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Adiós a la panza cervecera

Científicos españoles y europeos destacaron los efectos beneficiosos para la salud del consumo moderado de cerveza, entre ellos la prevención de problemas cardiovasculares y respiratorios, y desterraron el mito de la “barriga cervecera”.

Investigadores españoles del Hospital Clínic de Barcelona, de la Universidad de Barcelona y del Centro de Investigación Cardiovascular (CSIC-ICCC), resaltaron los posibles beneficios de la cerveza, con y sin alcohol, en la salud cardiovascular, obesidad, nutrición y prevención del envejecimiento celular.

“El consumo moderado de cerveza junto a una dieta sana, como la mediterránea, ayuda a prevenir complicaciones cardiovasculares mayores como un infarto de miocardio o un accidente vascular cerebral”, aseveró el doctor Ramón Estruch, del Hospital Clínic de Barcelona.

Además explicó que estudios efectuados en España han demostrado que la cerveza sin alcohol también tiene un efecto protector ante las enfermedades cardiovasculares (ECV).

La directora del CSIC-ICCC, Linda Badimón, por su parte destacó que la ingesta moderada de cerveza puede “favorecer la función cardiaca global”. En cuanto a las cantidades que se consideran moderadas, Estruch explicó que en hombres son dos cañas al día y una en mujeres.

Los polifenoles, compuestos que se encuentran mayoritariamente en alimentos de origen vegetal y también en la cerveza, son los que pueden reducir los riesgos de padecer ECV y cáncer, debido a sus propiedades antioxidantes, aseguró Rosa Lamuela, de la Universidad de Barcelona.

La rehidratación que proporciona la cerveza a los deportistas, tras realizar ejercicio, es otro de los aspectos destacados por los médicos.