ARTE

Las “Formas simples” en el Centro Pompidou

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Constantin Brancusi, “Danaide”

 

La poderosa belleza de las “Formas simples” y su efecto en la emergencia de la modernidad componen una exposición en el Centro Pompidou-Metz, llamada a marcar el verano artístico-cultural del norte de Francia, destacan los responsables del museo.

Alrededor de doscientas obras, esculturas, pinturas, dibujos y fotografías de los más variados momentos y países; objetos de arte, rituales o puramente tecnológicos, integran esta exhibición programada hasta el próximo 5 de noviembre.

Hay en ella piezas tan antiguas como un piedra para pulir y un triturador del paleolítico (milenios XIV y XV a.C.), una estatua menhir siria de la edad de Bronce (siglos XV y XVII a.C); o un Piramidón de la XXI dinastía egipcia (siglos X y XI a.C.).

Otras obras son tan contemporáneas y modernas, como la pequeña escultura de oro El Instante (2013), de José María Sicilia; Le Boulet que Odilon Redon creó hacia 1882; o Le Commencement du monde (1920), de Edward Steichen.

Procedencias y dataciones comparten sala para ilustrar la fascinación ejercida por esas formas puras muy presentes en las sociedades arcaicas, que desaparecieron de Occidente hacia el siglo V a.C, para reaparecer a finales del XVIII, como explica el curador de la muestra, Jean de Loissy.

Fenómeno posible, añade, gracias a una triple influencia, abierta por los hallazgos arqueológicos, de la egiptomanía a los yacimientos griegos del siglo XIX descubridores de la civilización cicládica.

El segundo elemento de este trío fue el avance de la tecnología, que permitió erigir monumentos como la Torre Eiffel, unido a “una especie de gnosticismo” y el nuevo interés surgido por formas primordiales capaces de expresar la relación del hombre y el cosmos.