Aclaración de Viviana Fein

“Una sola vaina servida”

  • Una testigo del operativo en el departamento de Nisman tras su muerte, sembró algunas dudas sobre el procedimiento de los peritos. La fiscal del caso la desmiente.
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Los peritajes oficiales en el departamento de Nisman quedaron en la polémica tras la declaración de la testigo y luego de la participación de los forenses a pedido de Arroyo Salgado.

Foto: DyN

 

De la redacción de El Litoral

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DyN

La fiscal Viviana Fein, a cargo de la investigación por la muerte de Alberto Nisman, sostuvo hoy que en la escena donde apareció sin vida el fiscal federal había “una sola vaina servida y nada más”, con lo que contradijo a una testigo del operativo realizado entre la noche del 18 de enero y la madrugada del 19 en el departamento de la torre Le Parc.

“Hay una sola vaina servida y cuatro balas en el cargador, y un proyectil en el cerebro del doctor Nisman”, expresó la investigadora, luego de que Natalia Fernández, de 26 años, dijera que Fein le mostró una bolsa con cinco “casquillos de bala, pititos o algo así”.

Advirtió que “no existe otra cosa” y defendió el procedimiento al señalar que “todo fue hecho debidamente”, por lo que pidió que la testigo “se haga cargo de lo que está diciendo”.

Fernández fue testigo del operativo implementado con motivo de la muerte de Nisman. Denunció que se manipuló el celular del investigador de la causa Amia, se subrayaron papeles de trabajo y hasta se usó una cafetera del lugar.

Además, sostuvo que en la escena del hecho se dijo que “el disparo en la cabeza” que recibió el fiscal fue realizado “a 11 centímetros de distancia” y que, “en el edificio de enfrente, encontraron un casquillo de un francotirador de un arma que no hay en la Argentina”.

Natalia Fernández, de 26 años, relató que, el domingo 19 de enero, a la 1 de la madrugada, ella y una amiga caminaban por la avenida Alicia Moreau de Justo cuando las interceptó un vehículo de Prefectura Naval, con agentes que la convocaron a presenciar el operativo.

La joven, camarera de un restaurante de Puerto Madero, pidió que dejaran irse a su amiga y llamaron como segundo testigo al encargado del edificio de Nisman.

Fernández, en una entrevista publicada hoy por el diario Clarín, detalló que “había como 25 carpetas que decían ‘causa’ y ‘secreto’ en el departamento. ‘Había más papeles y ellos (por los peritos) me mostraban que eso estaba tal cual lo habían encontrado’, contó Fernández, pero aseguró que la ‘hicieron firmar sobre esos papeles, y los marcaban, leían cosas, nombres en arameo, y de la Amia, marcaban con indelebles y hacían un resumen”.

Después, relató que “estaba muerta de sueño” y el encargado del edificio le “ofreció café. Y el café era de la cafetera que estaba frente a la mesa de papeles. Era la cafetera de Nisman”, sostuvo.

Con relación al cadáver del fiscal, contó que “metieron” en el departamento una “camilla y en ella sacaron el cuerpo. Eran como las 3.30. Estaba envuelto en una bolsa negra. Se lo llevaron para la derecha, pero a los 15 minutos lo volvieron a meter y se lo llevaron para la izquierda. ‘No boludo, por acá no. Es por allá’, decían con risas. Y después, cuando lo metieron en el departamento no vi por dónde lo sacaron”, manifestó. Y, por último, dijo haber visto que los peritos se llevaron sábanas y trapos “sucios”.

El celular

Natalia Fernández reveló que “una de las cosas más locas” que presenció fue que, “en un momento, apareció un tipo vestido de astronauta (por un perito), con otro que traía un polvo negro de huellas que había marcado”.

“Los ‘astronautas’ traían el celular del fiscal que no paraba de vibrar. Dijeron que nadie lo tocara y que era prueba. Lo pusieron ahí nomás y una mina de Prefectura lo agarró como si nada porque no paraba de sonar”, relató.

Y añadió: “Yo misma empecé a decir ‘no, no, dijeron que no lo toquen, es el teléfono del tipo al que mataron’. La mina soltó el teléfono y hubo carcajadas”.

El dato

Strassera

Julio César Strassera fue internado ayer en una clínica porteña, con pronóstico reservado. No hubo información oficial en la Clínica San Camilo; el fiscal del juicio a las juntas militares -de 81 años- ingresó al sanatorio en estado de coma con un cuadro de trastornos intestinales e hiperglucemia. Hoy permanecía en terapia intensiva, acompañado por su esposa y sus hijos. El ex fiscal venía apoyando la Marcha del Silencio en memoria de Nisman; fue el autor de la famosa frase: “Señores jueces, nunca más”, cuando terminó su alegato en el histórico juicio a los militares, que alcanzó reconocimiento internacional.