Un tema chivo

Mientras Chaco se larga a exportar caprinos a Qatar, Santa Fe consolida lentamente una política de fomento a las especies menores. Desde Las Gamas apuntan fuerte al mercado interno.

Federico Aguer

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Esta semana se anunció que Chaco exportará caprinos a Qatar. Puntualmente, el Frigorífico Caprinos Chaco, ubicado en Pampa del Infierno, faenará los animales que se exportarán en esta primera operatoria a Qatar, y -según planean- los Emiratos Árabes y África como próximo destino. La operatoria es supervisada por la provincia, la empresa, y técnicos del Senasa.

Con optimismo, remarcaron que esto les abre un abanico de posibilidades para la carne caprina producida en Chaco, que en esta primera etapa comenzará con Medio Oriente “y que tendrá continuidad en países del continente africano”.

Mientras tanto, Santa Fe trabaja en silencio en la recomposición de las especies menores, con la idea de fomentar el beneficio a los productores. En el Centro Operativo Las Gamas, ya cuentan con 65 corderos nacidos, 30 de los cuales ya están destetados, en el marco de un esquema de trabajo sustentado en inseminación artificial, servicios y manejo. La Ley Ovina y la caprina proporcionan el marco legal para crecer, aunque todavía falta.

Dentro del esquema de trabajo, se están haciendo cursos de capacitación para el año que viene y ya se presentaron 17 proyectos que incluyen infraestructura y compra de reproductores. A su vez, el frigorífico de Villa Minetti (a través de la Unión Campesina del Noroeste Ltda.) continúa vendiendo reses a Rosario y Santa Fe de corderos, cabritos y lechones, con el agregado de valor de chuletas envasadas al vacío y congeladas, elaboradas con la colaboración de la agrotécnica local. En este sentido, la provincia esta manteniendo esta sala de faena junto con la de Fortín Olmos, con la idea de fortalecer una línea genética desde Las Gamas y fomentar el trabajo de los productores.

Otros perfiles, que apuntan al mismo fin. El camino es largo aunque ayuda a vislumbrar una nueva alternativa de diversificación productiva. Es de esperar que este despertar no sea tocado por el “modelo de intervención virtuosa” que significó el genocidio ganadero de la última década.