Menos grasas trans, más argentinos sanos

Menos grasas trans, más argentinos sanos

El 3 de diciembre entró en vigencia un cambio introducido en el Código Alimentario Argentino que apunta a reducir el contenido de grasas trans de origen industrial en los alimentos. En este marco, FIC Argentina presentó los resultados de un análisis que releva los ingredientes de alimentos procesados. Beneplácito de la OMS por esta medida.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FUENTES. FIC ARGENTINA Y OMS/OPS.

 

La Fundación Interamericana del Corazón Argentina realizó una investigación sobre 878 productos de las principales marcas que están en venta en grandes supermercados, con el objetivo de analizar el listado de ingredientes para detectar cuáles contenían grasas trans de origen industrial por encima del límite previsto por el Código Alimentario Argentino antes de la entrada en vigencia de la nueva regulación.

El relevamiento -realizado por FIC Argentina durante 2013- indicó que de los 878 productos analizados, 42 superaban el límite estipulado. Los baños de repostería, los alfajores y los productos de panadería son las tres principales categorías de productos que, según lo informado en el listado de ingredientes, aún tenían un contenido de grasas trans de origen industrial por encima de lo establecido por el Código Alimentario.

En el caso de los baños de repostería, el 83,3% de los productos superaba el límite establecido; en el caso de los alfajores se detectó que el 14,3% de la muestra poseía más grasas trans de origen industrial que lo permitido por el Código Alimentario; y para los productos de panadería se observó lo mismo en el 10,5% de la muestra.

“Argentina es un país pionero en la región en avanzar con legislación para limitar el contenido de grasas trans de origen industrial en los alimentos procesados y resulta muy alentador constatar que la mayoría de los productos ya informan nulas o mínimas cantidades de grasas trans de origen industrial, de acuerdo a lo que establece el Código Alimentario. No obstante, es de suma importancia que los cambios alcancen a todos los productos comercializados en el país, sin excepción, y que se compare la información provista en los paquetes de alimentos con el análisis químico desarrollado por el Estado, a fin de garantizar un monitoreo efectivo del cumplimiento universal de la política”, señala Lorena Allemandi, directora del área de políticas de alimentación saludable de FIC Argentina.

LOS RIESGOS

El consumo de grasas trans de origen industrial aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, de muerte súbita de origen cardíaco y de Diabetes Mellitus. Según la Organización Mundial de la Salud, una ingesta diaria de 5 gramos de grasas trans puede aumentar en un 25% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Esto se debe a que estas grasas incrementan el colesterol LDL (“colesterol malo”) y disminuyen el colesterol HDL (“colesterol bueno”). Por esto, la Declaración de Río de Janeiro “América Libre de Grasas Trans” (en 2008) recomendó su reemplazo.

“Recientemente, durante 2014, hemos realizado un nuevo relevamiento de rótulos e ingredientes cuyo análisis está en proceso y que muestra resultados similares a los de 2013. Los baños de repostería, los alfajores y productos de panadería continúan siendo los principales artículos con niveles elevados de grasas trans de origen industrial, lo cual será un desafío para la implementación de la ley en el futuro cercano. Desde la sociedad civil continuaremos con nuestro rol de contribuir al monitoreo del cumplimiento de la política, e informando a la comunidad para promover una alimentación saludable y aumentar la participación ciudadana en el control de las políticas que garantizan el derecho a la salud”, sostiene Verónica Schoj, directora ejecutiva de FIC Argentina.

Los resultados de la reciente investigación fueron presentados por la directora ejecutiva de FIC el pasado 26 de noviembre en el Salón Auditorio de Jefatura de Gabinete de Ministros, en el marco de una jornada de grasas trans organizada por el Ministerio de Salud de la Nación. Durante el encuentro se dieron a conocer los avances obtenidos en materia de regulación de alimentos industrializados y los compromisos a futuro.

+datos

POR QUÉ HACER EL CAMBIO

Las grasas trans de origen industrial -explica la OMS- son ácidos grasos que se forman durante el proceso de hidrogenación parcial de aceites vegetales. Pueden estar presentes en margarinas, aceites para cocinar, coberturas de repostería y facturas, entre otros alimentos. Su consumo se vincula con alteraciones del metabolismo de lípidos en la sangre, inflamación vascular y desarrollo de enfermedades cardíacas y cerebrovasculares.

En 2010, el Ministerio de Salud de la Nación lanzó la campaña “Argentina 2014 libre de grasas trans” para lograr que todas las empresas de alimentos realicen las modificaciones tecnológicas necesarias para adecuarse al nuevo artículo establecido en el Código Alimentario referente a grasas trans.

Éste exige la restricción del contenido de grasas trans de origen industrial (aceite vegetal hidrogenado) en los alimentos industrializados de acuerdo a estándares internacionales, estipulando que no debe ser mayor a 2% del total de grasas en aceites vegetales y margarinas destinadas al consumo directo y a 5% del total de grasas en el resto de los alimentos. La fecha límite para que las industrias cumplan con esta restricción venció en 2012 para los aceites y margarinas, y alcanzó a los demás alimentos el 3 diciembre pasado.

PREVENIR MILES DE EVENTOS CARDÍACOS

Argentina prevendrá unas 1.500 muertes al año y miles de eventos cardiovasculares con la entrada en vigencia, el pasado 3 de diciembre, de la reforma del Código Alimentario que limita los Ácidos Grasos Trans (AGT) en los alimentos, impulsada por el Ministerio de Salud de la Nación.

Así lo destacó la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), organismo que “valora esta medida que se encuentra en sintonía con las recomendaciones internacionales”.

En este sentido, recordó que en diciembre de 2010 se publicó en el Boletín Oficial la modificación del Código Alimentario Argentino, con lo que comenzó el proceso de eliminación progresiva de las grasas trans en el país. La resolución de los ministerios de Salud y Agricultura estableció que “el contenido de Ácidos Grasos Trans de producción industrial en los alimentos no debe ser mayor a 2% del total de grasas en aceites vegetales y margarinas destinadas al consumo directo y a 5% del total de grasas en el resto de los alimentos”, de acuerdo con las recomendaciones de la OPS/OMS. La normativa estableció un plazo de adecuación progresiva que culmina el mes próximo.

“Se trata de un nuevo avance para promover la alimentación saludable y reducir los riesgos de enfermedades en la población”, manifestó el secretario de Promoción y Programas Sanitarios de la Nación, Jaime Lazovski, durante una jornada realizada en el marco de la entrada en vigor de la iniciativa “Argentina 2014, libre de grasas trans”.

TRABAJAR DESDE LOS CONSENSOS

El secretario de Determinantes Sociales de la Salud, Eduardo Bustos Villar, destacó el trabajo intersectorial con la industria de alimentos para adecuarse a la medida. “Si no se trabaja desde los consensos es muy difícil la construcción colectiva”, subrayó.

“Se trata de una iniciativa basada en la construcción de sólidas evidencias. Es un ejemplo de cómo queremos trabajar sobre bienes públicos globales. La eliminación de grasas trans se transforma en un bien que es para toda la población, por ende es público”, resaltó el representante de la OPS/OMS en Argentina, Pier Paolo Balladelli, quien consideró que Argentina “tiene ahora la tarea de arrastrar a otros países en este trabajo”.

Esta medida permitirá prevenir unos 2.800 infartos cardíacos y alrededor de 5.373 eventos coronarios graves, y generará un ahorro directo de 87 millones de dólares anuales en el seguimiento y atención de enfermedades coronarias, explicó el director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles, Sebastián Laspiur.

grasas-trans-3.jpg