Fue un excepcional relator de fútbol...

A 25 años del adiós a Fioravanti

Tomás Rodríguez

(Especial para El Litoral)

El 30 de noviembre de 1989, una noticia conmovió al mundo futbolístico argentino, el fallecimiento en Buenos Aires, de Joaquín Carballo Serantes “Fioravanti”, a los 78 años, considerado el más grande relator deportivo que tuvo el país, quien se iniciara como periodista en la ciudad de Santa Fe.

Este brillante hombre de la radiofonía nacional, natural de la República Oriental del Uruguay, cuando contaba seis años, junto a su familia se radicó en 1917 en nuestra ciudad, siendo un destacado periodista gráfico, hasta que recibió un importante ofrecimiento, dio el gran salto profesional y se trasladó a Buenos Aires.

De léxico refinado, preciso en sus observaciones, fue un verdadero Maestro, un ejemplo que debieran imitar muchos de los que en la actualidad utilizan un lenguaje de dudoso buen gusto, proclive al improperio y la grosería.

Fioravanti trabajo en las tres emisoras más importantes de una época considerada de oro del balompié argentino: Splendid, Mitre y El Mundo. “Tuve el honor de relatar dos veces el clásico santafesino, ambos en Unión, con empate y triunfo de Colón; uno de mis sueños se concretó en la década del ‘60 con los ascensos de ambos a primera división‘, reveló a un semanario gráfico nacional.

El siempre dijo que era un “narrador, no un relator”. En esa tarea, muchos lo consideran el mejor de todos los tiempos, aunque él siempre decía que era un periodista gráfico, actividad que desarrolló ininterrumpidamente entre 1932 y 1958. Uruguayo de nacimiento pero santafesino por adopción, empezó su actividad en los desaparecidos diarios “La Provincia” y “El Orden”, de Santa Fe. Cuando se trasladó a Buenos Aires, escribió en Noticias Gráficas, Pregón y La Razón (desde 1939), donde su columna “Claxon Deportivo” marcó una época.

Apoyado en esa formación, tuvo un período brillante con su manejo del lenguaje y fue líder de audiencia durante las décadas del ‘40 y ‘50, la primera en LR4 Radio Splendid y la segunda en Radio El Mundo. El domingo 13 de abril de 1941, debutó en su nueva etapa con un Newell’s 3 Boca 2 al que recordaba como “el primer partido que narré”, no por falta de memoria (hacía cuatro años que alternaba el relato con el comentario), pero sí por considerar que su etapa anterior constituía un período de transición.

Fioravanti no sólo relató fútbol, sino que como era un apasionado del deporte de los puños, también marcó una etapa destacada de la mano del boxeo. Fue el creador de la transmisión tal cual se la conoce ahora, el primero en todo. Relató desde una cabina ubicada en lo más alto del estadio y no desde el borde del campo o en la platea para evitar que se cuelen los insultos de los espectadores.

Para los que peinan canas recordarán que Fioravanti ante el pedido de su concuñado Raúl Uzinquer y Pedro Acchiardi, de LT 9 (donde también había trabajado en sus inicios), aportó su experiencia y sabiduría para que mediante “Audición Deportiva” transmitiera todos los partidos de Colón y Unión en Buenos Aires en los torneos de ascenso con el relato de Ortega Moreno y las apreciaciones de Macaya Márquez.

Pasaron 25 años del último adiós del Maestro, cuando ingresó en la inmortalidad, pero desde 1924 Horacio Martínez Seeber, un radioaficionado de 23 años que realizó la primera transmisión; hasta Mariano Closs, pasando por Sojit, Lalo Pelliciari, Bernardino Veiga, José María Muñoz y Víctor Morales, fueron numerosos las figuras de los micrófonos, sin embargo, los especialistas consideran que Fioravanti sigue siendo el mejor relator argentino de todos los tiempos.