Mirada desde el sur
Mirada desde el sur
Interna de las internas
Raúl Emilio Acosta
Los periodistas seremos los más importantes actores políticos de las internas, que ya empezaron a dirimirse en la provincia de Santa Fe.
Los que están en las diversas nóminas, con más rezos a sus patrones que monaguillos de la Catedral, comenzaron hace tiempo plañideras disculpas y excepcionales explicaciones. También olvidos.
Los que están en la nómina kirchnerista olvidan día por día al vicepresidente Boudou y a la fortuna presidencial. No hay modo de olvidar. Milagro laico del sobre Manila.
Los que están en las otras nóminas tienen eso: amnesias parciales, territoriales, nominales. Ja.
Después quedamos los porfiados y recalcitrantes. Si se me permite la palabra: “jodidos”. Los molestos, que de tantos casamientos conocemos demasiadas alcobas, sabemos que no vendrán de Buenos Aires en un pangaré blanco, a salvar a quien sea. Santa Fe debe salvarse sola. Por eso adquirimos un poquito más de importancia. Poquito.
Las Paso Nacionales son en agosto. En ese mes, el gobernador electo estará recorriendo los medios y enamorándonos. Demasiado tiempo entre una cosa y otra. Los escribas molestos somos escépticos y sabemos las razones por las que bailan los “macacus rhesus”. Conjuguemos. Bailan, bailamos, bailarán. “Bailariola”.
Las fechas, como la de mediados de febrero para presentar listas (¡ojo con Carnaval!) apuran las definiciones. Marzo no tendrá “idus”, tendrá réprobos y elegidos. Listas para votar en las internas. Después del incendio de enero/febrero quedarán los nombres que se votarán. Luego, y posteriormente la verdad: en las generales de junio.
Hay tres sitios de campaña. Los políticos filtran información a los periodistas, los periodistas deducen informaciones y, según amores y economías, es lo que se cuenta.
Sitos imparciales ayudan a la ubicación “témporo especial”. Abundan los portales y los bombos. Es la vida. Ni buena ni mala. Paródica, si se permite la palabra. Parodiamos el circo romano, el mercado persa, el Gran Bazar. Y todos somos un poco Scherezade.
Los tres sitios de campaña son el FPCyS, el PRO y la diáspora peronista.
En el FPCyS cada quién esgrimirá razones para los anuncios que se hicieron. En la cancha se verán los pingos. En la interna de la interna, los periodistas suman y restan sin saber qué suma y qué resta.
En el PRO todo es suma. Es una “Nova” en expansión. Se anuncian fotos y gestos de próceres impensados y de presidentes comunales, intendentes y dirigentes que aceptan el esquema PRO, que tiene dos ejes. No es “K” ni es socialista.
Luis Rubeo se pasea por la provincia. Un poquito Omar Perotti, con sus carteles al menos. No pasean ni Agustin Rossi ni María Bielsa, viuda de Soria. Llega con dádivas oficiales de la caja nacional una vez a la semana el hombre de De Vido, Alejandro Ramos. Anuncian su candidatura Eduardo Buzzi y Raul Ponzio. También Oscar Martínez. Un sub 45, Leandro Bussato, estrenará el traje de candidato.
El periodismo sabe estos datos con detalles y alternativas. Los políticos profesionales también. La nueva forma de hacer política, definitivamente mediática, pone a los medios como el eje. Y en los medios los periodistas.
Portales, radios abiertas, panelistas, zócalos de programa, gestos del conductor, primeros planos del protagonista, pactados con el director de cámaras. Repeticiones y editados.
Es un juego apresurado, con fecha de vencimiento. Las anotaciones de febrero. El listado. Arrancan las primarias. Después vendrá otra febrícula hasta el conteo de votos de las internas y la gran comezón en junio. Nadie fuera, una interna de las internas nos tiene bailando. Algunos con la más bonita, otros no.
Abundan los portales y los bombos. Es la vida. Ni buena ni mala. Paródica, si se permite la palabra. Parodiamos el circo romano, el mercado persa, el Gran Bazar. Y todos somos un poco Scherezade.
Hay tres sitios de campaña. Los políticos filtran información a los periodistas, los periodistas deducen informaciones y, según amores y economías, es lo que se cuenta.