Continúa el misterio

Seis meses sin rastro del MH370

Agencia DPA

Ha pasado medio año desde que el vuelo MH370 de Malaysia Airlines desapreció de los radares. Desde entonces no ha habido ni rastro del avión ni de las 239 personas que viajaban a bordo. Seis meses después, sus familiares intentan recuperar la normalidad, aunque una pregunta les atormenta: ¿qué ocurrió el 8 de marzo de 2014?

Tan Chi Law perdió a su hermana y a su cuñado aquel día. Sus sobrinos, de 11 y 15 años, han vuelto a ir al colegio y cada dos semanas tienen cita con el psicólogo para trabajar sobre la desaparición de sus padres.

Ahora viven con una tía a las afueras de Kuala Lumpur. “La familia les visita el fin de semana para hacerles compañía”, explica Tan. El pequeño sigue preguntando por sus padres. El mayor se ha encerrado en sí mismo. “Quizás intenta esconder sus sentimientos para mostrarse fuerte ante su hermano pequeño”, dice Tan.

La familia sólo espera que finalmente se localice el avión, para que puedan acabar con esto. “Me alegra que sigan con la búsqueda” del aparato, afirma.

Al igual que Tan y su familia, muchos familiares y amigos de los desaparecidos conviven con la incertidumbre de no saber qué pasó con sus seres queridos.

El Boeing 777 desapareció misteriosamente de los radares cuando volaba de Kuala Lumpur a Pekín. Según el análisis de los radares, el avión cambió de rumbo en dirección sur, siguió volando durante horas y se estrelló probablemente en el océano Índico cuando se le terminó el combustible. Pero nadie sabe qué ocurrió a bordo. Y el gran operativo de búsqueda en el que participan varios países fue hasta ahora infructuoso.

Maira Elizabeth Nari, hija de uno de los asistentes de vuelo del MH370, intenta evadirse de forma práctica, preparando sus exámenes finales. “La vida tiene sus altos y bajos”, afirma la joven de 18 años. Maira intenta no pensar en su padre. “No quiero que mi madre y mi hermano vean mi tristeza”, explica.

Intan Maizur Othman, azafata y esposa de otro de los asistentes de vuelo del avión desaparecido, intenta ocultar el duelo por sus hijos, una niña de cinco años y un bebé de tres meses. Para su hija ya ha buscado terapia, pues sueña a menudo con su padre. “Cuando se despierta, empieza a llorar y ya no sé que hacer con ella”, explica Intan. Para ella, lo peor es no saber que ocurrió con el avión. “Pensábamos que con el tiempo, la situación mejoraría”, cuenta. Pero no es así.

Lai Chien Mei perdió en la catástrofe a su prima, Chang Mei Ling. Sus tíos, ambos de casi 80 años, no logran superar la pérdida de su hija. “El resto de sus hijos intentan animarles visitándoles a menudo, pero la tristeza sigue ahí”, explica Lai.

Su prima trabajaba como ingeniera química en Estados Unidos y enviaba regularmente dinero a sus padres a Malasia para que salieran adelante. Ahora, los hermanos de la desaparecida tienen que asumir también su parte, y en algún momento tendrán que ver que pasa con la casa que Me Ling se había comprado en Estados Unidos. “Pero por el momento nuestra única preocupación es saber que pasó con Mei Ling y los demás a bordo del MH370”, afirma la joven, que confía en que el gobierno malasio haga todo lo posible para encontrar el avión.

Muchos familiares de los desaparecidos, sobre todo de aquellos de otros países, se han unido para intentar hacer algo. Algunos recaudan dinero para una investigación independiente del accidente y en una campaña de donativos se lograron 100.000 dólares.