para informar que la mujer fue separada del cargo.