El cardiólogo Arnaldo Angelino estuvo en Santa Fe

“El ejercicio sirve de remedio en las enfermedades cardíacas”

El especialista en rehabilitación cardíaca aseguró que no sólo quienes sufrieron un infarto, sino también quienes presentan factores de riesgo pueden mejorar su salud, a partir de la actividad física.

14-A-IMG_1217.JPG

Profesionales. (De izq. a der.) Maximiliano D’Amelio, cardiólogo del deporte; Adolfo Rodrigo, presidente de la Asociación de Cardiología de Santa Fe; Arnaldo Angelino, cardiólogo invitado; y Rodolfo Milesi, director del Centro de Diagnóstico y Rehabilitación (Cedir). Foto: Mauricio Garín

 

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

Nadie pone en duda los beneficios de la actividad física para controlar factores de riesgo como el colesterol o la hipertensión. Pero el ejercicio también puede servir como remedio para las enfermedades cardíacas. A eso se dedica la rehabilitación cardíaca, un programa especialmente diseñado para pacientes con estos padecimientos.

“Se trata del ejercicio aplicado a la cardiología. El primer ejercicio que se le pide a un paciente después de un infarto es que se levante de la cama. Antes, se recomendaba un mes de reposo absoluto”, explicó el cardiólogo Arnaldo Angelino, que visitó Santa Fe para brindar una charla sobre la importancia de la actividad física en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

El especialista comentó que a partir de la década del ‘70 comenzaron a difundirse los “ejercicios programados”, que no sólo permitían que los pacientes mejoraran, sino que también impedían que murieran en el corto plazo después de haber sufrido un infarto.

Pero la medicina avanza permanentemente y estos ejercicios de rehabilitación que, en un principio, fueron pensados para quienes ya habían sufrido un infarto, hoy se están recomendando en pacientes que presentan dos o más factores de riesgo (colesterol, diabetes, hipertensión, entre otros).

En todos los casos, el abordaje es multidisciplinar: el cardiólogo es asistido y acompañado por un profesor de educación física, nutricionista y psicólogo.

“A partir de la semana 12/15 de hacer un tratamiento continuo de rehabilitación cardiovascular, uno empieza a secretar cosas buenas y deja de secretar cosas malas, empieza una movilización que -después de dos años- produce cambios físicos que modifican la morbi-mortalidad”, señaló Angelino.

Con el objetivo de que el programa de rehabilitación sea sustentable, es decir que la persona lo pueda mantener en el tiempo, recientemente se incorporó el baile, como una forma más distendida de poner el cuerpo en movimiento.

Pero el ejercicio es importante para todos, y no sólo para aquellos que tienen problemas cardíacos. “Si querés cuidar tu corazón, muevete”, lanzó a modo de eslogan el especialista y detalló: “Hay que hacer actividad física diaria. Para eso no hace falta tener un programa supervisado, sino que lo que importa es moverse: hay que usar un poco menos el auto, el ascensor, el control remoto o el lavarropas automático. Esto va generando secreciones neurohumorales beneficiosas que, cuando esa actividad se organice a través de un programa con supervisión médica o de un entrenador físico formado en salud, tendrá resultados sumamente positivos”.

Además, la actividad física tiene una íntima relación en la reducción de uno de los males de nuestra época: el estrés. “Es otro de los factores de riesgo que influye en la enfermedad cardíaca”, concluyó Angelino.