Aunque hay menos emisión

La inflación más rápido que el dólar

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“El gobierno vuelve a utilizar el ancla cambiaria como instrumento para frenar la inflación y el tipo de cambio real está volviendo a los niveles previos a la devaluación de enero. Una diferencia con aquel momento es que ahora se utiliza no sólo la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal, sino también la colocación de bonos de deuda pública”.

Así lo advierte Gustavo Reyes en el último informe de coyuntura del Ieral (Fundación Mediterránea). Expone que “este cambio en el mix de financiamiento no resuelve de raíz el problema inflacionario, por lo que se están postergando soluciones, en detrimento del nivel de actividad del sector privado, afectado por el atraso cambiario y la menor disponibilidad de recursos prestables del sistema”.

Para el analista, este “experimento” ya fue utilizado en el país (fines de los ‘70 y los ‘80) sin buenos resultados a falta de una solución al déficit fiscal. El motivo de este nuevo “enamoramiento” parece ser la estabilización de la inflación que de todas maneras sigue entre 2 a 2 % mensual. “La única diferencia actual es que ahora el gobierno ha decidido financiar su creciente déficit fiscal no solamente con emisión monetaria sino también mediante la emisión de deuda.

“La estrategia -dice- tiene como objetivo descomprimir la emisión que realiza el Banco Central y reducir el sobrante de pesos en la economía. El menor excedente de pesos, en el corto plazo le quita presión tanto a la inflación como al mercado cambiario (dólar oficial y blue)”, admite el Ieral.

Pero advierte que “las contrapartes negativas de este endeudamiento son básicamente dos: en el corto plazo reduce aún más el nivel de actividad económica del sector privado, ya que al ser solventada por ahorro interno, le ‘quita’ fondos al sector privado repercutiendo negativamente sobre el financiamiento del mismo.

“En el mediano plazo, si las cuentas fiscales no mejoran, el problema se vuelve aún mayor porque al problema fiscal se le suma el vencimiento de dichas obligaciones financieras”. Además el atraso cambiario agrava los problemas de los sectores exportables (y por ende a las economías regionales) y la falta de dólares de la economía. Todo en un contexto internacional de caída de precios de los commodities.

“En la medida que no se comience a resolver la raíz del problema inflacionario (desequilibrios fiscales), la actual estrategia sólo posterga las presiones inflacionarias en detrimento del nivel de actividad del sector privado y profundiza la escasez de la oferta neta de dólares comerciales de la economía”.

24 mil

millones de pesos

colocó la Casa Rosada en bonos sólo entre fines de septiembre y noviembre; es el 24 % de lo que lleva en 2014 para financiar el déficit del gobierno nacional.