Artes Visuales

“Proposiciones”

Domingo Sahda

El concepto emergente del título de la presente nota remite a la hipótesis de concretización, proyección emocional y/o interés exploratorio en procura de nuevos discursos significativos que recorten, dentro del quehacaer artístico creativo, a una definición de nuestro tiempo en este preciso ámbito que nos ocupa.

Así las cosas, en Santa Fe -capital- pueden apreciarse dos propuestas en el campo del arte plástico-visual, distintas en cuanto hipótesis conceptual y materialización de las mismas, diversidad que, prima facie se hace visible, pero que a poco de reflexionar concluye en un mismo presupuesto conceptual: el de crear discursos/relatos/experimentaciones que exploran la realidad de lo cotidiano, las hipótesis de lo factible, en suma, la experimentación viabilizada con recursos materiales y conceptuales que constituyen la arquitectura del pensamiento y la acción humana puestos a disposición del observador.

De este modo, la Universidad Nacional del Litoral, en dos de sus espacios, a saber: el Rectorado y el Foro Cultural, ofrece en exposición trabajos inscriptos en la formulación de constitutivos del lenguaje plástico en su más amplio espectro y sin aparentes restricciones que particularicen al mismo, admitiéndose la diversidad de propuestas en hipotético sostén a la actividad libre, lo que no supone de suyo y automáticamente calidad o significación pertinente. Antes bien, el hecho se presenta, al constatarse los resultados a la vista, como una aventura ocasional cuyo fin es “dejar hacer, dejar pasar”.

A su vez, el Museo de Arte Contemporáneo MAC UNL, de Bv. Gálvez 1578, presenta la exposición titulada “Tecnopoéticas” -Nuevas construcciones simbólicas-. Esta exposición se presenta como abanico potencial de investigaciones que tan sólo elípticamente nos remiten al lenguaje visual cuya sola exigencia, constatada a través de milenios de cultura universal se define como tal. Todas las búsquedas, las exploraciones, son legítimas en tanto se sienta la convicción de que la realización artística, sea en el plano, sea en el espacio, consiste en algo más sustantivo que la canalización terapéutica o el recurso temporo-espacial para “matar el tiempo”.

Así las cosas, la exhibición “Tecnopoéticas” se inscribe en el espacio de la experimentación dispersa cuya hipótesis “poética” encabalgada en diversas técnicas operativas demanda una mayor y más clara definición que le permite incorporarse al denominado arte plástico. Mientras tanto, se presentan como inocentes aventuras discursivas que agotan su significado en sí mismas.

La Bienal de Arte Joven

En referencia a la Bienal de Arte Joven, que engloba varios caminos expresivos inherentes a la inteligencia sensible de la condición humana, presenta, puntualmente en el campo plástico visual diversidades expresivas tanto en el plano como en el volumen, calidades que van desde el simple voluntarismo a algunos trabajos, los menos, de mayor compromiso plástico, que se sostienen por sus logros.

Vale la pena acotar, tan sólo como opinión por cierto, que el concepto que se enuncia en el prólogo del impreso, firmado por el presidente de la FUL, no se comparte puesto que la arquitectura de una obra construida con el lenguaje formal y conceptual propios del dibujo, la pintura, la escultura y afines demanda no sólo libertad de expresiones sino la presencia de un conocimiento real y práctico del lenguaje específico para constituirse en pieza a exponer.

La libertad de expresión que no se ajusta a coordenadas comunes transita por el camino del “todo vale”, induciendo a una apreciación y muchas veces realizaciones propias del voluntarismo subjetivado.

El compás del corazón

En el Salón Auditorio del MAC se exhibe la colección de Cerámicas Escultóricas del Artista Plástico Juan Vergel, patrimonio del museo. “... El arte plástico tiene en Juan Vergel un solo compás, el de su corazón. Sístole y Diástole en cada una de sus obras, que desde su presencia nos marcan el ritmo de las cosas. Ellas nos miran mientras nosotros las miramos. Nos invitan una y otra vez a espiar, por las hendijas que dejan los repliegues de los párpados, el resplandor de la vida y de la muerte. El arte del creador no es dulce caricia que adormece. Zamarreo y aullido del doliente que grita para mantenernos despiertos, lúcidos, entregados a esa cosa extraña que es tejer la vida...”. (Sahda, Domingo, “Creadores Santafesinos”, Santa Fe, junio de 2000).