El punto no está mal, pero pudo y debió ganarlo

Colón cometió el pecado de perdonarle la vida

  • Fue interesante el debut de Mostaza Merlo. Se vio un equipo más suelto con la pelota, que generó varias situaciones de gol muy claras contra ninguna del rival. Pero los goles no se merecen, se hacen. Y no se hicieron.
Colón cometió el pecado de perdonarle la vida

Se la bancó de “4”

Se planta Yamil Garnier como lateral derecho en el Hilario Sánchez de San Juan. Lamentablemente, llegó a la quinta tarjeta amarilla y no podrá estar el domingo ante Ferro en el Cementerio de los Elefantes. ¿Se parará Ballini allí o podrá jugar Olivera con más oficio para defender?. Castillo, lesionado, está descartado para todo el torneo.

Foto: Télam

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a San Juan)

[email protected]

Mejoró y no ganó sólo y exclusivamente por la falta de puntería. No por otra cosa. Se defendió muy bien, le cerró todos los caminos al rival, su arquero fue una figura “decorativa” y tuvo seis situaciones muy claras para convertir. A Colón le faltó eso que tanto distingue a un equipo en racha o iluminado: saber aprovechar las oportunidades para marcar diferencias. Tuvo varios mano a mano y Ardente, el arquero rival, se convirtió en la figura de su equipo y del partido. Pero ya está. No sirve de mucho esto de llorar sobre la leche derramada. El punto sirve a pesar de que haya quedado en el consciente de todos que Colón hizo sobrados merecimientos para ganar.

Esa mejoría podía esperarse por varias razones:

1) Cada vez que hay un cambio de entrenador, el equipo, vaya a saber por obra y gracia de qué o de quién, produce un cambio que en muchos casos se hace radical. Algunos dicen que es porque se “airea” el vestuario y hay un “cambio de aire” que permite esa mejoría. No parece un fundamento muy sólido que digamos, pero pasa.

2) Merlo metió mano en el equipo y lo hizo positivamente. En sólo dos prácticas y media, cambió el sistema. Puso tres hombres atrás, el retroceso por los laterales lo practicó con Garnier y Bíttolo, permitiendo así un poco más de libertad para Villarruel y Pavón, que fueron escencialmente delanteros. Sumó más gente arriba, en consecuencia, y también metió más gente atrás para defender, porque cuando hubo que recuperar la pelota, además de presionar más lejos que con Osella, se supo armar línea de cinco para cerrar todos los caminos al rival. Salió bien.

3) Uno de los cambios fundamentales se dio en la mayor confianza y seguridad para el manejo de la pelota. Algunos se resignaron a tirar pelotazos, pero la consigna desde el banco fue muy clara: pelota contra el piso y a un compañero. Y se respetó.

Con ese 3-4-3 para atacar y el 5-4-1 para defender, Colón tuvo un orden destacable durante los 90 minutos. Si a un equipo que juega de visitante y ante un rival

 

El dato

Entró a la cancha

Al mediodía llegó la habilitación del juez del salvataje deportivo y finalmente Mostaza Merlo pudo ingresar al campo de juego y dirigir al equipo junto al Polaco René Daulte, su colaborador. Por las dudas, el que viajó a San Juan integrando la delegación fue Javier López, quien estuvo ayudando a Mostaza en estas pocas horas que lleva en Santa Fe. Los directivos de Colón volvieron a destacar las cualidades humanas de Merlo y la disposición que tuvo desde el principio para venir a Santa Fe. Y también confirmaron que fue accesible desde lo económico, tratándose de un hombre de su “chapa” y trayectoria.

necesariamente obligado a salir a atacar no se le crean situaciones de peligro frente a su arco, es porque se para bien y el sistema funciona. Algunos pelotazos a las espaldas de Garnier y Bíttolo crearon algunas dudas que fueron rápidamente disipadas. Muy bien el pibe Conti, expeditivo y confiable lo de Landa —sobre todo en el juego aéreo— y en lo suyo Lazzaroni. A partir de allí, ganando los rebotes y las segundas jugadas en el medio, Colón fue alejando a San Martín de su zona defensiva y lo obligó a jugar lejos de Broun. Un problema menos.

Falló lo ofensivo. Incluso, la contingencia de la rápida salida de Alario estuvo bien cubierta con un ingreso esperanzador de Becerra, quien jugó su mejor partido desde que llegó a Colón (metió tres pelotas de gol como si fuese un enganche claro y con ideas). Mejor Villarruel que Pavón en la exigencia contra los marcadores rivales, pero flojo el pibe sabalero de las inferiores a la hora de definir. Tuvo cuatro ocasiones muy claras, dos en cada tiempo, que fueron mano a mano mal resueltos en su mayoría (Ardente le tapó uno y las otras tres las tiró afuera).

¿Cuáles fueron las diferencias con el equipo de Osella?. Lo más significativo se dio en el manejo de la pelota y en el lugar que se eligió para presionar. Con Osella, Colón siempre jugó a esperar y a tirar pelotazos para jugar de contragolpe. Sobre todo de visitante. Con Mostaza, la idea fue trabajar un poco más el partido. Primero, presionando en el campo rival a veces o en la mitad de la cancha en la gran mayoría de los casos. Esto lo llevó a ganar muchos rebotes, rechazos cortos o pelotas divididas, cosa que antes no pasaba tan a menudo. Y después, cuidando un poco más la tenencia de la pelota.

Es posible que Osella también haya trabajado estos aspectos, pero a veces el equipo no le respondía. Se le fue cayendo y las mismas presiones —que Merlo tiene totalmente decidido que tiene que cargarse sobre sus espaldas— lo obligaron a una salida conflictuada y crítica para los dirigentes. La realidad indica que Merlo consiguió, en muy poco tiempo, mucho más de lo que se esperaba. Algunas cuestiones aparecieron a la luz por esas cosas inexplicables que tiene el fútbol. Cambiaron las caras del vestuario y también cambió el equipo. No se podía esperar mucho en apenas dos entrenamientos, pero se entendió bien lo que el nuevo técnico pidió.

Debió ganar Colón. Estoy convencido de que una victoria le habría dado el 60 o 70 por ciento del ascenso. El punto no está mal como premisa antes del partido, pero por lo que pasó después, tiene sabor a poco. Colón no vino a San Juan a buscar el puntito o a no perder; Mostaza plantó un equipo para ganar y casi lo consigue. Si no se dio, fue por culpa pura y exclusiva de un Colón ordenado y sólido para defenderse, pero poco contundente arriba. Es la gran diferencia entre un equipo respetable y un equipo distinto. Colón fue respetable.

Depende de Colón

Colón llegó a 25 puntos y le restan 9 por disputar. En esos tres partidos, tendrá que recibir a Ferro y Boca Unidos, mientras que el único encuentro de visitante será en Pergamino ante Douglas Haig, que mañana jugará con Aldosivi para culminar una fecha que a los sabaleros los dejó en el cuarto puesto.

Las posiciones son encabezadas por Gimnasia de Jujuy con 29, seguido de San Martín y Nueva Chicago con 28. Estos tres equipos tendrán que quedar libres todavía, por lo que no les quedan nueve puntos en juego, sino seis. Debajo está Colón con 25 y luego vienen Argentinos y Boca Unidos con 24, Aldosivi con 23 y Douglas Haig con 20.

Está claro que una victoria de Aldosivi dejaría al equipo marplatense en una buena posición, pues lo metería dentro de los cinco y marginaría a Colón a la quinta colocación, apenas un punto por encima de Argentinos y Boca Unidos, quienes hoy estarían jugando un partido desempate. Con el empate, los marplatenses igualarían la línea de los Bichos y correntinos, mientras que un triunfo de Douglas Haig lo acercaría a la zona de ascenso y lo pondría decididamente en carrera, algo que también sería perjudicial porque es uno de los rivales que tiene Colón.

Está claro que Colón tiene en sus manos la posibilidad de clasificar, porque además tienen que darse varios cruces entre sí de equipos que pelean arriba, como por ejemplo San Martín-Argentinos, quienes aún deben jugar.

missing image file

Se notó la mano de Merlo

Los mismos jugadores de Colón, pero con otra actitud y con mucho más fútbol que en la era Osella. Sin dudas, la capacidad y experiencia de “Mostaza” se vio anoche, con apenas dos entrenamientos encima. En la foto, hablando con Mariano Bíttolo, uno de sus aciertos al sacarlo de atrás y adelantarlo varios metros por la banda.

Foto: Gentileza Diario El Zonda de San Juan

síntesis

SAN MARTÍN (SJ) 0

COLÓN 0

Cancha: San Martín de San Juan.

Arbitro: Diego Ceballos.

San Martín de San Juan: Ardente; Quiroga, Mattia, Vera y Fernando González; Bogado, Bustos, Ramiro López y Poggi; Figueroa y Mauro Dalla Costa. A.S.: Corti. Estuvieron en el banco: Carniello, Iberbia y Bueno. D.T.: Rubén Darío Forestello.

Colón: Broun; Conti, Landa y Lazzaroni; Garnier, Poblete, Ballini y Bíttolo; Villarruel, Alario y Pavón. A.S.: Bailo. Estuvieron en el banco: Prichoda, David Ramírez y Telechea. D.T.: Reynaldo Merlo.

Cambios: en el primer tiempo, a los 6 m Becerra (C) por Alario. En el segundo tiempo: a los 7 m Gelabert (SM) por Ramiro López; a los 11 m Cobea (SM) por Bogado; a los 18 m Pineda Zabala (SM) por Dalla Costa; a los 37 m Marcos Fernández (C) por Pavón y Olivera (C) por Bíttolo.

Amonestados: en Colón, Garnier.

Bajo la lupa

BROUN (5).- Se hace difícil calificar a alguien que prácticamente no tuvo que intervenir en todo el partido. Fue un espectador de lujo.

CONTI (7).- Hacía mucho que no jugaba de titular, pero respondió en gran forma. Bien en tiempo y distancia, ganando de arriba y de abajo. Muy buen partido.

LANDA (6).- De arriba ganó todo. De abajo no tuvo fisuras. Se metió en el bolsillo a Dalla Costa y no tuvo problemas con Pinedo Zabala cuando le tocó entrar. Correcto en todo.

LAZZARONI (6).- Sin desentonar en absoluto, fue el que menos se destacó de los tres de atrás. Aceptable partido de todos modos.

GARNIER (5).- Concentrado en lo táctico, sabiendo que debía arrancar de “4” para pasar de “8” cuando el equipo tenía la pelota.

POBLETE (6).- Ganó muchos rebotes y segundas jugadas. Eso comprueba que estuvo siempre bien parado en la cancha. Volvió a ser el jugador de arranque explosivo de otros partidos.

BALLINI (5).- Despliegue y orden como atributos positivos, imprecisiones en el manejo de la pelota en la columna de las cosas negativas.

BÍTTOLO (5).- Otro que, al igual que Garnier, debió desdoblarse en su función de lateral-volante. Está capacitado para ello, tiene resto físico para el ida y vuelta y supo apoyar el trabajo ofensivo del equipo.

VILLARRUEL (5).- Estaba para más en la calificación, porque hizo un buen partido hasta el momento de entrar al área y definir. Tuvo cuatro chances claras que no pudo ni supo aprovechar.

ALARIO.- En el primer centro que le metió Villarruel se lesionó y tuvo que salir prematuramente.

PAVÓN (5).- Fue de menor a mayor, pero le faltó mayor gravitación en los últimos metros de la cancha. Al principio se atacó mucho por el otro sector.

BECERRA (6).- El mejor partido desde que llegó a Colón, peleando todas las pelotas y metiendo tres pases de gol.

OLIVERA Y MARCOS FERNÁNDEZ.- Pocos minutos en la cancha. Merlo buscó no perder fortaleza defensiva y tener la pelota en el final.