Clara ventaja frente a la agricultura

Ganadería: la última tentación de los pooles

  • Con la caída de los precios de los cereales y oleaginosas se abre una gran oportunidad para la producción de carne vacuna. Hoy la rentabilidad por hectárea en casi todas las zonas productivas del país dan a la actividad una clara ventaja sobre el resto de los cultivos que hasta hace poco eran estrella.
Ganadería: la última tentación de los pooles

Mejor número. De los tres modelos estudiados, la cría es la de mayor margen neto por hectárea, aunque implica una gran inversión en un plantel de madres.

Foto: Juan Manuel Fernández

 

Campolitoral

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La caída de los precios de los cereales y oleaginosas junto a la revalorización del dólar como moneda de transacción internacional ha producido importantes bajas en los precios de los granos.

Con los nuevos valores de la soja, todo indica que los próximos dos años los recorridos alcistas o bajistas en los precios estarán más afectados por las acciones de los fondos de inversión que por los fundamentos del mercado.

Desde RosGan (Mercado Ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario), esta caída de rentabilidad en los productores debiera ser vista como una nueva oportunidad para apostar a la diversificación, descartando “esa dicotomía tan dañina de granos o carnes, entendiendo que los mismos tienen una complementariedad que los convierte en una fórmula sustentable económica y ambientalmente”.

Un trabajo técnico realizado por el especialista de la Universidad Nacional de Rosario Juan Carlos Porstmann hizo números sobre los márgenes que ha logrado la ganadería últimamente y los comparó con los de la soja. Además de arrojar una rentabilidad mayor, la producción de carne -como actividad complementaria, no antagónica- permite un uso más eficiente y sustentable de la tierra, además de la “rentabilidad social”, mucho más importante que la renta individual en el largo plazo. Con estos resultados, el director ejecutivo del mercado, Raúl Milano, propuso abrir el juego a la inversión “extra sector” y así conseguir el impulso para dar un salto inmediato.

Nueva película

El directivo de Rosgan reflexionó acerca del formato de ocupación territorial de la agriculturización, un “proceso demasiado violento” que generó cambios que chocaron con algunas “limitantes negativas” como la depredación del suelo en algunos lugares, la modificación de formas sociales de vida y de trabajo en importantes poblaciones del interior argentino.

“Debemos ver la nueva oportunidad que nos da la modificación de rentabilidades como el inicio de una nueva película productiva en el país, de la mano de la integración de las dos producciones la agrícola y la pecuaria”.

Milano recordó que Argentina posee uno de los rodeos británicos más grande del mundo, “dándole una calidad genética a su producción de carne que es altamente valorada”. El valor de la calidad genética no es un ítem más a tener en cuenta sino que es el elemento distintivo que hace que Argentina sea diferente a buenos productores como hoy lo son Brasil y Paraguay. Nosotros nos diferenciamos por la calidad y otros se diferencian por la cantidad.

“Estos atributos hacen que la ganadería vuelva a ser una oportunidad para poner rápidamente en marcha”, afirmó el ejecutivo. Y estimó que existen pocas producciones que puedan responder tan velozmente a los requerimientos de una demanda como la ganadería. “Lo único que el sector necesita es que su funcionamiento sea el resultado de las fuerzas del mercado sin requerir ningún subsidio especial. La ganadería no tiene costo para el país, solamente por la oportunidades perdidas”.

En base a esto, consideró que el nuevo modelo debe incluir necesariamente “la incorporación de nuevos actores” que contribuyan a dinamizarlo. “La nueva etapa -explicó- requiere no sólo el expertise de todos sus productores sino una importante inyección de inversiones que permita capitalizar al sector. La cadena históricamente no ha tenido una buena imagen y la actualidad obliga a dar más transparencia, premiando a quienes trabajan correctamente en un sector que moviliza importantes masas de dinero”.

Según Milano es el momento del salto cualitativo en el sector, “que deberá incorporar a sus habituales herramientas formatos que la agricultura posee desde hace décadas: forward ganadero, warrant ganadero y fideicomisos ganaderos”. El futuro, estimó, pasa de la tranquera hacia afuera: “la diferencia no sólo está en los paquetes tecnológicos de pasturas, inseminación, genética, sino que ahora la diferencia estará en el manejo del flujo de fondos, procesos de comercialización, formatos de integración, etc”.

Oportunidades a la vista

Juan Carlos Porstmann, en su trabajo “La ganadería argentina: Oportunidades de un negocio rentable”, comparó rentabilidades para apuntalar la idea de Milano.

El catedrático refirió que el sector tiene por delante la oportunidad de aprovechar la excelente demanda de los mercados internacionales. “A la ya conocida Cuota Hilton, se suman la Cuota 481 (también con destino a la Unión Europea), China, Rusia, Estados Unidos y Canadá entre otros destinos”.

Por lo tanto, el panorama de exportación luce alentador. La expectativa de que la ganadería vuelva a ser una actividad competitiva frente a la agricultura de bajos rendimientos y alto riesgo de zonas marginales, vuelve a plantear interrogantes y buscar respuestas. ¿Puede competir en términos económicos la ganadería en combinación con rotaciones agrícolas? ¿Qué nivel de productividad debemos lograr o cuán eficiente deben ser los sistemas de producción de carne? ¿Qué sistemas de producción generan mayores márgenes? ¿Cuál es el nivel de inversión y cuál la rentabilidad del capital para poner en marcha un proyecto ganadero?

Para estudiar en profundidad los aspectos económicos de la producción de carne bovina en la actualidad, se seleccionaron tres modelos productivos: Cría, Invernada y Ciclo Completo, en comparación con soja de primera. A fin de establecer los niveles de productividad se toma como zona de referencia la región centro-este de la provincia de Córdoba, en campos de aptitud mixta, donde a partir de la última década el avance de la frontera agrícola los trasformó en cultivos de Soja.

En los planteos de producción de carne se observan múltiples alternativas de alimentación, desde las más intensivas como el Feedlot, sus combinaciones con terminación en corrales de engorde -o al contrario, corral de inicio y terminación a campo- hasta los sistemas más clásicos de invernada a campo con o sin suplementación energética en la fase final.

Mejor negocio

A los niveles de productividad y precios estimados, todos los planteos ganaderos del estudio arrojan resultados económicos competitivos con respecto a la producción de Soja. El mayor Margen Bruto lo presenta la Cría producto de los buenos precios de venta de los terneros para invernada, que reflejan las expectativas de mayores negocios de exportación y de una menor oferta, sumada a la eficiencia técnica en función de la calidad de los recursos planteada en el modelo. Esta oportunidad de la Cría se traduce en una amenaza de la Invernada, que a iguales niveles de eficiencia técnica no compite con la Cría. Esto se explica en parte por la alta relación de precios entre compra (terneros) y venta (novillos). Este valor en la actualidad es del 36%, uno de los más altos de los últimos 20 años, en el cual el promedio de la serie (1995-2014) es de 11,6%, siendo el valor medio de los últimos 5 años (2010-2014), a partir del cual se revierte la fase de la crisis ganadera, de 20,1%.

El sistema de Ciclo Completo se ubica en una posición inferior a la Cría. La ventaja económica de esta alternativa es el ahorro de gastos de comercialización de venta del ternero por parte de la Cría y de compra por parte de la Invernada. Otras ventajas muy importantes son el autoabastecimiento de terneros (oportunidad y calidad) y la diversificación del riesgo técnico y de mercado por la combinación de dos actividades.

El rendimiento de indiferencia de la Soja, a partir del cual iguala en términos de Margen bruto a la actividad Cría es de 3.690 kg/ha para la región en estudio. En el caso de Invernada 2.560 kg/ha y para Ciclo Completo 3.510 kg/ha.

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Negocio más rápido. Con un 19.2% de TIR (Tasa Interna de Retorno), la invernada es el esquema más rentable con menor inversión.

Foto: Federico Aguer

Modelos de inversión

La segunda parte de este estudio evaluó en términos financieros la rentabilidad de las inversiones necesarias para ejecutar un proyecto de producción de carne bovina, de característica técnicas similares a las que se analizaron en el cálculo del Margen Bruto, siendo la escala de los proyectos de 500 hectáreas. En esa instancia, el autor se preguntó: ¿el mayor margen de la Cría compensará el mayor nivel de inversión en vientres con respecto a un planteo de invernada de menor margen, en iguales condiciones de recursos y eficiencia técnica?

Para ello se planteó un modelo de negocio tomando tierra en arrendamiento por el valor anual equivalente a 7 quintales de soja por hectárea (99,4 kg de novillo/ha/año). Se simularon los ciclos productivos de cada actividad (dinámica del rodeo) utilizado para proyectar el flujo de fondos financiero de los proyectos (Inversiones, ingresos y egresos) a un plazo de 5 años, a partir del cual finalizan, recuperando el valor del capital hacienda remanente.

Se proyecta un contexto de precios futuros para la hacienda con un incremento del 5% anual en términos reales por efecto de las expectativas de exportación. Para la soja se estima un único incremento del 10% a partir del segundo año bajo la hipótesis de una disminución del nivel de retenciones a las exportaciones de soja. Por último el modelo no considera en la proyección del flujo de fondos restricciones financieras ni el financiamiento para realizar las inversiones.

Los resultados obtenidos en la evaluación financiera de los proyectos son favorables en los tres modelos. Los valores de Valor Actual Neto (VAN) son positivos y los de TIR (Tasa Interna de Retorno) superan en todos los casos el costo de oportunidad del capital. La conclusión sigue el mismo patrón que en el análisis del Margen bruto, en primer lugar el proyecto Cría con el mayor VAN, en segundo lugar el proyecto Ciclo Completo y por último Invernada. En términos de rentabilidad (TIR), Invernada presenta el mayor valor (19,4%) al mismo tiempo que presenta la menor inversión inicial.

A partir de estos resultados, se realizó un análisis de sensibilidad para identificar las variables de mayor peso en la definición de los valores de cada proyecto y su impacto en el resultado final. En los tres casos el precio de la hacienda y el monto de inversión inicial presentan el mayor peso en el valor de los proyectos, superando las variables de eficiencia técnica. En el caso particular de Invernada la relación de precios ternero/novillo es la más importante.

Si se evalúan los proyectos de inversión neutralizando los incrementos de precios esperados en la hacienda y en el grano de soja, las actividades también presentan valores positivos y mayores al costo de oportunidad.

Pensar en cadena, la deuda de todos

La cadena de ganados y carnes tiene muchos actores que conforman sus eslabones, por lo general la forma histórica de funcionamiento de todos ellos no fue analizada como una acción en común sino como partes estancas que ganan al influjo de las pérdidas de otros actores.

La crisis que provocó una merma del stock ganadero de entre 10/12 millones de cabezas debe ser vista como un punto de inflexión que modifique definitivamente la forma de relacionamiento, los distintos sectores deben comprender que cuando todos agregan valor se jerarquiza en forma incremental el patrimonio de todos ellos, de forma tal que la utilidad no está en ventajas parciales sino en la acción virtuosa de una tarea asociativa que reposicione a la cadena en una nueva etapa.

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"Debemos ver la nueva oportunidad que nos da la modificación de rentabilidades como el inicio de una nueva película productiva en el país, de la mano de la integración de las dos producciones: la agrícola y la pecuaria"

Raúl Milano

Dir. Ejecutivo RosGan

Lo que la soja se llevó

El formato histórico de explotación agropecuaria aún en la zona núcleo era mixta, con una rotación permanente que permitiera engordar el suelo con las tropas de ganado cambiando de lote en lote, con una planificación ordenada por ciclos de maíz, trigo y posteriormente de soja preservando el bien más importante que era la tierra.

El modelo económico financiero de cualquier explotación tenía un funcionamiento de caja chica con la ganadería, donde durante el año se iban vendiendo de a poco las tropas para garantizar el funcionamiento y la llegada de la cosecha era la gran caja de ahorro familiar, ese esquema económico productivo permitió durante décadas preservar ambientalmente el campo y económicamente garantizar el sustento, los precios y costo de la soja modificó totalmente el esquema y aún el asentamiento de las familias. La posibilidad de vivir de renta explotando campos heredados cambió en la zona núcleo el diseño familiar y laboral, el abandono del campo como lugar de residencia y las altas rentabilidades logradas permitieron en muchos casos modificar la pampa gringa.

El dato

Metodología

Porstmann explicó que a partir de la caracterización de cada modelo productivo se estimó el Margen Bruto anual, que surge de restar a los Ingresos directos los Costos directos de producción. Los Ingresos directos son el resultado del valor de la producción menos los gastos de comercialización de venta incluidos los fletes. Los Costos directos en ganadería incluyen personal, alimentación (renovación y mantenimiento de pasturas perennes, siembra de verdeos de invierno, confección de rollos y suplementación con balanceado), sanidad, conservación de mejoras, compras de hacienda y gastos de comercialización de compra. En cuanto al cultivo de soja de primera, se restaron los costos de labores contratadas, semillas, herbicidas, insecticidas, inoculante, fertilizante y cosecha contratada.

Los resultados económicos para el cálculo de los márgenes se proyectaron en pesos y la rentabilidad de los proyectos de inversión en dólares, a moneda constante, antes de impuestos, a precios de octubre de 2014. En el caso particular del grano de Soja, se calculó una leve expectativa alcista, en comparación con los valores actuales. El tipo de cambio utilizado para la conversión de pesos a dólares fue 8,47.