Unión empató 0 a 0 con Sarmiento y conservó su invicto

Lo que parecía una fiesta, terminó siendo una barbarie

  • En la despedida del mejor equipo del campeonato como local, estaba todo dado para festejar, pero los vándalos de siempre se encargaron de arruinarlo todo.
Lo que parecía una fiesta, terminó siendo una barbarie

Así empezó todo...

Un clima festivo

Antes del comienzo del partido, la totalidad del plantel de Unión ingresó al campo de juego y recorrió todo el perímetro recibiendo la ovación de la hinchada por la obtención del ascenso y además, por haberse consagrado como el mejor equipo del torneo. Hicieron un festejo a lo campeón, porque así se consideran los jugadores a pesar de que el reglamento —inexplicablemente— no lo haya establecido.

Foto: Pablo Aguirre

 

Alberto Sánchez

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Se trataba de la despedida del mejor equipo del campeonato de la B Nacional, certamen que por esas cosas reglamentarias, no tiene, luego de 22 fechas, un campeón. Igualmente, a Unión, con el ascenso logrado cuatro jornadas antes de la finalización del torneo, y extendiendo su invicto a diez cotejos sin derrotas, con ocho victorias al hilo, y matemáticamente convirtiéndose en el equipo que más puntos sumó, se lo puede considerar un “legítimo y gran campeón”.

Es por eso que ayer, en un 15 de Abril que a pesar de los 50 pesos que todos y cada uno de los hinchas debieron abonar para ingresar al estadio, lució casi a pleno, era la gran oportunidad de continuar con los merecidos festejos. Por eso se habían programado algunos actos mediante los cuales la gente podría, luego de observar el encuentro frente a Sarmiento, la actuación por ejemplo, de los “Bam-Band”, reconocido grupo de música tropical santafesino.

Sin embargo, ocurrió lo que siempre sucede en todas las canchas del fútbol argentino. Cuando el árbitro Saúl Laverni, dándose cuenta de que las acciones del partido ya no tenían razón de ser, pitó el final del mismo a los 43 minutos, cerca de un centenar de delincuentes, agresores, ladrones y criminales, que hacía varios minutos estaban detrás de la línea de cal, invadieron el campo de juego para arrasar con lo que encontraban en su camino.

Algunos jugadores pudieron zafar de los saqueos demostrando que podrían competir en pruebas de velocidad pura, incluso algunos hasta mostraron excelentes actitudes para carreras con obstáculos, pudiendo eludir o sortear las patadas que le tiraban desde atrás para hacerlos caer y, literalmente, robarles lo que tenían puesto. A esa altura, a estos energúmenos no les importaba si la camiseta era la roja y blanca de Unión o la verde de Sarmiento.

El partido fue televisado para todo el país y por ese motivo es fácil revivir las imágenes de lo ocurrido. Realmente parece una ficción. Es increíble lo vivido por Lucas Gamba, por nombrar a uno de los damnificados (y al que pude ver desde mi lugar de trabajo), quien no tuvo más remedio que resignarse ante por lo menos una decena de bandidos, que lo desnuden en el campo de juego.

Pero lo más impresionante fue lo ocurrido cuando algunos de los plateístas de la zona baja del lado oeste de los bancos de suplentes, reaccionaron (como la mayoría de los hinchas) contra un par de estos malhechores. Uno de ellos no tuvo mejor idea, en una actitud asesina, de arrojar la herramienta usada para rescatar las pelotas del foso, como si fuera una lanza, contra una persona ubicada en el sector.

Lo inconcebible es que recién ahí apareció la policía para llevarse a tres de estos violentos. Ya habían pasado por lo menos cinco minutos desde el pitazo de Laverni; y a los agujeros en los alambrados le habían seguido, la “apertura curiosa” del portón de la tribuna de Cándido Pujato.

Antes de todo lo comentado hubo un partido de fútbol. Lamentablemente el espacio que normalmente utilizamos para contarles a nuestros lectores lo que sucedió entre dos equipos, esta vez debimos usarlo para reflejar lo mal que se trabaja en esta clase de espectáculos. Debía ser una fiesta, la continuación en el caso de Unión; y el festejo por parte de Sarmiento, que con el empate de ayer también jugará en la máxima categoría el año que viene. Pero una vez más, la barbarie le ganó al fútbol. Ojalá no terminemos acostumbrándonos. Sólo hay que poner voluntad para corregir las cosas.

síntesis

Unión 0

Sarmiento 0

Unión: Nereo Fernández; Emanuel Britez, Diego Barisone, Leonardo Sánchez y Santiago Zurbriggen; Fausto Montero, Nicolás Bruna, Juan Rivas e Ignacio Malcorra; Lucas Gamba y Enrique Triverio.

D.T.: Leonardo Madelón.

Sarmiento: Lucas Ischuk; Pablo Aguilar, Franco Coria, Daniel Delgado y Mauricio Casierra; Marcelo Scatolaro, Renzo Spinacci, Gervasio Núñez e Ignacio Cacheiro; Héctor Cuevas y Nicolás Sánchez.

D.T.: Sergio Lippi.

Goles: No hubo.

Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, Sebastián Luna por Scatolaro (S); a los 13 min., Marcelo Cardozo por Brítez (U); a los 19 min., Martín Fabro por Montero (U); a los 34 min., Diego Castaño por Cacheiro (S); a los 36 min., Sebastián Caballero por Bruna (U); y a los 42 min., Martín Andrizzi por Cuevas (S).

Amonestados en Unión: Britez y Zurbriggen.

Completaron el banco de suplentes: Joaquín Papaleo, Juan Pablo Avendaño, Jonatan Tarquini y Franco Soldano.

Árbitro: Saúl Laverni.

Cancha: Unión.

Lo que parecía una fiesta, terminó siendo una barbarie

... Y Así terminó todo.

Un clima tenso y violento

En primer plano, uno de los energúmenos que agredió a los plateístas (más atrás venía su compinche). Ambos, junto a un tercero, fueron detenidos por la policía. La barbarie le ganó a la merecida y esperada fiesta.

Foto: Pablo Aguirre

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... Le hicieron de todo...

Lo dice la cara de Gamba

La resignación en el rostro del delantero tatengue. Al principio luchó para que no le roben la ropa, pero se dio cuenta de que la situación era irreversible, y podía ser peor.

Foto: Pablo Aguirre