En la costanera santotomesina

Sin clasificación, se canceló la maratón

  • Se registraban 2 horas 45 minutos de carrera y la Prefectura ordenó finalizar la prueba por cuestiones de seguridad. La organización anunció que no hay reprogramación ni clasificador porque no se cumplieron las tres horas de competencia. El santafesino Gabriel Villagoiz había salido intacto del vado. Fin de la ilusión.
Sin clasificación, se canceló la maratón

Lo dice todo... El gesto de Gabriel Villagoiz, ya subido al bote y de vuelta a la costa, es elocuente. Lamentable final para una edición complicada de la maratón, donde el tiempo también le jugó en contra a la competencia.

Foto: Gentileza Hugo PascuccI

 

Fabiana García

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La cuadragésimo segunda edición de la Maratón Santa Fe-Coronda, con la presencia de quince nadadores argentinos y tres extranjeros, se largó a las 9.40 de la Costanera Este de nuestra ciudad. La mañana estaba cálida y soleada y auguraba un evento para el disfrute, más allá de las ausencias internacionales, multitudes y embarcaciones de otros tiempos. Sin embargo, el tiempo fue desmejorando rápidamente y a la altura de la costanera santotomesina la tormenta inminente obligó a la cancelación de la carrera por primera vez en el historial, por determinación de la Delegación de Santa Fe de la Prefectura, que alertó sobre fuertes tormentas eléctricas que ya se habían desatado en Coronda.

Ése fue el comienzo y fin de esta edición, pero en esas dos horas y media quedó mucho por rescatar que pasa por las emociones, los rendimientos y las frustraciones, la incertidumbre...

La presentación tuvo como nota sobresaliente la presencia de los ganadores santafesinos del historial que brindaron su empuje a la competencia tirándose al río para dar apertura a la maratón. Carlos Larriera (ganador en el 1961 y 1962), Claudio Plitt (1974, 1975, 1976, 1977), Diego Degano (1988, 1990, 1992, 1993), Fernando Fleitas (1991) y Rafael Pérez (2003), comenzaron a nadar un minuto antes del resto del pelotón en dirección hacia el sur, mientras que el resto de los nadadores comenzó el circuito por la laguna, para luego ya virar hacia el destino final, que esta vez se negó.

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A salvo. Tanto Prefectura como los organizadores priorizaron el bienestar de la gente que estaba en el agua por la fuerte tormenta que ya estaba en Coronda y amenazaba en la zona.

Foto: Gentileza Hugo Pascucci

Sólidos

Desde el principio, se advirtió que el agua no se presentaría fácil, la laguna estaba muy picada y a medida que avanzó la competencia se puso peor.

El pelotón inicial que marcó la carrera fue con el santafesino Gabriel Villagoiz, el venezolano Erwin Maldonado y los cordobeses Cecilia Biagioli, Guillermo Bertola y Aquiles Balaudo junto al brasileño Samir Barel.

Sin embargo, ya superado el puerto de Santa Fe y en la entrada al vado, Villagoiz, Maldonado, Biagioli y Bertola ya habían sacado una notable diferencia y nadaban juntos alternando la punta, parejos y al mismo ritmo.

El inconveniente más llamativo se produjo en el pilote del Puente Carretero, cuando los cuatro se tiraron a cruzarlo por el lado derecho pegado a la costa y terminaron chocando con una maleza de camalotes, la cual sólo pudo sortear el santafesino, mientras que el resto retrocedía y encaraba por el otro lado.

El vado fue durísimo: la creciente del río, el oleaje, los camalotes, el cielo que empezaba a cerrarse y los nadadores que ondeaban buscando la ruta más fácil, volvieron a darle emoción e inquietud a este sector de la carrera.

Los cuatro punteros inquebrantables ya habían pasado por esta tempestad que fue el vado, la tensión aflojaba y la presencia de los santomesinos en la costanera parecía dar un nuevo comienzo a la carrera. El cielo se había puesto oscuro y amenazante, aunque no se sospechaba el inminente desenlace.

Pero desde las embarcaciones la señal fue elocuente: no va más. Había que evacuar rápidamente el río. La Prefectura había ordenado la cancelación del evento. La cuadragésimo segunda edición de la Santa Fe Coronda llegó a su fin, esta vez sin clasificación.

Evacuación

La organización rápidamente procedió a evacuar a los nadadores, guías y acompañantes del río y los trasladaron al salón del Camping Municipal de Santo Tomé, donde con el correr de los minutos todos fueron advirtiendo la cancelación definitiva y, más allá del entendimiento de que la integridad de todos los participantes e involucrados en este evento es primordial, la frustración por la falta de clasificador por reglamento, por el esfuerzo de los que vinieron desde lejos, de los que son de acá pero entrenaron meses, quedó de manifiesto en las caras de los protagonistas.

En carrera

Al momento de la suspensión de la carrera, el pelotón de punta era encabezado por Gabriel Villagoiz, Cecilia Biagioli, Erwin Maldonado y Guillermo Bertola.

Más atrás venían Samir Barel y José Larrosa, los otros extranjeros en la competencia. El resto de los nadadores se desgranaba detrás, constatándose el único abandono de Vanesa García.

 
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Aclamados. Diego Degano, Carlos Larriera, Claudio Plitt, Fernando Fleitas, y Rafael Pérez, santafesinos y ganadores de una maratón que no debe perderse porque es un sello tradicional y distintivo de nuestra región en el mundo.

Foto: Flavio Raina

Los antecedentes

Una vez largada por cuestiones de logística y organización, la carrera no puede volver a largarse. Por eso, en su historial la competencia tiene antecedentes en relación al mal tiempo, con postergación y suspensión, pero ayer por primera vez la cancelación.

El año pasado un frente de tormenta instalado a la hora de la largada obligó a retrasar la carrera. Y finalmente la partida se produjo 11.30, determinando que varios nadadores llegaran de noche a Coronda.

En los tiempos en que la maratón se largó desde el Quincho de Chiquito, en los ‘90, la tormenta sí determinó la suspensión antes de la largada y la carrera se realizó al otro día, por primera vez un lunes.

Ayer, ninguna de estas circunstancias se dio: la carrera no se postergó ni se suspendió, se largó, se corrieron 2 horas 45 minutos y se canceló por tormentas. Así, quedó sin clasificación y no se volverá a correr hasta 2016.

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Tenso. Fue el paso por el vado, con el río muy alto y muchos camalotes. Difícil tarea tuvieron los guías, que marcaron el camino para los nadadores.

Foto: Flavio Raina

Lo que dice el reglamento

El Reglamento de la Fina, que regula las actividades competitivas de natación en pileta y aguas abiertas, vigente por el período 2013-2017, refiere en el apartado Aguas Abiertas norma OWS punto 6.18.2 lo siguiente: “En caso de cancelación por emergencia para competencias que superan los 10 kilómetros cuando se haya nadado por al menos un tiempo de 3 horas, la clasificación final será la reportada por el árbitro general. Si las tres horas no se hubieren cumplido, no se tendrá clasificador y deberá reiniciarse desde su comienzo lo más rápido posible en caso de ser viable”.