llegan cartas

Ya no es por Nisman, es por ellas

LIC. GASTÓN VIGO GASPAROTTI

DNI 33.945.010

¿Quién muere? ¿Quién vive? Parecen preguntas propias de Dios. No aquí, no en Argentina. Me aterra pensar que en mi país, seres humanos como yo puedan dar respuesta a esas inquietudes. Si se suicidó, hubo un motivo. Si lo obligaron a hacerlo, la amenaza que era para él es ahora para nosotros. Si lo asesinaron, están sueltos, cerca de vos, cerca de mí. Tres hipótesis que no cambian lo planteado al comienzo: no decide uno cuando no nos dan elección.

¿Obtendrán la verdad sus dos hijas? Quienes estén tratando de desvelar el misterio, deben saber que no lo hacen por nadie más que por ellas. Ayer, sumergido en un laberinto de dudas, las imaginé. ¿Ustedes lo han hecho? ¿Pueden visualizar la tristeza de sus rostros? ¿Sus cuerpos temblorosos, desvaneciéndose en una infinita agonía? Seguramente no habrá explicación que las convenza, ni verdad que las consuele. Abrazaron a su padre pensando que lo volverían a ver pronto. Horas después, serían protagonistas de una pesadilla que recién está comenzando. No han podido velarlo, porque esperan órdenes de desconocidos, en vez de íntimos lamentos. ¿Cómo se sigue adelante después de aquello? En las calles, a los gritos, estas menores de edad escuchan que su progenitor es nombrado como símbolo de lo peor y lo mejor de nosotros. Puede ser que así sea, pero no es el tiempo de pensarlo. Lo que interesa es que la justicia, esta vez, sea justicia. Por eso es que imploro valentía a los profesionales intervinientes. No teman, no retrocedan, no cedan. Todo hombre en su vida tiene que enfrentarse a una encrucijada. Dos caminos distintos que conducen al abismo o a la esperanza. El incorrecto es fácil, tentador y veloz. Por el contrario, la vía de la honradez exige templanza, paciencia, dolor, sacrificios, calumnias y humillaciones. ¿Cargarán la culpa o levantarán la mirada ante las futuras generaciones? Ésa es la cuestión. Simple, cruda, determinante. Ustedes, sí pueden decidir. No lo olviden.