Aventura espacial

Philae busca su destino

  • El módulo lanzado desde la sonda Rosetta está muy cerca del cometa sobre el que aterrizará en las próximas horas. La importancia de la misión, encarada por la Agencia Espacial Europea, es comparada con el aterrizaje en la luna.
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En un fotograma de animación se reproduce la separación del módulo Philae de la sonda Rosetta, después de diez años de viaje espacial.

Foto: Agencia EFE

 

Agencia EFE

La sonda europea Rosetta ha lanzado el módulo Philae sobre el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko, a una distancia todavía de 22 kilómetros y en el que aterrizará unas siete horas después para estudiar su composición.

La Agencia Espacial Europea (ESA) informó hoy desde su centro de control de operaciones en la ciudad alemana de Darmstadt que la separación del módulo Philae se produjo a las 09.03 GMT.

El director de Vuelo de Rosetta, Andrea Acommazzo, dijo que la maniobra de separación se produjo con “éxito” y que Philae va de camino al cometa.

Es la primera vez en la historia que una nave está tan cerca de un cometa, algo que algunos expertos han comparado por su importancia científica y complejidad técnica con la llegada a la Luna o con la misión japonesa Hayabusa, que en 2005 hizo pruebas de la superficie de un asteroide.

La ESA volverá a recibir una señal de Philae en las últimas horas de esta tarde, lo que mostrará que el módulo de aterrizaje sigue vivo.

La sonda europea Rosetta se encontró en agosto con el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko tras un viaje de diez años a través del Sistema Solar para estudiar su origen en un momento en que el cometa todavía no está activo porque se encuentra a una distancia de 450 millones de kilómetros del Sol.

El aterrizaje se producirá previsiblemente en una zona llamada Agilkia, que está situada en una parte del cometa a la que le da el Sol porque el módulo se alimentará con energía solar.

De momento, no es completamente seguro que se vaya a producir el aterrizaje y es posible que Philae no logre engancharse al cometa en la maniobra de aterrizaje.

Philae, si sobrevive, medirá el campo magnético del cometa y tomará pruebas, de hasta 30 centímetros de profundidad, de los materiales de la superficie del núcleo en la fase de máxima actividad, cuando se acerca al Sol.

La ESA va a estudiar en detalle el desarrollo de la cola del cometa, averiguar el agua que tiene dentro y la expulsión, ver qué tipo de agua es y si es como la de la Tierra, ya que en caso de que sea así fueron los cometas los que trajeron el agua a la Tierra.

La ESA también estudiará si hay moléculas complejas -origen de la vida- y si fueron los cometas los que pudieron haberlas traído también a la Tierra.

Posibilidades de error

Hay un 30 % de probabilidad de que Philae caiga en una zona del cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko que no es adecuada para el aterrizaje, dijo a EFE el jefe del Departamento de Ingeniería de Sistemas de Tierra de la Agencia Espacial Europea (ESA), Juan Miró. “La zona de aterrizaje es una zona más o menos plana de un kilómetro cuadrado de superficie, que está en uno de los lóbulos del cometa, pero el punto exacto del aterrizaje no lo podemos predecir porque el cometa emite gases y pueden perturbar la trayectoria de Philae”, según Miró.

“Un 30 % de ese kilómetro cuadrado tiene elementos que son agujeros, obstáculos o pequeñas montañas”, explicó Miró. Añadió que “a partir de ahora lo más importante es que pueda llegar a un punto donde no haya un cráter o una gran piedra”.

“Philae puede aterrizar en una superficie plana que tenga una pendiente de hasta 30 grados pero si hay un agujero es algo que no podemos controlar y sería muy mala suerte”, dijo el ingeniero español.

La sonda cae por inercia y por la gravedad del cometa y por ello era muy importante dejar la sonda en la dirección adecuada en la maniobra de separación para que llegue al cometa siete horas después, según Miró.