llegan cartas

El terrorismo en todas sus formas

FELIPE LUIS GARCÍA

[email protected]

En temas tan espinosos, hay que ser cauto y si el tema alcanza una relevancia internacional, muy cauto. Digo esto porque hablaré de lo que sucedió en Francia. Ejercitando la cautela expreso que no comparto aquello que tenga como motivo quitar la vida de cualquier persona. No estoy de acuerdo con ninguna situación extremista. El extremismo usa un método, casi siempre, que se llama terrorismo, entendiendo a este término como “dominación por el terror”. No hay nada que cause más terror que perder la vida, entonces accionan en contra de la vida de personas, muchas veces usando a víctimas inocentes. Consecuentemente, aborrezco el terrorismo en todas sus acepciones.

Los afanes imperialistas por medio de la colonización que usó Francia datan de mucho tiempo, en una época pretendió y logró, en parte, formar un vasto imperio que tenía como límites el océano Atlántico y el Pacífico. La colonización utiliza todo tipo de métodos, la mayoría aberrantes en contra de los países o continentes apetecidos.

Utilizando un criterio médico para la cronología, podríamos aseverar que el terrorismo cursa de forma aguda cuando usa la violencia manifiesta a través de un acto terrorista y la colonización cursa con un curso crónico, en ambos casos los agresores victimizan, ya sea por el belicismo, las acciones económicas, mediáticas u otros factores.

Vivo en un país que siempre estuvo sometido a los vaivenes del mundo, incluso antes de la globalización. La visión de Europa, Estados Unidos, y otros emergentes es que los habitantes de este continente y de otros, deben sufrir. Nuestro destino es el sufrimiento por vivir en continentes marginados; es más, están convencidos de que estamos acostumbrados al sufrimiento, por eso nuestra queja cae en saco roto porque deberíamos entender que es nuestro destino. Si nos quejamos no se nos atiende porque entienden que nuestros padecimientos forman parte de lo “natural”. Seguramente deben evaluarnos como ineptos, porque repetimos la queja sin entender. Hasta molestos, por lo repetitivos, debemos parecerles.

Cuando ellos sufren situaciones que no son normales activan mecanismos de defensa internacionales y logran por su predicamento adhesiones universales. En el caso del atentado contra la revista francesa son justificadísimos, como son justificadísimos nuestros reclamos por vivir en continentes sumergidos, sufriendo esa condición por los mismos que hoy apoyamos. ¿Cuándo nos apoyarán a nosotros en nuestros reclamos? Nunca, porque los que logran apoyos internacionales son los mismos que nos mantienen en esa condición.

Siento una inmensa pena por los periodistas asesinados, por los rehenes ejecutados, pero siento la misma pena por el niño de la comunidad indígena Qom que murió en el siglo XXI por inanición. Todo es terrorismo, la diferencia sustancial es la repercusión que alcanzan las situaciones.

Ojalá lo expresado sea entendido como pretendo. Lo resumiré en la conclusión siguiente: no hay un terrorismo bueno y uno malo; el terrorismo en cualquiera de sus manifestaciones es irremediablemente malo, siempre. La diferencia es la víctima, no es peor cuando quien lo padece es un país emergente.